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Cómo dar una segunda vida a los regalos “horribilis” de Navidad (y a los destronados)

Según confirman diversas encuestas, 1 de cada 3 personas recibe algún regalo no deseado en Navidad. Si es tu caso, ¡no lo tires! Te damos un montón de opciones para ofrecerle una segunda vida. . Quién sabe, incluso puedes encontrar alguien a quien le guste ese jersey tan horrible que te ha regalado la tía Margarita.

Para mucha gente, las Navidades, más que un periodo de alegría son un tiempo de preocupación. Nos pasamos muchos días pensando en qué regalar a la gente querida, pero igualmente también gastamos mucho tiempo dándole vueltas a qué hacer con lo que nos han regalado y no nos gusta, ya teníamos por triplicado o destrona otros regalos anteriores que por arte de magia (navideña) se han quedado obsoletos.

Bienvenido a la sociedad del consumo compulsivo. Según confirman diversas encuestas, 1 de cada 3 personas recibe algún regalo no deseado en estas fechas. Y según ratifican los cubos de basura, mucha de la ropa, bolsos y zapatos que ya no nos gustan, de los adornos inútiles o de los aparatos electrónicos desfasados acabarán en el vertedero.

El enemigo más o menos invisible

Algunas veces esos regalos son un atentando contra el buen gusto. Más que un detalle del “amigo invisible” parecen la venganza del “enemigo visible”. ¿Me quiere y tiene el gusto retorcido o es que me odia? Siempre nos quedará la duda.

La famosa Boticaria García los llama “zomorrostros”, palabra manchega por excelencia para definir a ese tipo de regalos entre horteras y horripilantes. Verdaderos adefesios. O como dice Mikel Iturriaga “El Comidista”, productos zombis que solo salen de su tumba por estas fechas tan entrañables para acabar en tus manos. Y encima tienes que dar las gracias y poner cara de qué ilusión, qué esperpento más original para espantar a los demonios me acaban de regalar.

Otras veces el culpable es la obsolescencia más o menos programada. El nuevo modelo de móvil hace mil cosas mejor y más rápido que el anterior, que sigue funcionando perfectamente, pero que de la noche a la mañana se ha convertido en un cacharro inútil.

En el mundo de la moda todo va aún más rápido. La cazadora con hombreras hace tiempo que debería de haber salido del armario, quizá junto con ese espantoso pañuelo recibido estos días y que más parece una señal de náufragos para que ninguna nave se acerque a socorrernos.

¿Qué hacer con tanto regalo no querido o con los productos a los que han destronado por ser más monos y modernos? ¡No los tires! Aplica siempre la famosa regla de las tres R (Reducir, Reutilizar y Reciclar).

Empecemos por reducir

Complicado, claro, pues son regalos que no hemos planificado nosotros. Pero pensemos en la capacidad siempre limitada de nuestros armarios. Y en la creciente pandemia acumulativa de la que se están beneficiando las empresas que ahora alquilan trasteros, lugar donde se acumulan trastos, definidos por la Real Academia Española como “cosa inútil, estropeada, vieja o que estorba”, por si alguien piensa que son otra cosa.

Acordémonos de Marie Kondo y su famosa teoría de la magia del orden: “No hay que pensar en qué tenemos que tirar, sino en conservar solo aquello que consigue emocionarnos”.

Habría que quedarse solo con aquello que usamos con frecuencia y nos resulta práctico. Ni futuribles ni por si acaso. ¿Realmente necesito esto? Está demostrado que solo usamos el 20% de las prendas que guardamos en el armario. El resto es acumulación inútil.

Hay que decidir qué prendas conservar y a cuáles les ha llegado la hora del adiós. O de disfrutar una segunda vida.

Segundo paso, reutilizar

Seguramente muchas personas pueden estar interesadas en aquello que nos sobra. Démosle una segunda oportunidad. Primero, intentándolo vender de segunda mano a través de todas esas aplicaciones de compraventa on line que estos días echan humo ofreciendo regalos no queridos. Uno de cada cuatro usuarios de Wallapop reconoce haber puesto a la venta algún regalo que no le ha gustado para ganar algo de dinero, un fenómeno que se conoce como ‘regifting’.

Otra opción es tratar de venderlo en las muchas tiendas de segunda mano que proliferan en las ciudades. No se gana mucho dinero, pero te quitas el engorro de hacer fotos a tus trastos, subirlos a la web y gestionar luego el habitual regateo, desplazamientos o envíos.

Si este tipo de negocios no te interesa o no hay manera de vender todos esos pongos imposibles, ¿dónde los pongo?, piensa en regalarlos. Comparte más y tira menos.

Hay varias aplicaciones que te pueden ayudar a encontrar un nuevo hogar a tantas cosas que nos llenan armarios y estanterías, y quizá puedan resultarle útiles a nuestros amigos o vecinos. Como Gratix, que aspira a ir cambiando poco a poco nuestra forma de consumir sin necesidad de poner dinero por medio. Telodoygratis es una App que igualmente permite tanto conseguir cosas gratis que otros usuarios ofrecen como compartir aquellas que ya no necesitamos.

El último paso, reciclar

Pero si a pesar de reducir y reutilizar o compartir todavía tienes regalos sin recolocar no te olvides de la tercera R, la del reciclaje. Cualquier cosa antes que tirar a la basura todo eso que llevas tiempo almacenando inútilmente o que te acaba de caer cual regalo vengativo.

La Navidad es uno de los principales periodos de compra de dispositivos electrónicos. Además de nuevos móviles, ordenadores, tablets, o cámaras de fotos, también hay infinidad de juguetes que necesitan pilas y baterías o estar enchufados a la corriente eléctrica para funcionar. Su impacto en el medio ambiente, si estos residuos no se gestionan bien, puede ser terrible. Una única batería de un teléfono móvil, el aparato que más se vende en Navidad, puede contaminar hasta 600.000 litros de agua. En este buscador de ECOLEC puedes localizar a dónde llevar y entregar los RAEE (residuos de aparatos eléctricos y electrónico). Son tanto puntos limpios como tiendas de electrodomésticos cuyo objetivo es promover una gestión ambiental responsable.

Un dato importante es que los juguetes viejos nunca van al contenedor amarillo por mucho que estén hechos de plástico. Allí solo van los envases, botellas de plástico, bricks o latas. Los juguetes rotos de este material no se pueden tirar a este contenedor. Siempre hay que llevarlos al punto limpio para que puedan ser reciclados de manera correcta.

Lo mismo ocurre con los juguetes de cartón plastificado, que tampoco se deben tirar al contenedor de reciclaje de color azul. Lo que sí podemos y debemos llevar va estos contenedores es sus envases, cartón al azul y plástico al amarillo.

Al contenedor azul también va siempre el papel de regalo. Según ASPAPEL (Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón), entre diciembre y enero se recogerán alrededor de 900 millones de kilos de papel y cartón para su reciclaje, un 20% de lo recogido en todo el año.

Cambia tu móvil viejo por solidaridad

Si tienes un móvil que ya no utilizas, ahora puedes cambiarlo por semillas, libros escolares, bidones de agua, herramientas y recursos necesarios para mejorar la vida de las personas de los países más pobres. ¿Te parece imposible? Oxfam Intermón y Movilbak se han unido para que el reciclaje sea también un gesto solidario.

Tienes dos opciones. La primera es donarlo directamente a Oxfam Intermón. Para ello, descárgate en este enlace la etiqueta prefranqueada que te permite enviarlo gratuitamente. Pégala y entrega el sobre con el móvil en una oficina de Correos. Bien fácil.

Otra opción es entrar en el sitio web de Movilbak y vender tu móvil a favor de Oxfam Intermón. Incluso puedes averiguar cuánto vale antes de donarlo.

¿Qué harán con mi móvil viejo? Aquellos que funcionan se vuelven a poner en circulación, mientras que los inservibles son enviados a una planta de reciclaje donde los materiales se separan convenientemente.

Mejora el mundo (un poquito) con tu ropa usada

Hay multitud de alternativas para reciclar la ropa usada. Todo antes que tirarla al contenedor de la basura. Cada año, y solo en España, cerca de ¡un millón de toneladas! de productos textiles van a parar a los vertederos. Solo entre el 10-12% de los residuos textiles se recoge por separado para su reutilización y/o reciclado, y menos del 1% de la producción total se recicla en ciclo cerrado, es decir, termina teniendo el mismo uso o similar. Cerca de 20.000 contenedores específicos para el reciclaje de ropa repartidos por todo el país intentan evitar este despilfarro.

Imagen de Freepick

De las diferentes ONG que los gestionan, una de las propuestas más exitosa y fiable es sin duda Moda re-, el programa de inserción social de Cáritas. Además de dar empleo a colectivos en situación de exclusión social y dignificar la forma de recibir la ropa de quienes la necesitan, promueve el aprovechamiento máximo de todas las materias primas, así como el consumo sostenible y responsable. Solo en 2020 recogió unas 40.000 toneladas de ropa y calzado usado, promovió su tratamiento en plantas integrales de gestión de residuos y promocionó su venta en tiendas de ropa de segunda mano.

Busca sus contenedores de color rojo. En este mapa interactivo puedes localizar sus más de 6.000 contenedores. Deposita siempre en ellos solo ropa limpia metida en bolsas de plástico que facilitarán su gestión. Quién sabe, incluso pueden ser capaces de encontrar alguien a quien le guste ese jersey tan horrible que te ha regalado la tía Margarita.

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