Momentos emotivos y esperanzadores, para la divulgación y la comunicación de la biodiversidad, para poner en común el saber hacer de los y las profesionales, para los casos de éxito y las tendencias más innovadoras, o para premiar a quien lo hace bien y mal en comunicación ambiental. Este post ofrece la crónica del Congreso de Periodismo Ambiental de APIA, que este año cumple sus bodas de plata.
APIA cumple 25 años
Decía uno de los álbumes del grupo rockero La Guardia que “25 años no es nada”. Los periodistas ambientales, como (verdes) viejos rockeros que nunca mueren, han cumplido este año el 25 aniversario de su asociación, la Asociación de Periodistas de Información Ambiental (APIA), y han demostrado que siguen con más marcha que nunca para hacer, al menos, otros 25 años más.
La efeméride se ha celebrado durante uno de sus grandes eventos, el Congreso bianual. Esta XIII edición se ha dedicado a “Comunicar la biodiversidad. La emergencia del siglo XXI”. Comienzo por el final, porque fue precisamente uno de los momentos más emotivos y esperanzadores del Congreso. Emotivos porque allí se reunieron los principales artífices de aquel grupo de “locos” y “locas” para contar cómo crearon APIA: Joaquín Araujo, Luis Guijarro, Arturo Larena, Josefina Maestre, Luis Merino, Pepa Mosquera, Rosa Pradas, nuestro compañero de blog Rafa Ruiz…
El tiempo ha demostrado que tenían razón en su locura, bendita locura. Que no solo hay sitio para el periodismo ambiental, para los periodistas ambientales, sino que cada vez es más necesario.
Y esperanzadores porque la asociación, los y las profesionales que la componen, están también más activos y activas que nunca. En este auto homenaje se reunieron periodistas y comunicadores de prensa, radio, televisión e internet, hombres y mujeres de diversas generaciones, de diversos medios y empresas. Una enorme lista de profesionales que hicieron honor a la temática de este congreso: el periodismo ambiental presenta una gran biodiversidad, un gran presente y un gran futuro. Porque no, por mucho que digan ahora que con el cambio climático o la COP de Madrid el periodismo ambiental “está de moda”, no lo está. La moda es un concepto efímero, pasajero, mientras que el periodismo ambiental está consolidado y en plena ebullición, aunque como el resto de la profesión periodística, también con sus desafíos y dificultades.
XIII Congreso de APIA: Comunicar biodiversidad
Entrando ya en el Congreso en sí, se podría decir que siguió el patrón de ediciones anteriores: un programa denso, lleno de propuestas relacionadas con el tema elegido, la biodiversidad. Como ya conté en un post anterior, la biodiversidad es un concepto clave para nuestras vidas, para la economía, para todo, pero sin embargo la perdemos de forma acelerada. Y es precisamente uno de los desafíos de los periodistas y comunicadores ambientales: acercar este concepto al público, transmitir la importancia de su valor y de su conservación.
El Congreso tuvo una inauguración de lujo. La nueva presidenta de APIA, María García Fuente, dio paso a otra mujer, Teresa Ribera. La Ministra de Transición Ecológica en funciones evidenció el valor de contar con una experta que conoce y es consciente de las cuestiones clave ambientales, y no solo del cambio climático, donde es un referente internacional como ha vuelto a demostrar en la reciente COP 25 de Madrid.
A continuación, el periodista y escritor Manuel Rivas impartió la conferencia inaugural, una manera magistral de conjugar literatura, poesía y periodismo, y que daría paso a los contenidos en sí del congreso. Para no dejarme a nadie y no hacer demasiada extensa esta crónica, el programa ofreció contenidos muy interesantes y variados: la divulgación desde el ámbito de los expertos, comunicar el patrimonio natural con el ejemplo de los centros ambientales vascos (Ekoetxeas), cómo informar sobre biodiversidad en la era de la desinformación, comunicar sobre lobo ibérico y oso pardo en crisis, sobre restauración ambiental con el caso del lago de Meirama (A Coruña), el teléfono móvil como herramienta para innovar el periodismo ambiental, comunicar sobre el mar con el ejemplo de LIFE INTEMARES, y el Consumo Con Conciencia.
En el segundo día de Congreso, la conferencia inaugural de María Sánchez, veterinaria de campo y escritora, que nos hizo sentir y hasta oler el campo, dio paso al resto de la jornada: casos de éxito en la comunicación de la biodiversidad en la escuela y en el medio rural, la comunicación de la bioeconomía y los beneficios ecosistémicos, la comunicación de la biodiversidad en otros países, y el big data de la biodiversidad.
La clausura volvió a tener como protagonistas a dos mujeres: la presidenta de APIA y la Consejera de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad de la Comunidad de Madrid, Paloma Martín.
El Congreso tuvo una gran repercusión y seguimiento en redes sociales (en Twitter con la etiqueta #Comunicarbiodiversidad). Asimismo, pudo verse en directo a través de streaming en cualquier lugar, y el canal de Youtube de APIA lo ofrece de manera íntegra para quien quiera verlo.
Y no solo hubo sesudas sesiones para la reflexión o el debate profesional, sino también momentos lúdicos y musicales. Al final de cada jornada actuaron la compañía Toompak, que realiza espectáculos de percusión con neumáticos o botellas usadas, y que cuenta con el apoyo de SIGNUS , y la orquesta juvenil Cateura, apoyada por Ecoembes, que interpreta clásicos musicales con instrumentos creados a partir de elementos reciclados.
Premios Vía APIA y Vía Crucis
Otro de los grandes momentos del Congreso fue la entrega pública de sus galardones. Desde 1995, se otorgan anualmente los premios Vía APIA a la transparencia informativa en materia de medio ambiente, y su opuesto, el Vía Crucis, a aquellas personas, entidades u organismos que más trabas o menos facilidades han ofrecido a los periodistas para desarrollar su labor informativa.
El Vía
APIA de este año ha sido para la
organización Fridays For Future, en España, “por lanzarse, sin experiencia
previa, a comunicar un gran movimiento global, creando portavoces decididos que
han atendido a los medios durante este año”. Dos representantes de dicha ONG,
que normalmente rechaza los premios que se le han entregado, vinieron a recogerlo
para mostrar su agradecimiento a la labor de los periodistas en la lucha contra
el cambio climático.
Por su parte, el Vía Crucis 2019 ha
sido para José Luis Martínez-Almeida, alcalde
de Madrid, “por manipular datos y tergiversar la realidad para desmontar
Madrid Central. Nuestros representantes son elegidos para el bien común, no
para agravar enfermedades por contaminación en los ciudadanos, colapsar
nuestras ciudades, contribuir a que haya más atropellos y accidentes de tráfico.
En resumen, por intentar que Madrid sea una ciudad de peor calidad de vida”. En
este caso, ni el alcalde ni nadie de su equipo vinieron a recogerlo.