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El Proyecto Rueda promueve el reciclaje y el cuidado del medio ambiente en las escuelas

Un grupo de actores provistos de un árbol, una rueda y una maleta llena de ilusión se ha propuesto incrementar la conciencia ambiental en las escuelas. Desde hace un año recorre los colegios públicos de Uruguay, con la intención de trasladar a los niños un mensaje de conservación y respeto a la naturaleza.

Un grupo de actores provistos de un árbol, una rueda y una maleta llena de ilusión se ha propuesto incrementar la conciencia ambiental en las escuelas. Desde hace un año recorre los colegios públicos de Uruguay, con la intención de trasladar a los niños un mensaje de conservación y respeto a la naturaleza. Ya han visitado más de 120 colegios y no piensan detenerse mientras sigan contando con la complicidad de los más pequeños de la casa y el apoyo de instituciones como el Plan Maestro de Gestión de Neumáticos (GENEU) o el Centro de Comerciantes de Neumáticos (CECONEU), interesados en ofrecer teatro gratuito y de calidad a todos los niños. “El teatro es una herramienta muy poderosa para trasmitir valores ambientales, capaz de sembrar conciencia a través del juego, la espontaneidad y la dramatización”, asegura Cristian Amacoria, promotor, actor y responsable del Proyecto Rueda.  Te contamos su historia en este artículo.

Es lunes por la mañana y los actores de Proyecto Rueda comienzan la semana en un colegio de primaria de Montevideo. Allí les esperan un grupo de niños de entre cinco y ocho años deseosos de que empiece la función. Algunos de ellos verán por primera vez en su vida una obra de teatro, otros, además, tendrán la oportunidad de estimular el gusto por las artes escénicas. “Somos conscientes de las numerosas dificultades que encuentran los maestros para llevar a los niños a cualquier actividad cultural fuera de las aulas. Por eso, pensamos en trasladar el teatro al lugar cotidiano de niñas y niños, transformándolo en un espacio escénico para su disfrute”, señala Cristian Amacoria.

Los protagonistas de esta obra de teatro son Juan y Ana Clara, dos niños adultos que vienen de un país muy lejano e imaginario llamado Tacuarembó. Su misión es conseguir encontrar a otros niños que les ayuden a dar cobijo a su mayor tesoro: un árbol autóctono en peligro de extinción. Entre todos, finalmente, decidirán ponerlo a salvo en el patio del colegio y darle toda clase de cuidados.

Basada en el cuento La pitanga que voló, la primera obra de teatro del Proyecto Rueda termina con la plantación del árbol frutal en un macetero elaborado con neumáticos reutilizados. “Empezamos con una pitanga (grosella), luego recibimos la donación de varios arazá (guayaba) y ahora estamos plantando palmera butiá; todos ellos árboles frutales, autóctonos y amenazados”, señalan los responsables del proyecto.

Con esta experiencia teatral se pretende que los niños, desde pequeños, conozcan y experimenten diferentes maneras de relacionarse con la naturaleza para cuidarla y reconocerse en ella. “Resulta importante distinguir entre dos posibles caminos a seguir: continuar explotando los recursos naturales como si fuesen ilimitados o ayudar a la naturaleza con acciones regenerativas como plantar árboles, reciclar o reducir el volumen de nuestras basuras”, señala Cristian Amacoria, entre muchas otras prácticas ambientales indispensables para preservar la calidad de vida de las futuras generaciones.

Hasta el momento las intervenciones teatrales se han concentrado en Montevideo y Canelones, pero en el segundo semestre del año tienen previsto trasladarse al interior del país para llevar la magia del teatro a pequeñas escuelas rurales. “En algunas tan solo hay 20 o 25 alumnos. Son colegios de multigrado donde los maestros enseñan a niños de diferentes edades al mismo tiempo”, recuerda Soledad Lacassy, actriz y docente que forma pareja teatral con Cristian Amacoria. Estas intervenciones serán coordinadas según la demanda y de manera tal que se puedan hacer más de una en cada municipio.

A través de está representación teatral, el Proyecto Rueda no solo pretende cambiar los hábitos de consumo por otros más saludables con nuestro planeta, sino también estimular el gusto por las artes escénicas y llevar el teatro a todos los segmentos de la población.

Como dice el profesor Toni Puig, considerado como un referente en el rediseño de las ciudades tanto en España como en Latinoamérica, en su libro Se acabó la diversión: “una obra de teatro, así como la visita a un museo o una exposición, deja en el ciudadano una pequeña huella impresa en su memoria sensorial. Esta huella, emotiva, marca: remueve voluntad, fuerza a decisiones, incrementa opciones… y pide, en definitiva, una respuesta: una opción de vida con más sentido, mejor” ¡Deseamos toda la suerte del mundo al Proyecto Rueda en esta aventura!

  1. Hola me encantó su proyecto y me motivó muchísimo me gustaría que se presenten en mi escuela pero soy de República Dominicana bendiciones muaks

  2. hola los felicito. les cuento. soy parte de Cooperativa de Turismo, Red Ánimas. Y juntos con Sociedad de Fomento Rural de Pan De Azúcar estamos haciendo planificando el 4 día del Árbol Nativo. en la Sede de esa organización que año que viene cumple 100 años. Nos encantaría contar con vuestra presencia e invitar a las escuelas de Pan De Azúcar a participar. de esa celebración. un gran abrazo. Grace.

  3. Me encantaría que nos visitaran,la semana próxima vamos a las escuelas con una charla,video y entregaremos bolsas de tela para que los niños las lleven a su hogar este es un proyecto que presente en el municipio en el cual soy consejal, tenemos otra meta retirar los envases plásticos,tenemos el lugar físico para el acopio y la empresa que lo compra, si podemos enfardarlis lo retiran, la idea es formar una cooperativa, también tenemos pronta para pintar con los niños escolares la ampliación de una parada echa con tetra pack quedo a las órdenes y ojalá puedan ayudarnos

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