¿Es el coronavirus un mensaje de la naturaleza?

Asegurar que el coronavirus es un mensaje de la naturaleza, como lo hacía recientemente una responsable de la ONU, es contraproducente para quienes trabajan en la acción ambiental y climática. Expertos en comunicación y cambio climático señalan en este artículo cómo podemos afrontar, de forma positiva, la actual crisis, la del coronavirus y la climática.

¿El coronavirus es un mensaje de la naturaleza?

“La naturaleza nos está enviando un mensaje con la pandemia de coronavirus y la actual crisis climática”. Son las declaraciones que Inger Andersen, Directora Ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente (UNEP en sus siglas en inglés) realizaba hace unos días en el diario británico The Guardian.

Aunque la responsable de la ONU aseguraba que “la prioridad inmediata es proteger a las personas del coronavirus y prevenir su propagación”, subrayaba que “la humanidad está ejerciendo demasiadas presiones sobre el mundo natural con consecuencias dañinas”, y advertía que “no cuidar el planeta significa no cuidarnos a nosotros mismos”.

A pesar de su buena voluntad, las declaraciones de Andersen son contraproducentes en este momento para quienes defienden el medioambiente y la acción climática. Porque, como explica Javier Salas,  periodista de Materia, la sección científica de El País, “es peligroso asociar un escenario de dolor y muerte con la solución a la emergencia climática. Es lo mismo que cuando se celebra que se hayan reducido las emisiones. Si solo nos centramos en el punto de vista de estrategia comunicativa, ¿quieres decirle a la gente que «salve el planeta» y a la vez que es un villano revanchista que mata millones? (…) Es, cuando menos, un error.”

Así lo han podido comprobar en las redes sociales quienes estos días se han pronunciado de manera similar a Andersen. Los ataques, e incluso insultos, no se han hecho esperar, siendo aprovechado por los negacionistas para desprestigiar (aun más) la acción contra el cambio climático.

Lo señalaba también la climatóloga canadiense Katharine Hayhoe en el caso de Estados Unidos, donde los ataques han sido furibundos en algunos casos: “El mundo está en una pandemia y los “trolls climáticos” siguen troleando. En realidad, tiene sentido. La negación del clima está, en su raíz, impulsada por el miedo. A medida que aumenta el miedo, también lo hace su respuesta. Por eso, es aún más importante recordar que el amor vence al miedo. Estamos todos juntos en esto. Quédese en casa, manténgase seguro y comunique con amor, no con miedo, a alguien que podría estar solo. Verifique cómo le va y si puede ayudarlo”.

Qué podemos aprender del COVID-19 para hacer frente a la crisis (climática)

El mensaje tiene que ser en clave positiva. La crisis del COVID-19 nos está ofreciendo importantes lecciones de cómo afrontar la crisis climática. Y viceversa. Asimismo, la acción contra el cambio climático nos puede ayudar a combatir crisis como la del coronavirus o cualquiera similar que pueda venir de aquí en adelante.

Los investigadores del Basque Centre For Climate Change (BC3) , Mikel González-Eguino experto en transición energética y Unai Pascual, experto en biodiversidad, señalan los siguientes consejos y lecciones que podemos aprender para combatir dichas crisis. En el caso de González-Eguino:

Escuchar las advertencias de la comunidad científica y actuar en consecuencia.

Luchar de forma coordinada, cooperativa y sistémica ante las crisis globales, como la del COVID-19, la climática, la de la biodiversidad o la de la desigualdad. Necesitamos un sector público y unas instituciones supranacionales fuertes y una gobernanza acorde a la magnitud de los problemas, algo de lo que carecemos.

Reflexionar urgentemente sobre la viabilidad de nuestro modelo de desarrollo y los excesos de la globalización. Aunque también en clave de esperanza: cuando la gente entiende que la amenaza es seria, actúa de forma responsable.

Poner en marcha planes de reconstrucción y reactivación económica y social que sirvan para paliar las necesidades más urgentes, pero también para acelerar la transición energética, reconducir la crisis climática y reducir la desigualdad. Es la hora de un “Green New Deal Global”, de un “Plan Marshall Verde” para todo el planeta. ¿Si no es ahora, cuándo?

En la misma línea, Pascual añade:

Aplicar soluciones transversales e integradoras: la crisis del coronavirus y la climática son manifestaciones globales de la interdependencia entre los sistemas ambientales, sociales y económicos. No es solamente una crisis ambiental o solamente sanitaria.

Aprovechar “el efecto mariposa” para lo bueno: El salto de un virus de un animal a una persona en una localidad que casi nadie conocía a miles de kilómetros, se convertía en muy poco tiempo en una crisis global. Tal y como se transmite un virus a nivel global, también se pueden transmitir ideas, tecnologías, recursos económicos, etc. para hacer frente a la crisis climática.

Promover medidas colectivas: Esto requiere acuerdos amplios sobre un objetivo común, identificando las acciones individuales para ayudar a los demás, aumentando la confianza entre la gente, y aceptando medidas difíciles por la población mediante métodos pedagógicos (vía medios de comunicación, rechazando bulos, etc.).

Reforzar la solidaridad y la equidad social: El coronavirus y la crisis climática no afectan igual a mayores y jóvenes, ni a ricos y pobres, ni aquí ni en países en desarrollo.