Bukit Tigapuluh, también conocido como “Las Treinta Colinas”, es un Parque Nacional de unas 143.000 hectáreas de extensión en el este de Sumatra. Sus bosques tropicales son uno de los últimos refugios de especies en peligro de extinción como el orangután, el tigre, el elefante, el rinoceronte, el tapir asiático o una gran variedad de aves. El Parque también está habitado por los pueblos indígenas de las tribus Orang Rimba y Talang Mamak. Al igual que el resto de Indonesia, el Parque se encuentra bajo la amenaza constante de la tala ilegal y las plantaciones de aceite de palma. Las zonas de amortiguamiento circundantes y los corredores de vida silvestre están disminuyendo, como denuncian las ONG que tratan de salvar a los orangutanes de su desaparición, como BOS Australia.
La iniciativa es pionera no solo por su objetivo, sino también por quién la promueve: el Tropical Landscapes Finance Facility (TLFF) es un consorcio formado por Naciones Unidas; el World Agroforestry Center, un centro de excelencia científica que aprovecha los beneficios de los árboles para las personas y el medio ambiente; ADM Capital, un grupo inversor con sede en Hong Kong; y el banco francés BNP Paribas, los cuales han creado un “Bono de Sostenibilidad” de 95 millones de dólares (unos 83 millones de euros) para financiar a la Royal Lestari Utama (RLU), una joint venture formada por la empresa de neumáticos Michelin y el grupo empresarial indonesio Barito Pacific. En este entramado público -privado también la ONG internacional conservacionista WWF, que entre otras cuestiones aporta una de las áreas naturales. Se trata además del primer bono de sostenibilidad corporativo que se invierte en Asia.
Las primeras 18.000 hectáreas de caucho se plantaron en diciembre de 2017 y la emisión de bonos del TLFF contribuirá a financiar el desarrollo adicional de la plantación. Como recuerdan sus impulsores, la iniciativa se enmarca también en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, que tratan de atraer la inversión para la protección y recuperación de zonas naturales en peligro y el desarrollo económico de manera sostenible.
La lucha contra la deforestación, la contaminación, el cambio climático o el resto de graves problemas ambientales que sufre en la actualidad el planeta y los seres humanos es una labor tan ingente y costosa que las iniciativas para combatirlas necesitan del apoyo de todos los agentes sociales. Esta plantación de caucho sostenible, apoyada en el capital privado, público y social, es un ejemplo que debería extenderse por todo el planeta, recalcan sus responsables.
Como señala el cofundador y socio de ADM Capital, Chris Botsford, “revertir las tendencias adversas actuales sobre la deforestación y el cambio climático requerirá muchos miles de millones de dólares. El capital del sector privado debe ser una parte esencial de la solución. Esperamos que esta transacción inspire a muchos otros a avanzar con urgencia”. Según Erik Solheim, Jefe de ONU Medio Ambiente, “con este primer acuerdo, estoy seguro de que estamos dando un ejemplo de cómo el sector privado puede jugar un rol crucial”.