La economía circular se puede convertir en una realidad en las carreteras españolas en los próximos años, o al menos esa es la esperanza que tienen algunos fabricantes de materiales reciclados, como el caucho, que llevan más de una década demandando un mayor protagonismo en las calzadas de nuestras principales ciudades.
Una resolución aprobada recientemente en el Ayuntamiento de Málaga obligará a las empresas de asfalto de carreteras a utilizar polvo de neumático reciclado en todas las obras que se lleven a cabo en la capital malacitana de ahora en adelante. La medida podría servir de estímulo a otras administraciones públicas para dar el impulso definitivo que necesita esta solución ecológica basada en betunes y restos de goma de caucho en nuestro país. Junto al Ayuntamiento de Málaga, el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana está trabajando en la redacción de una nueva normativa (previsiblemente verá la luz en dos o tres meses), en la que exigirá la utilización de mezclas bituminosas con polvo de neumático a nivel nacional.
La noticia ha sido recibida con entusiasmo en el sector del reciclaje en general y el Sistema Integrado de Gestión de Neumáticos Usados en particular. SIGNUS ha sido uno de los principales impulsores de esta aplicación desde sus inicios, con la organización de numerosas jornadas técnicas y encuentros en diferentes comunidades autónomas, así como la publicación de guías de divulgación sobre el tema. El objetivo ha sido siempre dar a conocer las muchas ventajas técnicas, ambientales y económicas del granulado de caucho reciclado en nuestras carreteras.
Un largo recorrido
“El camino hasta llegar aquí ha sido muy largo y complicado”, reconoce Miguel Ángel Sanz, director general de CIRTEC, una de las compañías que más está apostando por hacer real la economía circular en la carretera con una nueva generación de asfaltos hechos a base de betunes y polvo de neumático. El Plan Estatal Marco de Gestión de Residuos 2016-2021 (Pemar) ya contemplaba el uso de asfaltos con polvo de neumático, así como el desarrollo de las herramientas necesarias para garantizar un porcentaje mínimo de estos materiales reciclados en las carreteras española. “Sin embargo, las previsiones no se han traducido en certezas: tan solo una mínima parte de los asfaltos de carretera integran betunes con caucho reciclado en la actualidad”, nos cuenta Miguel Ángel Sanz. El costumbrismo, la falta de normativa específica, unida a la la poca flexibilidad de las administraciones a la hora de integrar nuevas soluciones en el asfaltado de carreteras han sido las principales obstáculos para la puesta en marcha de esta solución a lo largo de muchos años, explica el director general de CIRTEC.
La situación llega a tal punto que el sector toca fondo en el año 2016 con una producción de 300 toneladas de granulado de caucho de carreteras que pone en cuestión la viabilidad de la propia tecnología. A partir de ahí comienza una remontada que continúa en la actualidad gracias a la complicidad de algunas administraciones locales que han demostrado una especial sensibilidad con el fomento de materiales reciclados en la carretera: 1.000 toneladas lineales en 2017, 2.000 toneladas en 2018 y 3.000 en 2019. “Nuestros productos son competitivos en el mercado. Hemos convencido a administraciones como Málaga o Madrid de apostar por betunes de caucho reciclado. Acabamos de terminar las obras de asfaltado de la calle Raimundo Fernández Villaverde en la capital de Madrid después de demostrar al Ayuntamiento que el cambio en la ejecución del proyecto no les saldría más caro. Más bien todo lo contrario, conseguirían un asfalto más duradero, con mejores prestaciones técnicas y más ecológico”, asegura Miguel Ángel Sanz.
Málaga, un ejemplo a seguir
Ahora el Ayuntamiento de Málaga viene a confirmar esta tendencia. La nueva normativa aprobada en el consistorio exige un porcentaje mínimo de polvo de neumático del 8 % para que un betún se considere adecuado para el asfaltado de calles y carreteras en la localidad andaluza, obligando, además, a las contratas a presentar un certificado de materiales que así lo garantice. “La principal novedad de esta resolución es la inclusión de una normativa técnica que sirve de soporte legal al proyectista y al director de obra a la hora de incorporar el polvo de caucho a la mezcla. En los pliegos aprobados en la Junta de Gobierno figuran desde el porcentaje de la mezcla, a los tiempos y las temperaturas en obra hasta las características de uso dependiendo de que sea una vía seca, semihúmeda o húmeda”, señala Pilar Vila Herrero, jefa del Área de Servicio de Proyectos y Dirección de Obras de Infraestructura del Ayuntamiento de Málaga.
La clave está en la aprobación de unos pliegos técnicos muy completos, reconoce Pilar Vila Herrero. “Esta profesión es muy conservadora y muy rígida. Si ahora el Ministerio aprueba una normativa sobre el uso de asfaltos con polvo de neumático será bienvenida por todos los colectivos de la construcción, porque un técnico municipal no se puede arriesgar a innovar con soluciones que puedan dar problemas en el día de mañana. Eso no puede ocurrir”, asegura la responsable municipal.
El salto cualitativo que acaba de dar el Ayuntamiento de Málaga es fruto de muchos años de trabajo en pruebas de asfaltado de carreteras con polvo de neumático, tal y como recuerda la jefa del Área de Servicio de Proyectos y Dirección de Obras de Infraestructura. El consistorio andaluz lleva ocho años realizando ensayos y pruebas con este tipo de mezclas, corroborando su efectividad, su durabilidad y cada una de sus características técnicas y mecánicas. “Todo ese proceso hay que hacerlo”, afirma Pilar Vila. “Hemos podido observar que la mezcla de caucho reciclado funciona y por eso nos hemos lanzado a sacar una normativa donde se incorpora de forma regular a nuestros pavimentos constructivos”.