De sobra se sabe que la contaminación por plásticos se ha convertido en un grave problema medioambiental. Cada año se arrojan millones de toneladas de plástico a la naturaleza que suponen una gran amenaza para la vida silvestre de todo el planeta. Pero lo que quizá no sea tan conocido es que este material se descompone en pequeñas partículas de menos de 5 milímetros de diámetro filtrándose en el agua y en la cadena alimentaria para acabar, finalmente, en nuestro estómago. ¿Sabes cuánto plástico comes y bebes a diario o a lo largo de un año? Un nuevo campo de investigación, todavía incipiente, intenta dar respuesta a esta pregunta. Te lo contamos a continuación en este artículo.
A principios de verano se hacía público un estudio de la Universidad Newcastle (Australia) sobre la cantidad de plástico presente en el cuerpo humano. La investigación, solicitada por WWF, concluía que cada persona ingiere a la semana una media de 2.000 pequeñas piezas de microplástico, el equivalente a 5 gramos por semana o 250 gramos al año.

Agua, marisco y cerveza
“No sólo comemos y bebemos en envases de plástico, comemos y bebemos plástico”, advierte WWF. Según este estudio, la mayor fuente de ingestión de plástico en todo el mundo es el agua, tanto embotellada como de grifo, con hasta 1.769 partículas de plástico cada semana. Existe una gran diferencia entre regiones. En países como Estados Unidos o la India, por ejemplo, se ha encontrado el doble de fibras de plástico por litro que en el agua de grifo de Indonesia o países europeos.
Al agua le siguen otros productos consumibles como el marisco (182 fibras de plástico), la sal (11) o la cerveza (10). La razón por la cual los mariscos se sitúan como una fuente principal de plástico para los seres humanos, con la ingestión de 0,5 gramos a la semana, es porque “estos invertebrados se comen enteros, incluido su sistema digestivo, después de una vida en mares contaminados con plástico”, asegura un informe realizado por WWF tras el estudio de la Universidad Newcastle.
Pero los mariscos son sólo la punta del iceberg. “Una gran cantidad de animales marinos comen plásticos, sobre todo microplásticos, y algunos de estos peces acabarán en nuestro plato”, explica la organización ecologista de defensa de la naturaleza que recuerda que más de 240 especies marinas ingieren plástico de manera habitual en los mares de todo el mundo.
Presencia de microplásticos en las heces
No es la primera vez que se investiga a cerca de la presencia de plásticos en el cuerpo humano. Existen decenas de estudios que relacionan el plástico con nuestra dieta alimenticia. El más conocido es el presentado el año pasado en el transcurso de la Semana de la Sociedad Europea de Gastroenterología en Viena . La investigación evaluó muestras de heces en participantes de ocho países de la Unión Europea y, sorprendentemente, en todas ellas se encontraron restos de microplásticos. El investigador principal de este estudio, Philipp Schwabl, señalaba entonces en rueda de prensa que «este hallazgo confirma lo que hemos sospechado durante tanto tiempo: los plásticos llegan, finalmente, al intestino humano”.

Los investigadores del estudio, en el que han participado la Universidad de Medicina de Viena y la Agencia de Medio Ambiente de Austria, encontraron 20 partículas microplásticas en cada 10 gramos de heces, lo que sugiere que los humanos las están ingiriendo a través de los alimentos y, probablemente, a través de los plásticos utilizados durante el proceso de envasado de productos.
Efectos en el organismo
Ahora el reto es entender los efectos de la ingestión de grandes cantidades de plástico a largo plazo en nuestra salud. Algunos tipos de plástico contienen productos químicos y aditivos con efectos potencialmente peligrosos para la salud humana. “Los riesgos fundamentales se encuentran en los aditivos, colorantes, pigmentos y residuos del proceso de producción del plástico, algunos de los cuales han demostrado tener influencia en la función sexual, la fertilidad y la mayor incidencia de mutaciones y cánceres en animales marinos”, señala el informe de WWF.
Los resultados de estos estudios son un importante avance para comprender cómo ingresa el plástico en nuestro cuerpo, pero también confirma la necesidad de abordar este problema de forma inmediata. La organización ecologista WWF está recogiendo firmas para exigir un Acuerdo Global Vinculante que ponga fin a la contaminación por plásticos.