Desde el 1 de mayo los neumáticos comercializados en todos los puntos de venta europeos, y por tanto en España, cuentan con una nueva etiqueta europea para informar a los consumidores sobre sus características
A primera vista quizá no se aprecien todas las diferencias. Y, sin embargo, hay unas cuantas. Partiendo del mismo formato y con el mismo carácter gráfico y sintético, la nueva etiqueta mejora la información existente en la anterior e incorpora más datos sobre las características del neumático. El objetivo es que los automovilistas cuenten con más datos a la hora de elegir sus nuevas cubiertas.
Pero también es una forma de expresar cuánto han mejorado los neumáticos en los años que han pasado desde el desarrollo del primer reglamento que regulaba su etiquetado, en 2009, y de la etiqueta en que se plasmó, que entró en vigor en 2012. De hecho, este nuevo etiquetado es el resultado de un proceso de revisión ya previsto en la norma anterior y que se ha plasmado en el actual reglamento 740/2020.

La nueva etiqueta informa sobre seis parámetros fijos, reflejados en sus correspondientes escalas o pictogramas (que pueden ser dos más en caso de gomas aptas para circular sobre nieve o hielo) y ofrece la posibilidad de acceder a la información técnica completa del neumático por medio de un código QR.
Descifrando los mensajes
Para ordenar y descifrar todo ello hemos contado con la ayuda de Jose Luis Rodríguez, director general de AFANE, Agrupación de Fabricantes de Neumáticos. En primer lugar, Rodríguez aclara que «detrás de cada escala y cada pictograma hay unas normas. Es decir, si el neumático pasa los test de homologación correspondientes a cada norma, se le asigna una letra en las escalas o un pictograma, según cómo se exprese cada parámetro».
Entrando ya en las diferencias entre lo que ya figuraba en la anterior y cómo aparece en la actual «hay tres parámetros comunes entre ambas que se han visto mejorados. El de resistencia a la rodadura, -ligada a la eficiencia en el consumo de carburante-, el de resistencia en mojado y el de ruido de la rodadura».
En el caso de los dos primeros, que saltan fácilmente a la vista por las escalas de barras de colores -el de eficiencia energética-, y en diferentes tonos de azul -el de adherencia en mojado-, «ahora hay cinco niveles en lugar de siete, pero se siguen expresando en letras. De la A hasta la E, mientras que antes iba desde la A hasta la G ».
Pero, así como antes había un nivel que se dejaba vacío, el C, en el caso de las cubiertas para turismo y para marcar más la diferencia con los E, F o G, «ahora la escala está reclasificada. Porque los requisitos de homologación también se han modificado y ya no será posible, porque no se van a homologar, encontrar neumáticos con la letra G. Incluso, según en qué categoría, ni siquiera de la letra F. No van a estar permitidos. Porque los límites para la homologación se han mejorado y exigen que el rendimiento de los neumáticos sea mayor y porque cada día tenemos neumáticos mejores y más seguros».
En todo caso y para que no queden dudas, según la reclasificación de los parámetros de eficiencia energética y resistencia en mojado «los que antes eran A, lo siguen siendo; los que eran B o C también. Pero, los que antes estaban en la E, ahora pasan a la D. Y a la E se incorporan los que pudieran haber sido F o G. Ese ha sido el cambio que se ha hecho».

También el nivel de ruido que emite el neumático, expresado en un pictograma, ahora se formula en escala de letras, «mientras que antes era con una simbología de ondas: una onda el menos ruidoso, dos el intermedio y tres el más ruidoso. Ahora son A, B y C, respectivamente».
En resumen: todos los parámetros de los que ya se informaba en la etiqueta anterior «han visto modernizados sus pictogramas y se han reducido las escalas, que van todas con letras. Ahora resulta todo mucho más concreto y claro para los consumidores».
Nueva información de la etiqueta
En cuanto a la información nueva que se ha implementado, hay varias cosas «como el nombre del fabricante, el modelo comercial del neumático, las dimensiones, código de velocidad, categoría de la masa máxima que soporta y a qué tipo de vehículos está destinado, si a turismos, camiones, autobuses, etc.
Además, también es posible que aparezcan dos pictogramas en la parte inferior «para indicar que son adecuados para circular por nieve o por hielo. Por lo que será posible que encontremos neumáticos con uno, con los dos o con ninguno. En este caso no hay escalas, es un sí o un no: si superan los test correspondientes sí lo llevarán; si no, no».

Y, por último, quienes vean una goma con esta nueva etiqueta podrán apreciar que en la parte superior derecha aparece un código QR «que enlaza con la url de una base de datos europea, la de productos con etiquetado energético EPREL. Ahí vamos a encontrar toda la ficha de información del neumático, la que figura en la etiqueta, incluida la del fabricante o el importador y algunas indicaciones extra sobre su utilización. Por ejemplo, si tienen posición de montaje o de circulación, que es bueno que el usuario conozca por si hubiera un error al montarlo, o cambiarlo por causa de un pinchazo, etc.».
De momento, en los puntos de venta van a convivir los dos etiquetados hasta que se acaben los que lleven aun la anterior «es posible que veamos campañas de precios para reducir los stocks, pero no hay que cambiar una por otra».
Eso sí, los neumáticos nuevos que se vayan poniendo a la venta, ya sean «fabricados en Europa o importados desde un país no comunitario, incluidos los procedentes de Reino Unido y los de segunda mano, habrán de asumir este etiquetado actual».
Por dónde irá el futuro
Al igual que el reglamento anterior ya preveía la revisión que se ha hecho durante su vigencia, el actual también ha dejado abierta otra posibilidad: la de añadir más información a esta misma etiqueta. «Obviamente, la UE cuando diseña estos documentos lo que quiere es que duren mucho tiempo, pero el nuevo reglamento ya prevé dos posibles nuevos parámetros a incluir: uno, el de rendimiento kilométrico, cuántos kilómetros está estimado que pueda durar esa goma. Y, dos, otro que mida la abrasión, o sea el desgaste por rozamiento con la carretera, y que está ligado a la generación de partículas de caucho que emite ese neumático durante su uso. De hecho, se dice que a finales del año próximo se hará una evaluación para ver si los métodos de ensayo que se están desarrollando para evaluar estos parámetros son robustos y fiables. Entonces, se incorporará también ese dato».

Y aun puede haber más: «aunque solo afectaría a los de camión y actualmente no está incluido en el reglamento. Pero se está trabajando en un método de ensayo fiable para homologar los neumáticos recauchutados, para que los profesionales del transporte por carretera puedan tener también información completa sobre esos productos».
De momento, aparte de las nuevas etiquetas en los propios neumáticos, al acudir a los talleres seguramente podremos observar alguno de los 8.000 carteles informativos de la campaña de divulgación que han puesto en marcha AFANE y la Confederación Española de Talleres, (CETRAA), para familiarizar tanto a los clientes como a los propios talleres de las características de la nueva etiqueta europea de neumáticos.