Javier Clemente es el profesional que está detrás del canal Todos Somos Reciclaje. Solo en Instagram tiene más de 160.000 seguidores, prueba evidente tanto de su éxito comunicador como del gran interés que en la actualidad tienen estos temas. Cuenta con una robusta formación técnica, pues es experto en gestión sostenible de residuos y educador ambiental, pero ante todo le mueve un inmenso entusiasmo por mejorar el mundo en el que vivimos todas y todos. Autor del libro Residuos: Del problema a la solución, se ha convertido en un referente en estos temas que tanto nos preocupan e incluso nos eco angustian.
Sus consejos no pueden ser más sencillos, prácticos e inspiradores. Por ejemplo, defiende que las personas que reutilizan al máximo lo que ya tienen generan menos residuos y ahorran dinero. Porque no se trata de seguir consumiendo igual (de manera excesiva), cambiando productos convencionales por otros supuestamente más sostenibles, sino de consumir de manera más responsable, reduciendo las compras diarias y aprovechando al máximo lo que ya tenemos.
Javier Clemente protagoniza una nueva Charla en Verde a través de los directos de SIGNUS Ecovalor en su canal de Instagram. Éste es un resumen de esa entrevista:
¿Hay cada día hay más interés y preocupación por el reciclaje, por hacerlo bien?
Desde hace unos años sí que se nota una mayor preocupación respecto a los problemas ambientales, y no solamente sobre residuos. Parte de este interés sin duda se debe a la influencia de las redes sociales, que son un arma maravillosa para llegar a muchísima gente, pero también son un arma de doble filo pues cualquiera se puede abrir una cuenta y contar lo que quiera. Vivimos en la época de la desinformación. Hay tanta que resulta difícil distinguir cuál es cierta y cual no. Por eso es importante hacer un filtro y seleccionar solo aquellas fuentes que son contrastadas.
¿Por qué es tan importante el reciclaje?
Te voy a hacer un símil que nos va ayudar a entenderlo. Imaginemos que vivimos en una isla, que todo el planeta Tierra es una isla. En esa isla todos los recursos son limitados. Si pretendemos seguir viviendo allí, pero empezamos a consumir esos recursos y los residuos que generamos no los aprovechamos, llegará un momento en el que nuestra supervivencia acabará pendiendo de un hilo muy fino. Si a eso le añadimos que cada vez va a haber más población en esa isla, tenemos un problema bastante más grave de lo que pudiera parecer en un principio.
El reciclaje es la manera más eficiente para aprovechar como recurso esos residuos que generamos. Es la manera de cerrar el ciclo de los productos. El reciclaje es importante pero no es lo único que hay que hacer. Solamente reciclando no vamos a resolver el problema. Es una de las partes de la solución.
¿Qué otras cosas deberíamos hacer además de reciclar más y mejor?
Pasa por cambiar de mentalidad. Antes de hacer un producto hay que pensar cómo va a desarrollarse de manera que tenga los menores impactos ambientales posibles. Por ejemplo, a través del ecodiseño, haciéndolo más reparable, reutilizable, más reciclable. Hay que tener en cuenta que en la fase de diseño de un producto se determina el 80% de su impacto ambiental. No solo es importante reciclar. También hay que mirar aguas arriba, porque el mejor residuo es el que no se genera.
¿Habría que volver a la economía de las abuelas, esa donde no se tiraba nada?
Lo hacían por una razón económica, no ambiental. Pero ahora parece que vivimos más en una sociedad de la opulencia donde buscamos más la comodidad que el ahorro. Tenemos una lucha interior entre lo que nos apetece, lo cómodo, y lo que como ciudadanos responsables nos gustaría hacer.
¿Y qué podemos hacer para resolver ese conflicto?
Hay que buscar un equilibrio entre comodidad y medio ambiente, porque a lo mejor un exceso de comodidad supone un exceso de daños ambientales y eso también hay que tenerlo en cuenta. Al final, el modelo de producción y consumo más extendido es lineal: producir, comprar, usar y tirar. Cuando surgió ese sistema al comienzo de la revolución industrial era válido por que la población era menor y se pensaba que los recursos del planeta eran ilimitados, pero ese modelo ya no vale hoy en día porque es insostenible.
Tenemos que ser más eficientes y eso solo logramos con una economía circular que desde la propia concepción del diseño del producto nos permita aprovecharlo al máximo hasta que finalmente, cuando ya no se pueda ni reutilizar ni reparar, entre en juego el reciclaje y se pueda volver a aprovechar.
Usar y tirar sale muy barato. Si una botella de plástico costase 100 € nadie la tiraba, eso está claro
Efectivamente, el modelo lineal no otorga un valor a ese residuo, que lo tiene. Una botella o un teléfono móvil tiene un valor que se puede reaprovechar, como la mayoría de los residuos que generamos. Otra cosa es el valor le damos a esos residuos. Hay que encontrar modelos para que a esos materiales se les otorgue un valor mayor del que tienen actualmente, porque hoy parece que lo lógico y normal es generar basura y desaprovecharla. Como si la basura que tiramos desapareciera por arte de magia, y no es así.
Explícanos la famosa regla de las 3 erres
Las tres erres que mucha gente ya conoce, reducir, reutilizar y reciclar, nos dan una serie de pautas para gestionar los residuos de manera más lógica.
Todo lo que vaya destinado a reducir la generación de residuos se puede englobar en esa primera R de reducir. Es la más importante.
La segunda R, reutilizar, nos enseña a aprovechar las cosas el mayor tiempo posible, de todas las formas que se nos ocurran.
Y ya por último es el momento de la tercera R, la del reciclaje.
En realidad, los ciudadanos no reciclamos, lo que hacemos es ordenar nuestra basura ¿verdad?
Coloquialmente se conoce como reciclar a la acción de separar los residuos, pero realmente, si nos ponemos técnicos, eso sería la separación de residuos para depositarlos en diferentes lugares. Pero también se pueden reciclar algunos residuos en casa. Por ejemplo, la materia orgánica si tenemos una compostera. Lo que sí ocurre es que muchas veces se confunde el reciclaje con la reutilización.
¿Cómo se consigue que los residuos dejen de ser un problema y pasen a ser la solución?
Es necesario un cambio de chip, un cambio de mentalidad. No solamente de los ciudadanos, que también, sino por parte de las administraciones y las empresas. Hace falta un cambio de mentalidad que deje de ver a los residuos como una carga, como un problema, para verlos como una oportunidad, como materia prima para aprovecharlos y no depender de seguir extrayendo nuevas materias primas que al fin y al cabo van a tener nuevos impactos ambientales.
¿Notas esa ecoansiedad, el miedo a reciclar mal?
Hay mucha gente que me escribe y me reconoce que no sabe cómo hacerlo bien. Pero también reconoce que gracias a los consejos que les voy dando van haciendo cositas, y en su día a día van incorporando hábitos y gestos que les permiten llevar una vida un poco más sostenible. La ecoansiedad no solo viene por el tema del reciclaje de los residuos sino por cualquier tipo de problemática ambiental.
Podríamos decir entonces que tu canal es un buen remedio contra la ecoansiedad
Si no tienes ninguna noción y no sabes por dónde empezar es una ayuda, sin duda. Hay gente que se plantea que, o lo hace todo perfecto, o mejor no hace nada. Pero no se trata de que unas pocas personas lo hagan todo bien, sino de que millones de personas hagan las cosas mejor; aunque sean imperfectas, pero que hagan algo. Vamos incorporando nuevos gestos y poco a poco, cuando te quieres dar cuenta, estás haciendo mucho más de lo que pensabas en un principio.
¿Gestionamos cada vez mejor nuestros residuos?
Todavía queda mucho por delante y se tienen que mejorar mucho las cosas, pero sí que es verdad que vamos dando pasos en la dirección correcta. Sin ir más lejos, todavía aquí en España más de la mitad de los residuos urbanos van a parar al vertedero, aproximadamente un 54 %. Y solo se está reciclando aproximadamente un 35 %. ¿Eso es mucho o es poco? Pues depende de con quién lo compares. En Europa de media se está reciclando un 46 %, 11 puntos por encima. En cuanto a los residuos que van a parar al vertedero estamos en un 53 % y en Europa están en un 25% aproximadamente, por lo tanto, vamos rezagados en ese aspecto. Queda bastante trabajo por delante, pero sí es verdad que se están dando pasos en la dirección correcta y muestra de ello son todas diferentes legislaciones y normativas que vienen de la Unión Europea y que se tienen que aplicar en toda Europa.
Otro reto son los cambios de consumo. Con la pandemia nos hemos acostumbrado a la compra por Internet y a la comida a domicilio. Los contenedores se están llenando de envoltorios de usar y tirar
Tenemos que seguir buscando el equilibrio entre comodidad y medio ambiente. Comer de pedido todos los días es cómodo porque te lo traen a casa, pero conlleva un aumento en la generación de residuos de todos esos envases en donde viene la comida. Si tienes tiempo siempre será mejor cocinar y reducir esa generación de residuos. A pesar de que ya estemos reduciendo el consumo de plásticos y hemos apostado por el cartón y el vidrio, no por eso los recursos son infinitos.
¿Hay materiales mejores y peores para el medio ambiente?
Ningún material compensa un mal uso. Si cambiamos un material por otro, pero seguimos promoviendo ese consumo de usar y tirar, al final es el mismo perro con distinto collar. También habría que evaluar cómo de ecológicas son las diferentes alternativas que existen. Hay una herramienta muy válida que es el análisis del ciclo de vida, pues tiene en cuenta todos estos indicadores como la huella de carbono, la huella ecológica o la huella hídrica, ofreciéndonos así información sobre cuánto contamina cada tipo de solución. No es tan sencillo como sustituir un material por otro. No hay materiales buenos o malos. La clave está en saber utilizarlos dependiendo de sus necesidades, porque todos los materiales tienen ventajas e inconvenientes.
¿Son los plásticos nuestro principal problema de reciclaje?
Yo no diría que son el principal problema. De hecho, hay muchos plásticos que se reciclan fácilmente. Los plásticos que terminan contaminando el medio ambiente por supuesto que generan un problema terrible. De toda la basura marina, el 80% procede de tierra, que es el origen del problema. Este impacto se reduce desarrollando una mejor gestión de los residuos. Donde ya existe, mejorándola. Y donde no la hay es necesario ir incorporándola, en primer lugar, para que no lleguen a la naturaleza, pero también para generar la menor cantidad de residuos posibles y aprovecharlos al máximo.
¿Cuál es el mayor residuo que generamos y reciclamos peor?
El mayor residuo urbano que generamos en España son los desechos domésticos, pero con muchísima diferencia. Es un dato que sorprende porque se conoce poco. Aproximadamente el 40% de los residuos que producimos en España es materia orgánica, restos de comida. Y la gestión de ese residuo es bastante deficitaria. Por suerte en breve, más pronto que tarde, tendremos en las calles un contenedor marrón qué será exclusivamente para recoger materia orgánica y poderla aprovechar.
¿Qué tal reciclamos en España las pilas y baterías?
El flujo de los RAEE, los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, es el que más crecimiento está teniendo porque vivimos en una era cada vez más tecnológica, con más aparatos eléctricos y electrónicos en multitud de formas diversas y tamaños. Y ahora más con todas las bicicletas, patinetes, motos y coches eléctricos. En toda Europa, los fabricantes de estos productos tienen que financiar el coste de la recogida y tratamiento de los residuos que van a generar sus pilas y baterías, desde una pila de botón hasta la batería de un coche.
¿Cómo valoras el trabajo de SIGNUS Ecovalor respecto al reciclaje de los neumáticos?
Hacen muy buen trabajo. En España, la gestión de residuos de neumáticos es obligatoria. Los fabricantes tienen que pagar para que las ruedas que ponen en el mercado luego no se conviertan en residuos, se puedan tratar. Y ahí es cuando entran entidades como SIGNUS Ecovalor, que a través de la financiación de los fabricantes de ruedas se ocupa de recoger y gestionar todos esos residuos de neumáticos.
Un neumático usado tiene valor porque se puede reutilizar, se puede recauchutar, pero también se puede reciclar mediante diferentes sistemas para aprovechar el caucho, el textil y el acero que contiene. Con ello se pueden hacer diferentes tipos de productos como pistas de atletismo, suelos de seguridad, utilizar en el asfaltado de carreteras, etcétera. Pero hace falta bastante más investigación y desarrollo para hacer todavía más eficiente el reciclado de neumáticos.
Danos unos consejos prácticos. ¿Cómo ser más sostenibles en la vida diaria y no morir en el intento?
Yo le diría a la gente que puede hacer varias cosas super sencillas en el día a día. Por una parte, aplicar la regla de las tres erres, pero de manera práctica. Antes de comprar cualquier cosa preguntémonos si realmente lo necesitamos, porque si la respuesta es que no, te evitas una compra innecesaria o compulsiva que al final no sirve para nada.
Segundo consejo que daría a la gente sería alargar la vida útil de todo lo que tengamos, sea la ropa, el teléfono móvil, el ordenador o una botella. Tratemos de alargarlo y aprovecharlo el máximo tiempo posible porque así estaremos generando menos cantidad de residuos.
Y el tercer punto que recomendaría es que separemos bien todos los residuos para que se reciclen, depositándolos en el lugar correspondiente en función de donde estemos. Una vez que ya no se pueden reutilizar llega el momento de darles una nueva vida a través del reciclaje.
¿Cómo podemos responder al cuñado o la cuñada ambiental cuando nos dice que eso de reciclar no sirve para nada o que si no les pagan no lo hacen?
Yo les haría la siguiente pregunta: ¿te pagan por apagar la luz o por cerrar el grifo? No te pagan, pero si tú no lo cierras quien lo va a pagar eres tú. Con el tema de los residuos pasa igual. Si nosotros nos separamos, al final lo vamos a terminar pagando de manera directa o indirecta, porque al ayuntamiento o a las entidades locales les va a costar más la gestión de sus residuos y por lo tanto va a ser más caro. Pero cuanto más separemos, los residuos que se recogen mediante recogida selectiva lo pagan ellos, no lo pagamos nosotros a través de los impuestos de basuras, y eso va a suponer una disminución de los costes y por lo tanto nos puede suponer un ahorro.
Ya hay municipios en Cataluña y la Comunidad Valenciana donde se puede ir al punto limpio a entregar diferentes residuos y te van dando descuentos en una tarjeta que supone un ahorro en la tasa de basura. También existe el sistema de pago por generación, por el que cuanta más basuras separes y menos fracción resto generes menos tasa de basura vas a pagar. Es algo que se va a ir incorporando paulatinamente, hasta que al final se pueda hacer prácticamente una individualización de la tasa de basura, tanta basura generas, tanto pagas.
Por otra parte, a ese cuñadismo le diría que, si todo el planeta viviese como una persona media europea, necesitaríamos casi tres planetas para obtener todos los recursos necesarios. Es algo imposible. Pero también es verdad que quien quiere poner una excusa siempre la va a encontrar. Pero al menos por nuestra parte que no quede explicarlo bien y mostrarle todas las posibilidades que existen.
Déjanos un mensaje positivo para terminar. ¿Cómo ves el futuro de los residuos y su reciclaje?
Hoy en día la conciencia ambiental se ha despertado y estamos dando pasos en la buena dirección. Creo que entre todos podemos llegar al destino que nos marquemos. Pero tenemos que sumar todos juntos, sin excusas, mirando hacia delante. Así conseguiremos superar todos los obstáculos y desafíos a los que nos enfrentemos.