Seguramente los juguetes sostenibles no estarán en el top ventas de la Navidad 2021-2022 ni tampoco figurarán entre los más solicitados a los Reyes Magos de Oriente, pero con toda probabilidad serán los que contribuyan en mayor medida a velar por la salud del planeta y de nuestros hijos, ayudándoles a entender mejor el mundo que nos rodea y aprender jugando.
Cada vez son más los padres conscientes de la importancia del juego en la infancia, preocupados por el mensaje que estamos trasladando a los más pequeños de la casa en una sociedad donde prevalece la cultura de ‘usar y tirar’ y el plástico invade nuestras vidas.
¿Sabías que se ha comprobado que los juguetes sostenibles tienen la capacidad de mejorar la salud física y mental de los niños que los utilizan?
Pequeñas tiendas online y jugueterías de barrio han puesto en marcha un movimiento eco-friendly que está revolucionando el sector juguetero, ofreciendo un amplio abanico de alternativas para niños de entre 0 y 10 años que fomentan la imaginación, la sostenibilidad, el consumo responsable y la educación ambiental: desde juegos de mesa con los que aprender los valores del medio ambiente y respeto a la naturaleza, pasando por juguetes hechos con materiales naturales o productos libres de sustancias químicas perjudiciales para la salud, hasta empresas comprometidas con el comercio justo o reducir la huella ecológica de sus juguetes.
“Nuestro trabajo tiene un impacto, una huella, en el entorno”, aseguran Eva y Quim, impulsores de Jugaia, un proyecto que surge de la unión de las palabras ‘Jugar’ y ‘Gaia’ (la Madre Tierra), con la intención de trasmitir valores positivos hacia las personas y la naturaleza. “Hace ya un tiempo que venimos trabajando para hacer que el impacto de nuestros juguetes decrezca: eligiendo proveedores respetuosos con el medio ambiente, priorizando la cercanía, usando embalajes reciclados, etc.”.

Cómo reconocer un juguete ecológico
En tiendas como Jugaia se pueden encontrar juguetes de proximidad, fabricados en España por fabricantes nacionales, utilizando materiales cercanos que fomentan el valor de la proximidad y el desarrollo de la comunidad cercana. O juguetes hechos en madera, que además de contar con la certificación forestal FSC (bosques sostenibles) provienen de aserraderos peninsulares. Menos distancia al bosque de procedencia significa menos consumo de energía y menos emisión de CO2.
Si la procedencia del juguete es importante, no lo es menos el material con el que están hechos o la forma como han sido ensamblados. Así pues, una de las principales características de los juguetes ecológicos es que están hechos con materiales naturales y biodegradables, como la madera, el corcho, el papel y el cartón reciclados y blanqueados sin cloro, tejidos de cultivo ecológico y sin fertilizantes ni pesticidas sintéticos. Las pinturas deben ser de tintes vegetales, libres de metales pesados y sin aditivos químicos que faciliten el reciclaje del papel y no resulten dañinas para la salud ni el medio ambiente.

Por su parte, el corte y el grabado suele hacerse con láser para evitar el uso de tintas o pinturas y aprovechar al máximo el material, prolongando la vida útil del producto y su reciclaje. La protección de los materiales se lleva a cabo mediante ceras naturales que no sólo cumplen con la normativa europea actual sino son las más seguras para uso infantil.
Menos es más
Son muchas las opciones y los productos naturales, reciclados o reciclables que podremos considerar a la hora de elegir un juguete para nuestros hijos, pero si algo caracteriza a la mayoría de tiendas eco–comprometidas del sector es su filosofía y la forma de elegir el catálogo de productos. “Alupé es una juguetería que cree que los niños no necesitan juguetes”, dicen para nuestra sorpresa Iciar y Bego, las dos hermanas de Gordexola (Bizkaia) que están detrás de este proyecto alternativo. “Haz memoria. ¿Cuál es el primer recuerdo feliz que tienes de tu infancia: un verano, un pueblo, una bici…? A nosotras nos ocurre lo mismo. Ningún juguete sofisticado en la escena. Pocas jugueterías te dirán que menos es más, pero nosotras sí”.

Algo parecido sostienen Carmen y Claudia, propietarias de Jugar i Jugar, otra de las jugueterías ecológicas más populares del momento. “Somos una tienda de juguetes que dice que no hace falta comprar tanto, que los niños y las niñas no necesitan nada especial para que el juego ocurra. Que si quieren jugar a espadas, cogerán un palo; que si quieren jugar a casitas, usarán una caja; que si quieren hacer ruido, aporrearán una cacerola. Nuestra ilusión es ayudarles a acertar con el juego exacto, con el material preciso, con justo eso que hacía falta para acompañar la magia del juego”.
Montessori, Pikler, Waldorf…
Y es que una de las características más reconocibles de las tiendas de juguetes sostenibles es su afán por cuidar hasta el más mínimo detalle tanto la calidad del producto como la experiencia del niño, profundizando en pedagogías concretas que aportan una visión especialmente metódica de los procesos del juego y el aprendizaje. ¿Sabías que se ha comprobado que los juguetes sostenibles tienen la capacidad de mejorar la salud física y mental de los niños que los utilizan? Al ser menos estridentes que los convencionales estimulan la imaginación y la creatividad de las nuevas generaciones mientras animan a un juego más tranquilo. “Queremos contagiar un respeto profundo por el desarrollo armónico y libre de nuestros niños y niñas, alejados de la sobreestimulación y la acumulación de objetos”, aseguran Carmen y Claudia de Jugar i Jugar.

Uno de los materiales didácticos más solicitados en este tipo de juegos son los Montessori que se pueden encontrar en multitud de tiendas online especializadas, pero también en grandes superficies como El Corte Inglés que tiene una sección específica de juegos sostenibles para los más pequeños de la casa.
Este tipo de materiales, ideados por la Doctora María Montessori (1870-1952), no son un simple pasatiempo, ni una sencilla fuente de información, más bien materiales didácticos creados para captar la curiosidad del niño, guiarlo por el deseo de aprender. Junto a los Montessori hay otros materiales pedagógicos que cuentan con un gran prestigio como Waldorf, Pikler, Hengstenberg y la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner.
Juegos de mesa ecológicos
En este repaso a los juguetes ecológicos de estas navidades no podía faltar algún juego de mesa con temática ambiental para jugar en familia y concienciarnos sobre la necesidad de proteger el medio ambiente:
Planeta Tierra. Se trata de una colección de juegos para explorar el mundo y sus maravillas en familia. Planeta Tierra ha sido elaborado con materiales totalmente reciclados y reciclables por Educa Borrás, una de las mayores empresas de juguetes en España, afincada en San Quirico de Tarrasa, en la provincia de Barcelona.
Wind Power. Es un juego de energía eólica para que los más pequeños aprendan cómo se puede usar el viento para producir energía. Gracias a este juego, los niños aprenderán a cargar una pila o encender una bombilla con energía eólica.

Expedición Amazonas. Nos enrolamos en una expedición científica internacional para explorar las tierras Yanomamis e impedir que la Termyta W.C. arrase sus árboles y esclavice a sus gentes. El objetivo de este divertido juego para toda la familia es fotografiar 24 especies naturales amenazadas (6 mamíferos, 6 anfibios o reptiles, 6 plantas y 6 aves) de forma cooperativa. Este juego de Ekilikua forma parte de un pequeño proyecto editorial que surge para dar salida a unas inquietudes tanto creativas como ambientales ante la escasez de materiales de sensibilización en Centros Educativos. Entre los títulos de esta editorial podemos encontrar El lobo López y la pandilla tomate, El huerto encantado o El bosque Tantai.