Este mes de septiembre, Marine Stewardship Council cumple 10 años de viaje sostenible en España. Para celebrarlo hablamos de mares, consumo y sostenibilidad con Laura Rodríguez, la directora para España y Portugal. Su visión es muy importante pues también es miembro de la Junta Directiva de la Women Action Sustainability (WAS), una asociación cuyo fin principal es elevar la sostenibilidad al primer nivel estratégico de las empresas, instituciones y de la sociedad, y hacerlo gracias al talento femenino.
Laura se muestra optimista respecto al futuro de los océanos siempre y cuando sigamos apostando por un consumo responsable “para que no pongamos en peligro que nuestros hijos y nietos puedan consumir pescado en el futuro”. No oculta su preocupación por la contaminación marina de los plásticos “que al final también se vuelven contra nosotros y se convierten en un problema de salud”. Siente una gran admiración por los hombres y mujeres que se dedican tanto a la pesca como a la distribución y venta de unos recursos que, reconoce, no valen lo mucho que en realidad cuestan. Y se muestra orgullosa de un cambio, el de la sostenibilidad, que ya ve imparable.
Cuéntanos brevemente qué es el Sello Azul de MSC y para qué sirve
Somos una ONG internacional que lleva 20 años trabajando para que los mares sigan llenos de vida en el futuro. El sello azul MSC nos permite comunicar al consumidor que ese pescado tiene detrás unas garantías certificadas de sostenibilidad.
Cada vez hay menos peces en el mar pero comemos más pescado. ¿Vamos a terminar comiéndonos todo el pescado del mundo?
A medida que la población va creciendo la demanda de pescado aumenta y en los últimos 30 años se ha duplicado, pero es un crecimiento desigual. En Europa y en España está descendiendo y todavía consumimos el doble de carne que de pescado. La demanda seguirá en alza, pero el mensaje no es que haya que consumir menos pescado, porque pescado hay. Debemos asegurarnos que proceda de fuentes sostenibles para que no pongamos en peligro que nuestros hijos y nietos puedan consumir pescado en el futuro.
Nuestro enfoque de pesca sostenible se basa en el código de la FAO que tiene ya 25 años. Tenemos en cuenta tres principios fundamentales, cuál es el estado de la especie en cuestión, que se esté evaluando si está en declive o en buena situación, cuál es el impacto del arte de pesca y cómo se gestionan esos caladeros, si se siguen las recomendaciones científicas y se cumple la legislación. Todo eso lo hemos incorporado a una serie de indicadores y son auditores independientes los que verifican si se cumplen.
¿Quiénes son los auditores de MSC y qué hacen?
Nosotros como ONG hemos elaborado el estándar, pero no vamos a verificarlo, sino que son entidades auditoras independientes a nosotros las que lo hacen. En ese proceso puede participar cualquier entidad, la administración, científicos, cualquier persona que tenga interés y pueda aportar información o decir por qué no está de acuerdo con una certificación.
¿Cómo es de fiable este proceso?
Hay auditorías anuales. Si se comprueba que no se cumple alguno de los criterios del estándar se puede suspender la certificación o se puede retirar. También muchas veces se certifican las pesquerías con condiciones, pues tienen que cumplir una serie de mejoras en un tiempo marcado y si no lo hacen también pierden la certificación.
Es un sistema muy exigente y riguroso que implica mucho trabajo. La transparencia y la participación de todo el proceso es también muy alta.
¿Cómo están de sobreexplotados los mares?
Ahora mismo un tercio de las poblaciones pesqueras del mundo están sobreexplotadas, pero también podemos decir qué un 65 % está en una situación biológicamente sostenible, lo cual es positivo. Pero preocupa que este porcentaje de pesquerías sobreexplotadas lleva décadas aumentando, pues de momento no hemos conseguido revertir la situación.
Hay buenas noticias en el Mediterráneo, que es el mar más sobreexplotado del mundo, donde los últimos informes indican que sí está descendiendo el número de poblaciones sobreexplotadas, pero todavía es un 75 %. En el Atlántico sí que se han logrado avances importantes y actualmente la mayoría de las poblaciones están en buena situación.
¿Hay mucho pirata en el mar?
Hay piratas como en otros sectores, pero en estos 10 años que llevamos trabajando hemos notado un cambio muy grande en el sector pesquero. Antes el tema de la sostenibilidad les preocupaba, pero más porque se sentían atacados cuando se cuestionaba si su actividad era sostenible o no. Ahora el sector pesquero es totalmente proactivo, son los primeros que están desarrollando iniciativas para demostrar sus prácticas sostenibles no solo en cuanto a la pesca sino en cuanto a la economía circular, la gestión de los residuos o cuestiones sociales. Ha habido un cambio muy grande y los pescadores son conscientes de que quien no haga las cosas con sostenibilidad se va a quedar fuera del sector.
Vuestro lema es #MaresParaSiempre. Según el estudio de GlobeScan para MSC publicado en mayo de 2020, la salud de los océanos y la sobreexplotación de la pesca se sitúan entre los problemas medioambientales que más preocupan a los españoles. ¿Es el consumo responsable la solución?
Este estudio es muy interesante porque se ha realizado en 23 países y nos permite comparar algunos datos entre España con otros estados. La primera preocupación ambiental en todos los países es el cambio climático y tiene que ser así, es lógico. Pero en España la segunda preocupación es la situación de los océanos y la sobreexplotación de las especies. Este dato es muy significativo porque en otros países de Europa aparece en quinto lugar. Demuestra que en España tenemos una sensibilidad muy especial hacia el mar y la pesca.
Seguramente nos estamos dando cuenta de que ahora los peces son cada vez más pequeños, de menos especies y vienen de más lejos
Como consumidores nos estamos haciendo cada vez más cómodos. Tendemos a elegir unas pocas especies y consumir siempre lo mismo, y eso aumenta la presión sobre algunos recursos. Pero cuanto más diversa sea nuestra dieta será mucho mejor para la biodiversidad. Es importante esforzarse en probar otras cosas.
Muchas veces nos quejamos del precio del pescado
Al final el valor de la comida no se refleja bien en el precio. La pesca es un trabajo durísimo, peligroso y lleno de incertidumbres. Normalmente son empresas pequeñas o familiares. Solo montar un mostrador en una pescadería ya lleva varias horas de trabajo. Los que dicen que con el sello MSC u otras etiquetas de sostenibilidad el pescado es más caro deben tener en cuenta que refleja realmente los costes ambientales. El producto que vemos muy barato probablemente no integra esos costes, pero el que no los asumamos no significa que no existan.
Cuéntanos algunos ejemplos de pesca sostenible que ha certificado MSC
Hay muy buenos ejemplos. Tenemos unas cofradías muy artesanales en Asturias que han sido las primeras en el mundo en certificar pulpo. Y no es fácil. Además, han hecho un trabajo fantástico porque se han unido en una asociación que tiene muy buenas relaciones tanto con la comunidad científica como con la administración. Gracias a nuestra certificación han logrado la revalorización de un producto que hasta entonces era poco conocido, porque el más famoso siempre fue el gallego y no el asturiano.
Otro ejemplo es la flota del País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia que se ha unido para certificar la anchoa, la sardina y el bonito del Norte. Son más de 120 barcos de diferentes comunidades que normalmente no trabajan juntas.
También trabajamos con flota industrial que va al Océano Índico o a Noruega y que hace un trabajo pionero ejemplar y con inversiones altísimas.
En todos los casos está comprobado que la pesca sostenible genera más ingresos y mejora la productividad de los océanos.
¿Un pescado con el sello azul de MSC es de mayor calidad que uno no certificado?
Hablamos de reducir el impacto ambiental de la pesca, no de parámetros como su calidad. Pero si el consumidor no actúa como palanca de cambio, el resto de la cadena no tiene ese incentivo para seguir mejorando y mantenerlo a largo plazo. Por eso es tan importante elegir productos con el sello azul.
¿Hay más plástico que peces en el mar?
El problema de la contaminación marina es gravísimo. Según datos de la UICN, vertemos al año ocho millones de toneladas de plásticos al mar que indirectamente al final también vuelven a nosotros y se convierten en un problema de salud. Debemos tener la conciencia de que cada vez que tiramos algo al suelo al final, de alguna manera, vuelve contra nosotros. La contaminación marina no se genera tanto al lado de la playa, se genera a veces a miles de kilómetros tierra adentro y llega a partir de ríos y otras vías. Debemos quitarnos la idea de que solamente cuando estamos al borde del mar tenemos que ser cuidadosos; hay que serlo en cualquier punto y momento.
Lamentablemente, el problema de la contaminación por plásticos nos rodea. Por suerte, creo que hay un cambio importantísimo de mentalidad en el consumidor y nuestra primera preocupación son los plásticos en el mar, ahora tenemos muy clara esa conexión.
Algunas veces se pescan accidentalmente especies como delfines o tortugas ¿No se puede evitar?
Se llaman capturas incidentales, tiburones, rayas o tortugas que no quieres capturar. Varias maneras de reducir este impacto se logran modificando las artes de pesca para que no puedan entrar. También se están haciendo muchas modificaciones para asegurar que si se capturan esas especies protegidas o amenazadas las puedas devolver al mar y sobrevivan.
Siempre hay una captura incidental. Llegar al 0% es muy difícil, pero se han logrado reducciones muy importantes. Y es fundamental identificar qué impacto tiene esa pesca en las especies que sean vulnerables, porque podrías incluso llegar a acabar con ellas si no lo controlas. Precisamente uno de los indicadores del estándar que nuestros auditores tienen que mirar es esa reducción de las pescas incidentales.
También está el problema de las redes fantasma
Las redes fantasma son los aparejos de pesca que a veces se pierden o se abandonan pero siguen capturando especies. Tortugas o tiburones se pueden quedar ahí atrapados y morir. También pueden llegar a los arrecifes de coral y causar graves daños. Es algo que desde el sector pesquero y muchas organizaciones se está trabajando para evitarlo. Incluso se estudia que puedan fabricarse con materiales biodegradables.
¿Apreciamos el trabajo de los pescadores?
Es importante cambiar la imagen que se tiene del pescador. Son personas apasionadas de lo que hacen, les supone muchísimo sacrificio, pero disfrutan en el mar y se sienten muy a gusto con esa vida. Por eso el deterioro marino les causa mucha preocupación. Pero ahora mismo no hay un reemplazo generacional, la gente joven ya no ve la pesca como una profesión de futuro. Y es una pena, porque es un sector muy importante para nuestro país.
¿Cómo son los restaurantes certificados MSC?
Son aquellos que han hecho una auditoría de trazabilidad dentro de su parte de compra para garantizar que todo el pescado que sirven es certificado MSC. Por eso en el menú se puede ver el sello azul. La restauración es un sector donde el tema de la sostenibilidad está avanzando muchísimo porque cada vez está más preocupado por el origen de los productos. La sostenibilidad es ya una tendencia imparable en el sector.
También lo es en la sociedad. ¿No te parece?
La COP 25 fue un momento muy ilusionante para todos los que trabajamos en sostenibilidad porque hasta entonces parecía que íbamos a contracorriente, que hablábamos de algo que a nadie le interesaba. Y de repente se ha dado la vuelta y ahora estamos todos en la misma ola del cambio. Lo interesante es que este momento sea transformador y vaya a la velocidad que necesitamos; debe de ser muy rápido para que estos cambios se produzcan cuanto antes.
Formas parte de la junta directiva de WAS (Women Action Sustainability) ¿Es la mujer la gran palanca de la sostenibilidad empresarial?
El área de sostenibilidad tradicionalmente ha sido un área donde ha habido muchas mujeres. La razón de crear WAS fue dar visibilidad a las expertas en sostenibilidad, porque ahora que todo el mundo habla de este tema se corre el peligro de que las personas que más han trabajado impulsándolo desde abajo como pioneras no sean reconocidas. Nosotras queremos que a las mujeres que cuentan con esta experiencia se las conozca, se las oiga y puedan contribuir al máximo en estos momentos de tantos cambios y retos.
Y lo estáis consiguiendo. Cada vez hay más poderío femenino en el mundo de la sostenibilidad
Queremos dar visibilidad a la mujer y que la sostenibilidad esté en los altos niveles de decisión, en los comités y en los consejos de administración, porque ha habido muchos avances y a la mujer todavía no se les está dando la importancia estratégica de futuro que tiene. Pero soy optimista y estoy segura de que este movimiento ya es imparable.