‘El arca (reciclada) de Noé’ es la exposición que Signus Ecovalor ha llevado este mes de noviembre a la galería madrileña Mad is Mad. Cuestión de arte y reciclaje. Cinco autores que nos hacen ver que el desecho es valioso, que ‘usar y tirar’ no es una opción. Hablamos con uno de ellos, Miquel Aparici, que crea fabulosas esculturas (animales casi siempre) a partir de artilugios antiguos.
Ante el diluvio contemporáneo que es la crisis climática, en El Arca (reciclada) de Noé se han montado los artistas Miquel Aparici –con el que hablamos a continuación–, más otros tres que ya han venido a visitarnos en Signus Ecovalor: Cova Orgaz , Juan Vidaurre , Ángel Cañas , más otro, César Fernández-Arias, al que traeremos en 2022, que ya se nos está echando encima (el nuevo año, no él).
Cinco artistas como cinco soles del arte con materiales pobres que crean maravillosas esculturas que nos hacen ver que la reutilización y el reciclaje no son opciones, sino bellas, necesarias prioridades.
Miquel Aparici compone aves, peces, gorilas, jirafas, murciélagos, rinocerontes, perros, felinos, dinosaurios, cetáceos… a partir de cántaros, moldes de carpintería, refuerzos de tacones, mirillas, espátulas, llaves, peonzas, cerraduras, bisagras, antiguos craneómetros de metal… Con resultados espectaculares. Sepamos más de este chamán de viejos artilugios.
Miquel, ¿de dónde sales, quién eres, qué te gusta de la vida y qué odias?
Salgo de Barcelona, me gustan los retos y sentirme libre. Odio a los prepotentes, llegar tarde y la gente tóxica.
¿Y adónde quieres llegar, adónde te gustaría llegar?
Me gustaría vivir exclusivamente de la escultura… Y en eso estamos.
Cuéntanos el proceso de creación de tus maravillosas criaturas, de dónde sacas esos artilugios, cómo los concibes, cómo los ensamblas, ¿creas un dibujo antes del armazón que quieres llegar a conseguir?, ¿cómo se te ocurre que un cántaro puede ser unas caderas y una bota convertirse en una cabeza?
Normalmente un 50% de mi trabajo es encontrar los objetos. Me tienen que gustar, aunque de entrada no sepa para qué o cómo los voy a utilizar, no me sirve cualquier cosa. Una vez que cuento con material, tengo dos formas de trabajar: una, en la que los objetos me inspiran, los voy juntando y me van guiando mientras construyo la escultura, y otra, que consiste en crear previamente una malla, o carcasa de varillas con la forma del animal que quiero hacer –sobre todo si se trata de una escultura grande–, para poder ir colocando las piezas que me permitan ir dando forma a la escultura.
En tu trabajo hay mucho de memoria, de pasado, de maravillosos artefactos que hoy en día, en una actualidad tan tecnologizada, ya no encontramos. Hay mucho de romanticismo en torno a nuestros viejos aparatos y cacharros de nuestros abuelos.
Creo que la infancia fija una serie de recuerdos y vivencias que te acompañan toda la vida. Mis esculturas son una combinación de aficiones y descubrimientos de mi niñez que han ido aflorando en mi vida artística, desde la biología, que me hizo descubrir y amar una profesora de mi escuela, a la arqueología, que siempre me ha acompañado como afición. Me encanta pasear por los mercadillos tipo rastro y tiendas de antigüedades que son como “cuevas de tesoros” en las que nunca sabes qué vas a encontrar. Todo ello, unido, da como resultado mis esculturas.
¿Te planteas, te saldría crear algo con los artilugios de plástico y silicio que se fabrican hoy en día?
Ni me lo planteo, ni me inspira, ni me apetece.
También hay mucho de reciclaje, de darle valor al residuo, de pensar que todo importa, de no asumir que todo es un usar y tirar cada vez más rápido…
Dar una segunda vida a las cosas o, mejor dicho, encontrar belleza donde otros no la ven siempre me ha gustado. Soy como un arqueólogo del óxido y lo usado. Me gusta enseñar esa belleza oculta, y que la gente se dé cuenta de que no hace falta tirar todo lo que ya no se usa.
Ya que estamos en el blog de Signus Ecovalor, ¿has utilizado en alguna de tus creaciones neumáticos, caucho?
Lo he intentado, pero es un material que no consigo dominar.
¿Y cuál es la familia de cacharros que más juego te da?
Una de las cosas que más me gustan son los moldes antiguos de madera. Cuando los encuentro, es como encontrar un tesoro escondido. Me encanta su diversidad de formas y la pátina que tienen.
¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de la evolución de nuestra sociedad en las últimas décadas?
Lo que más me gusta es la interconectividad, que un trabajo tuyo llegue de forma inmediata al otro lado del mundo. Lo que menos es el egoísmo imperante y la intolerancia que creo que las nuevas plataformas están acelerando.
¿Te preocupa el deterioro de las condiciones del planeta para la Humanidad? ¿Cuáles crees en este sentido que son los problemas más acuciantes?
Por supuesto que me preocupa, no hay plan B, tenemos que tratar a todo nuestro planeta como un ser vivo, con los mismos derechos que las personas y cuidarlo como si fuera nuestro propio jardín.
Aparte de este magistral trabajo de escultor-artesano, ¿cómo pasas el resto de los días?
Soy director de arte de la revista National Geographic España. Cuando acabo mi jornada, me voy a mi taller a seguir trabajando en mis esculturas, o a ver a mis galeristas, o buscar materiales nuevos, o a descansar y estar con mi familia, o quedar con mis amigos (menos de lo que me gustaría). Vaya, que aburrido nunca estoy.
Cuéntanos dónde acabas de exponer y dónde vas a exponer próximamente.
Ahora tengo piezas expuestas en la Galería Mad is Mad de Madrid, también en la Galería Villa del Arte de Barcelona, y estoy preparando una exposición en Alemania para principios de 2022.
Ahora mismo, ¿en qué piezas estás trabajando? Me imagino que vas completando varias a la vez. ¿O te centras en una sola?
Ahora mismo estoy haciendo un tigre de tamaño natural y lo voy alternando con otras piezas más pequeñas.
Pide un deseo: el objeto que te encantaría encontrar y que aún no has encontrado para una de tus esculturas.
Voy encontrando piezas de forma regular que son maravillosas. Compro bastante online y curiosamente muchas me las envían como un paquete a mi estudio. A menudo no me acuerdo de todo lo que voy comprando y cuando llegan es como recibir un regalo de Navidad.
‘El arca (reciclada) de Noé’ puede visitarse en la galería Mad is Mad (calle Pelayo, 48, Madrid) hasta el 4 de diciembre.
