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Fibrotrónica: Así es la ropa del futuro

Camisetas que miden el ritmo cardiaco; pantalones que muestran tu ubicación GPS… Los textiles que aportan una finalidad extra, además de la propia del textil, son una realidad y una tendencia y las marcas grandes ya están apostando por ello.

Con lana reciclada, impresión 3D y queratina, los científicos de la Universidad de Harvard habían creado un tejido con memoria, que al contacto con calor o humedad pueden recuperar su forma inicial, y que podría ser aplicable, entre otras muchas cosas y por ejemplo, a hacer copas de sujetadores, a tejidos biomédicos para cubrir zonas del cuerpo. Esta tecnología se llama fibrotrónica y permite integrar sensores en tejidos para proporcionarles diversas funcionalidades como generar calor o electricidad, detectar el pulso o la temperatura corporal, incluso incorporar aplicaciones tecnológicas de geoposicionamiento o electromagnéticas como antenas.

Claro, esto para un lego en la materia suena a ciencia ficción. ¿Lo es? ¿Es algo nuevo o es continuidad de un campo en el que se está trabajando en muchos sitios?

«Es continuidad. Los textiles que aportan una finalidad extra, además de la propia del textil, son una realidad y una tendencia y las marcas grandes ya están apostando por ello. No es ciencia ficción», es la respuesta de Ana Rodes, ingeniera industrial y responsable de Economía Circular y Sostenibilidad del Centro de Innovación y Tecnología Textil, Aitex. Y, aun más, no solo en Harvard –con todos los respetos para tan ilustre institución- hacen investigaciones así de interesantes: «nosotros, aquí en Aitex, tenemos un grupo de investigación específico que, desde hace ya años, está dedicado exclusivamente a tejidos inteligentes. Y no solo a fibrotrónica, donde también tenemos experiencias, sino también en todo el tema de combinación de sensores de medición, elementos conductivos, resistivos, etc. Las funcionalidades de ese tejido de Harvard, de generadores de calor o sensores biomédicos, en el Aitex lo estamos trabajando también».

Ropa y más

Estas novedades suponen tanto innovaciones como nuevas posibilidades «al final, todo es mejorar. Sobre todo se trata de integrar elementos en el textil que, de por sí, tendrías por separados. Por ejemplo, en mediciones de parámetros que tienes que hacer con otros elementos, pues de esta forma se pueden llevar incorporados en la prenda. Y donde más campo de aplicación hay actualmente es en el área de la salud y en el deporte. Que es también donde con más dedicación estamos trabajando nosotros».

Así que, lo cierto, es que este tipo de prestaciones de los tejidos no son tan de ciencia ficción como pueda parecer, al contrario «son algo útil para la industria textil y para la sociedad. Si a día de hoy no está más incorporados a la producción es por el tema de costes, que hay que avanzar en la automatización para reducirlos. Las marcas grandes están apostando por ello. De hecho yo he visto un anuncio de zapatillas de una gran marca de deportes que monitorizan la pisada».

Falda que cambia de color gracias a una aplicación móvil

Y hay otro campo: el gaming para niños, los videojuegos. «Nosotros hemos desarrollado una prenda inteligente para un videojuego para móviles para un proyecto SmartLife, para ayudar a los niños a moverse y evitar el sedentarismo que suelen llevar asociados los videojuegos. Se trata de una camiseta que monitoriza los parámetros vitales y va enlazada con el videojuego, de manera que este se adapta a las condiciones físicas de los usuarios. Claro, van juntos camiseta y videojuego». Aviso para impacientes: este juego no está aun en el mercado. Pero sí algún otro en el que unos trajes especiales transmiten al jugador las sensaciones de los personajes del videojuego.

I+D+i en el sector textil

Ya puestos, y teniendo al otro lado del teléfono a una experta como Ana Rodes, ¿cómo no intentar saber más sobre cómo va la I+D+i en el sector textil, cuáles son sus retos y desafíos? «Hay muchos campos y muchas líneas de investigación abiertas. En la industria textil el foco está puesto en los aspectos ambientales, en la sostenibilidad, porque está considerada, globalmente, como de alta contaminación. Uno de los objetivos es desarrollar nuevos textiles que tengan menor impacto ambiental y, claro, que se puedan incorporar a la moda. Si nos quedamos en el nivel de laboratorio no vale para nada».

Desde un centro tecnológico como es el Aitex se puede seguir muy bien cuáles son las tendencias y las preocupaciones de las diferentes actividades del sector, que tiene una característica: «la cadena de valor de la industria textil abarca muchas fases muy distintas unas de otras, porque no es lo mismo la hilatura que una empresa de acabados, o una de tintura que una tejeduría. Cada empresa, o cada subsector tiene su propio campo y sus propios retos, y ataca donde tiene más margen».

Vestido con fibras I+D que se iluminan en la oscuridad

Así en una de tintura, su objetivo puede ser reducir el consumo de agua y la emisión de vertidos, mientras que las de tejeduría se están centrando en reducir sus propios residuos generados en la fábrica. «Muchas empresas están viendo estrategias de revalorización de sus residuos. Igual no se puede cambiar la composición de un tejido con mezclas, pero quizá sí pueda servir como refuerzo en el sector de la construcción, en el del plástico o del automóvil».

Cómo la fibrotrónica ayuda a la sostenibilidad

Lo que queda claro es que, como dice Rodes, «la sostenibilidad tiene muchas patas. Y tanto las empresas como los consumidores son cada vez más conscientes. Por ello una de las tendencias está siendo relocalizar la producción, que ya teníamos mucha aquí. Y eso hay que valorarlo».

Para afrontar sus retos, la industria textil se apoya en sus propios recursos de I+D+i y en centros tecnológicos como Aitex, y se están centrando «en reducir el consumo de agua, de energía, de vertidos y de generación de residuos». También en investigar nuevos materiales «tenemos un grupo de investigación que trabaja en el desarrollo de nuevas fibras que no provengan del petróleo»; y en reducir el impacto en los mares de las fibras sintéticas, los microplásticos «aquí estamos trabajando en colaboración con proveedores de los equipos de lavado, a través de filtros. Y nosotros tenemos un grupo de nuevos acabados, en el que trabajan en acabados que eviten que se emitan las microfibras».

La fibrotrónica ha permitido crear tejidos que no se ensucian

En cuanto a materias primas, ya es conocido el uso de botellas de agua para hacer productos textiles; pero, si se trata de reciclaje hay más nichos de los que extraer nuevas materias primas «no hablamos ya solo de materiales sintéticos, sino de materiales naturales como el algodón reciclado, que es tendencia total. Hay un auge enorme. Todas las grandes marcas lo demandan y, aparte del orgánico, se está apostando fuerte por él. Ahora está de moda, mientras que hace no tanto era un producto como de segunda. El cambio ha crecido con la preocupación y el compromiso de las empresas de cambio a materiales más sostenibles.

El ecodiseño

Otro campo importante en el que la industria textil tiene tarea por delante es «la preparación para la reciclabilidad. Es una de las barreras más importantes que tiene el sector de cara a la recogida selectiva que habrá que hacer pronto».

Para eso hay una herramienta: el ecodiseño. «Pensar en la reciclabilidad de los productos finales. Las barreras actuales son la mezcla de fibras, los elementos adicionales que llevan las prendas, como botones, cremalleras, velcros, etc. Y se está trabajando mucho en métodos automáticos, pero aun así es costoso. En todo caso, aunque muchas veces se piensa que la economía circular es un gasto para las empresas, es justo al revés. Estamos hablando beneficios económicos, porque todo lo relacionado con este tema aporta reducciones de costes».

Zapatillas ecodiseñadas para conseguir que sean más sencillas de reciclar una vez acaben su vida útil

Claro, eso no quiere decir que haya que volver a las túnicas de lino o algodón y sin botones y cremalleras «nos tenemos que hacer a la idea de que esto no va a cambiar, porque la moda es la moda. Pero sí que se pueden unificar los materiales de todas esas cosas o que se puedan retirar más fácilmente. Ahí entra toda la innovación que nos va a tocar hacer y ver cómo lo hacemos».

Sin embargo, para Rodes, antes que una barrera todo esto supone «un abanico de oportunidades, aparece una lluvia de ideas continua, un desafío. Y es la parte guay de la innovación».

Pues si así lo entienden quienes están en ello, al menos la arriba firmante, no puede más que estar de acuerdo. De hecho, supone una nueva oportunidad de seguir informando sobre un campo que tiene mucho que contar.

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