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Igualdad de género en el sector tecnológico: ¿Se puede cumplir el ODS 5?

El punto número cinco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible tiene como objetivo conseguir la igualdad de género. Se pretende con él, garantizar el respeto de los derechos de las mujeres y niñas con la intención de obtener justicia, lograr la inclusión, conseguir economías que beneficien a todas las personas y cuidar nuestro medio ambiente, ahora y en las generaciones venideras. Y desde la ONU se considera que es este ODS es fundamental para cumplir las promesas de sostenibilidad, paz y progreso humano.

Partiendo de esta definición, la tecnología se muestra como un elemento fundamental para ayudar a la consecución de esa igualdad de género. Como hemos venido diciendo en este blog, las TIC son también una palanca para mejorar la sostenibilidad y la protección del medio ambiente. Nuevas tendencias como el empleo de la Inteligencia Artificial, del Big Data o de la analítica permiten avanzar hacia un mundo más respetuoso con nuestro entorno. En definitiva, tecnología y sostenibilidad son protagonistas en el mundo actual y la mujer debe jugar un papel importante en ambas. De esta forma, se mejorará también la igualdad de género.

Datos muy mejorables

Al igual que unos ODS son fáciles de cumplir para algunos países del mundo pues llevan tiempo avanzando en ellos, el ODS número 5 es un punto que afecta a todas las mujeres del mundo. Ni siquiera los países más avanzados en igualdad de género como son los escandinavos han conseguido llegar a esa igualdad total entre hombres y mujeres. Es un problema que afecta a todas las sociedades y a todos los sectores productivos. En el caso del tecnológico, a pesar de ser uno de los motores económicos actuales y de parecer que con sus políticas de conciliación, los buenos salarios o con el fomento que hacen del teletrabajo, la realidad es que el papel de la mujer es mejorable.

La sostenibilidad necesita del sector tecnológico para acelerar en los diferentes frentes que tiene abiertos y la mujer tiene que ser protagonista. Fomentar el estudio de carreras STEM entre las más jóvenes debe ser una prioridad para poder cumplir no sólo con el objetivo de igualdad de género, sino con todos los demás. En este sentido, España va muy rezagada.

Nos encontramos ante una crisis de talento tecnológico muy importante. Las empresas y organismos públicos no logran cubrir la oferta con perfiles específicos que se necesitan. Y si los hombres cada vez se matriculan menos en estudios tecnológicos, las mujeres lo hacen todavía menos. Numerosos estudios indican que nuestro país tendría que incorporar en los próximos años al menos 120.000 mujeres con estudios STEM al mercado. La digitalización y la sostenibilidad van a ser dos de los pilares sobre los que se sustente el mundo durante el siglo XXI.

Educación y más cosas

El siguiente problema parte de la situación de desventaja que tienen las mujeres con respecto a los hombres en el mundo de la empresa. Según un informe de la consultora McKinsey, España es el sexto país de la Unión Europea en igualdad de género gracias a las políticas y al esfuerzo que están llevando a cabo las empresas así como a determinadas políticas impulsadas por los distintos gobiernos centrales y regionales. Sin embargo, sólo un 6% de las mujeres ocupan la dirección general de una compañía. Asimismo, apenas un 17% del total de las plantillas de las organizaciones se encuentran en el segundo escalafón de decisión y solamente un tercio de los consejos de administración está compuesto por mujeres. Son cifras que se sitúan todas ellas por debajo de la media europea. Asimismo, todavía el salario de la parte femenina de una empresa es menor que el de la parte masculina que ocupe la misma posición laboral.

El estudio de McKinsey considera que para acabar con este problema es necesario que las organizaciones tengan un modelo de trabajo más flexible que adapte a las empleadas a su productividad y no a un horario establecido que tenga recompensa por esa productividad, que se dote de medidas de formación y que ofrezca un salario competitivo. Todo ello, además de mejorar la igualdad de género y potenciar el rol femenino, permitirá que las empresas sean más productivas, eficientes y sostenibles. El sector tecnológico en nuestro país es uno de los que están llevando a cabo un mayor número de iniciativas para avanzar en la igualdad de género tal y como se especifica en el estudio realizado por el Ministerio de Ciencia e Innovación titulado “Mujeres e innovación 2022” que asegura que un 47% de las mujeres del sector han visto mejorar los niveles de igualdad en su compañía mientras que un 67% dice observar cómo la capacitación es cada vez más valoradas a la hora de optar a un puesto de trabajo. Es decir, poco a poco, en este sector, el género y los prejuicios que le rodeaban están dejando de ser un factor de elección.

En qué hay que mejorar

El binomio sostenibilidad y tecnología debe ir de la mano porque como asegura Adelaida Sacristán, Directora de Estudios de la Fundación COTEC y socia de la asociación WAS (Women Action Sustainability), “las tecnologías de la información y las comunicaciones tienen una capacidad de transformación extraordinaria de nuestra forma de vida mientras que la sostenibilidad ambiental es un objetivo que requiere de cambios profundos en los sistemas de producción, en el empleo de la energía, en el consumo y en casi todos los aspectos de nuestras vidas. Una mujer del mundo TIC tiene la oportunidad de aprovechar el potencial de transformación de su sector y dirigirlo hacia el ámbito de la sostenibilidad, desarrollando sistemas más eficientes que tengan impactos ambientales positivos o nulos. Sin embargo, no hay que obviar que la interacción entre las TIC con la sostenibilidad ambiental tiene sus luces y sus sombras ya que conlleva altos niveles de consumo energético y materiales. Es un reto para los profesionales de este sector avanzar en el desarrollo de estas tecnologías e idear productos y servicios que no estén reñidos con los objetivos de sostenibilidad”.

La realidad es que el hecho de que las mujeres tengan una presencia reducida tanto en el sector tecnológico impacta en la sostenibilidad. Es necesario cambiar una situación que afecta en primer lugar a las mujeres y también a toda la sociedad ya que estamos reduciendo de forma sensible la posibilidad de evolucionar de forma mucho más rápida y efectiva en apartados tan importantes como el de las TIC y el de la sostenibilidad. Son simples matemáticas: cuanta más gente haya trabajando en determinadas tareas fundamentales para hacer un planeta más sostenible, más posibilidades tendremos de avanzar y llegar más lejos. Perder mujeres por el camino significa perder oportunidades.

Las empresas y organismos públicos tienen labor por delante porque por más leyes que se promulguen la clave se encuentra también en el cambio de la cultura de las compañías. Las startups y empresas de nueva creación han nacido sin los déficits tradicionales y sin los famosos techos de cristal por el que a las mujeres les cuesta más llegar a los puestos directivos. Cambiando esa cultura empresarial se habrán dado los pasos necesarios para cumplir el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 5.

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