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Islas de calor: ¿por qué hace siempre mucho más calor en el centro de las ciudades?

La isla de calor es un fenómeno urbano que se ha vuelto cada vez más relevante en las ciudades de todo el mundo. Se caracteriza por temperaturas más altas en áreas urbanas en comparación con las áreas rurales circundantes. En las próximas líneas exploraremos en qué consiste la isla de calor, cómo se forma, los puntos donde se genera mayor calor, y qué medidas se pueden tomar para evitarla y reducirla.

¿Qué es la isla de calor y cómo se forma?

La isla de calor es un fenómeno térmico en el que las áreas urbanas experimentan temperaturas más altas que las áreas rurales adyacentes. Se forma debido a la combinación de factores relacionados con la estructura y composición de las ciudades. El cemento, el hormigón, el asfalto y otros materiales utilizados en la construcción de edificios y carreteras tienen una alta capacidad para retener la radiación solar. Esto provoca que toda la energía acumulada por estos materiales durante el día, se desprende poco a poco por la noche, haciendo que haya menos amplitud térmica en las ciudades entre el día y la noche. Esta situación se ve incrementada por la menor cantidad de vegetación en las áreas urbanas que reduce la evaporación y la capacidad de enfriamiento natural.

Infografía de https://desarrollosustentableitp.weebly.com/

Las áreas urbanas densamente pobladas y altamente urbanizadas son las más propensas a experimentar islas de calor significativas. Los centros urbanos con altos edificios, calles estrechas y escasa vegetación son los puntos donde se genera mayor calor. Además, las áreas con poca ventilación y una mayor concentración de fuentes de calor, como fábricas o centrales eléctricas, pueden agravar el efecto de isla de calor.

¿Cómo podemos evitar y reducir la isla de calor?

Existen varias medidas que se pueden tomar para evitar y reducir la isla de calor en las áreas urbanas:

  • Aumento de zonas verdes. La incorporación de más espacios verdes, como parques y jardines, reduce la temperatura al proporcionar sombra y facilitar la evaporación. Las áreas verdes también actúan como sumideros de dióxido de carbono, ayudando a mejorar la calidad del aire.
  • Uso de techos y pavimentos reflectante. La aplicación de techos y pavimentos reflectantes en edificios y calles ayuda a reducir la absorción de calor y a disminuir la temperatura de la superficie. Estos materiales reflejan la radiación solar, evitando que se conviertan en fuentes de calor.
  • Diseño urbano inteligente. El diseño urbano inteligente implica la planificación de espacios abiertos, la incorporación de áreas permeables para permitir la infiltración del agua y la consideración de la orientación y sombreado adecuados de los edificios. Esto contribuye a una mejor circulación del aire y una menor exposición al calor.
  • Tecnologías de construcción sostenible. El uso de materiales de construcción sostenibles, como techos verdes y paredes vegetales, puede ayudar a reducir la temperatura al proporcionar aislamiento y enfriamiento natural. Además, el uso de sistemas de energía renovable en los edificios puede reducir la generación de calor asociada con la producción de energía.
  • Promoción de la movilidad sostenible. Fomentar el uso del transporte público, la movilidad en bicicleta y el uso compartido de automóviles reduce la congestión del tráfico y la emisión de gases de efecto invernadero, contribuyendo a una menor generación de calor en las ciudades

Y es que, según diferentes estudios, las islas de calor pueden elevar la temperatura en áreas urbanas hasta 7°C más que las áreas rurales cercanas. Además, el color y el tipo de pavimento pueden tener un impacto significativo en la formación de la isla de calor. Los pavimentos oscuros, como el asfalto negro, absorben más calor que los pavimentos claros.

Infografía de https://www.isglobal.org/

En conclusión, la isla de calor es un fenómeno urbano que puede tener consecuencias negativas en la calidad de vida de las personas y en el medio ambiente. Sin embargo, a través de medidas como el aumento de áreas verdes, el uso de determinados materiales y la promoción de la movilidad sostenible es posible mitigar y reducir los efectos de la isla de calor. La adopción de prácticas y políticas urbanas sostenibles no solo ayuda a combatir el calentamiento urbano, sino que también contribuye a crear ciudades más saludables y habitables para todos.

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Un comentario

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