Los diamantes son para siempre, y por desgracia, su impacto medioambiental también lo es. Al igual que en la industria de la moda, la joyería tiene una gran huella de carbono y altísimos costes medioambientales, además de una cadena de suministro sumamente compleja, lo que trae consigo grandes dificultades a la hora de hacer seguimiento de posibles prácticas negligentes. Per no todo iba a ser malo: el lado bueno de todo esto, es que al igual que el movimiento slow fashion ya es conocido por la gran mayoría de personas, se está comenzando a oír hablar de su análogo en la industria de la joyería. A continuación, encontrarás todo lo que necesitas saber sobre joyería sostenible.
Utiliza piedras y metales reciclados
Los metales preciosos como el oro se consideran circulares; esto quiere decir que pueden ser reutilizados una y otra vez sin que pierdan calidad. Algunos diamantes y piedras preciosas también se pueden reconvertir en piezas nuevas.
La joyería que está realizada con materiales reciclados cuenta con una seguridad total de que ha tenido menos impacto que la producción de una joya convencional, ya que no contribuye a la explotación de minas. Mientras que la mayoría de las empresas de joyería consigue su material reciclado a lo largo de la cadena de suministro, algunas utilizan materiales procedentes de otras industrias como la tecnología, utilizando por ejemplo piezas de ordenador y placas de circuitos.
Cuenta con una cadena de suministro transparente
Mientras que el mercado del oro y la plata son algo más transparentes, los diamantes y otras piedras preciosas tienden a ir de mano en mano hasta que acaban en tu joyero. De manera que, si compras diamantes nuevos, te recomendamos que estés atento a la trazabilidad estas joyas y estén certificados como libres de conflicto, que querrá decir que no se han utilizado para financiar acciones violentas.
Están poco procesados
Una vez que las piedras y los metales preciosos se extraen, se tienen que cortar, procesar y manipular para convertirlos en piezas de joyería, que requiere una gran cantidad de energía y químicos potencialmente contaminantes. Cuando estés buscando comprar una joya de este tipo, busca marcas que utilicen un procesado consciente de sus piedras preciosas, empleen energías renovables en sus talleres, o compensen sus emisiones
Han sido creados en un laboratorio
Los diamantes que han sido creados en laboratorios, se fabrican de cero en ese entorno, por lo que no tienes que preocuparte de su procedencia. Desde su invención en la década de los 50 del siglo pasado, estas piedras imitan las piedras reales muy bien, y las grandes empresas de joyería están tomando nota. Por ejemplo, Pandora ya ha lanzado su primera colección de joyas creadas en un laboratorio.
Certificaciones en las que debes fijarte
La complejidad de las cadenas de suministro y los antecedentes del negocio de la joyería traen consigo cierta dificultad a la hora de realizar un seguimiento de etiquetas y certificaciones de cualquier índole. Sin embargo, existen unas cuantas certificaciones muy conocidas en el sector. Los certificados se obtienen en organismos independientes del comercio, y en España el centro de referencia es el Instituto Gemológico Español (IGE). En Europa, son conocidos el HRD (Hoge Raad voor Diamant) o el IGI (International Gemmological Institute). Y el más reconocido a nivel mundial es el GIA. Gemological Institute of America. Otras certificaciones que puedes encontrar son Fair Trade Certified, The Kimberly Process o Fairmined.
En definitiva, las joyas no solo deberían ser solo bonitas; deberían también tener un impacto neutro en el planeta. Entre todos tenemos el poder de conseguirlo realizando elecciones de joyería conscientes, y recordando hacer una búsqueda acerca de la procedencia de las joyas que compramos.
Algunas marcas de joyería sostenible que deberías tener en cuenta son Koetania, Luz de Nehca, Oh My Gold o Mimoke . ¿Conoces alguna más que nos puedas recomendar?