El desperdicio alimentario es un problema global que afecta tanto a los países desarrollados como a los que están en vías de desarrollo. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), cada año se pierden o desperdician alrededor de 1.300 millones de toneladas de alimentos, lo que equivale a un tercio de la producción mundial. Esto tiene consecuencias negativas para la seguridad alimentaria, la economía, el clima y los recursos naturales.
Una de las formas de reducir el desperdicio alimentario es conservar mejor los alimentos que compramos o producimos, para que duren más tiempo y no se echen a perder. Para ello, existen algunos trucos sencillos y prácticos que podemos aplicar en nuestro hogar. Aquí te mostramos algunos de ellos:
- Guarda las cebollas en medias de nylon. Las cebollas son un ingrediente básico en muchas recetas, pero también se pueden estropear fácilmente si no se almacenan correctamente. Un truco para que las cebollas duren más tiempo es guardarlas dentro de viejas medias de nylon, haciendo nudos entre cada una. De esta forma, se evita el contacto entre ellas y se favorece la circulación del aire.
- Guarda el cebollino en una botella. El cebollín es una hierba aromática que se utiliza para dar sabor a ensaladas, sopas, salsas y otros platos. Sin embargo, suele marchitarse rápidamente si se deja en la nevera. Una forma de evitarlo es guardar el cebollino en una botella de plástico, cortándolo en trozos pequeños y llenando la botella hasta arriba. Luego, se cierra la botella y se guarda en el congelador.
- Conserva los espárragos como si fueran flores. Los espárragos son un vegetal rico en fibra, vitaminas y minerales, que se puede consumir tanto crudo como cocido. Para que los espárragos no se pongan blandos y pierdan su sabor, se pueden conservar como si fueran flores. Es decir, se cortan los extremos de los tallos y se colocan en un frasco con agua, cubriendo solo la parte inferior. Luego, se tapa el frasco con una bolsa de plástico y se guarda en la nevera.
- Envuelve el queso en papel de cera. El queso es un alimento que contiene proteínas, calcio y otros nutrientes, pero que también puede desarrollar moho y olores si no se conserva adecuadamente. Un truco para que el queso dure más tiempo es envolverlo en papel de cera, en lugar de en papel de aluminio o film transparente. El papel de cera permite que el queso respire y evita que se humedezca o se seque demasiado. Además, se puede reutilizar varias veces.
- Separa las frutas y verduras en cajones diferentes. Las frutas y verduras son alimentos esenciales para una dieta equilibrada, pero también son propensos a madurar y pudrirse rápidamente. Una forma de retrasar este proceso es separar las frutas y verduras en cajones diferentes de la nevera, según su tipo y grado de maduración. De esta forma, se evita que las frutas y verduras que emiten etileno, un gas que acelera la maduración, afecte a las que son sensibles a este gas. Algunas frutas y verduras que emiten etileno son las manzanas, los plátanos, los tomates, los aguacates y los melones.
- Congela el pan en rodajas. El pan es un alimento básico, pero también se puede endurecer y enmohecer si no se consume en poco tiempo. Una forma de evitarlo es congelar el pan en rodajas, separándolas con papel de cocina o de aluminio. Así, se podrá sacar del congelador solo la cantidad que se vaya a consumir, y se podrá tostar o calentar en el microondas sin problemas.
- Guarda las hierbas frescas en aceite de oliva. Las hierbas frescas, como el perejil, el cilantro, el romero o el tomillo, son ideales para dar sabor y aroma a los platos, pero también se pueden marchitar y perder sus propiedades si no se usan pronto. Una forma de alargar su vida útil es guardarlas en aceite de oliva, picándolas finamente y llenando un recipiente con ellas y el aceite. Luego, se tapa el recipiente y se guarda en la nevera o en el congelador. De esta forma, las hierbas se conservarán por más tiempo y se podrán usar para aderezar ensaladas, pastas, carnes o pescados.
- Coloca una servilleta de papel en el recipiente de las ensaladas. Las ensaladas son una opción saludable y refrescante para el verano, pero también se pueden oxidar y aguar si se dejan en la nevera por mucho tiempo. Una forma de evitarlo es colocar una servilleta de papel en el fondo del recipiente donde se guardan las ensaladas, y cambiarla cada vez que se consuma una porción.
- Envuelve el apio en papel de aluminio. El apio es un vegetal que contiene mucha agua, fibra y antioxidantes, pero que también puede perder su textura y sabor si no se conserva correctamente. Un truco para que el apio dure más tiempo es envolverlo en papel de aluminio, dejando los extremos abiertos. De esta forma, se evita que el apio se deshidrate y se mantenga crujiente y fresco. El apio envuelto en papel de aluminio se puede conservar hasta por un mes en la nevera
- Rocía limón sobre los aguacates. Los aguacates son una fruta deliciosa y nutritiva, que contiene grasas saludables, vitaminas y minerales. Sin embargo, también se pueden oxidar y oscurecer rápidamente si se cortan y se dejan al aire. Una forma de evitarlo es rociar limón sobre los aguacates, tanto si se consumen enteros como si se hacen en guacamole.
Estos son solo algunos de los trucos que existen para que tu comida dure más y evitar el desperdicio alimentario. Te animamos a que los pruebes y que los compartas con tus amigos y familiares. Así, podrás ahorrar dinero, cuidar tu salud y contribuir a un mundo más sostenible.