César-Javier Palacios ocupa este mes nuestro espacio dedicado a los artistas que piensan en verde, porque es un auténtico artista de la palabra, un encantador de frases, un malabarista de pensamientos ecológicos que lleva 12 años escribiendo las columnas de ‘La Crónica Verde’, bajo el paraguas del periódico ‘20 Minutos’. Ahora, 66 de esos centenares de artículos han sido recogidos en un libro muy acertadamente titulado ‘NaturalMente’ (editorial Plaza y Valdés), ‘píldoras de ciencia y conciencia’.
Un libro ecofeminista
Lo primero, decir que es un libro fundamentalmente ecofeminista, porque sus 192 páginas son una gran defensa de las mujeres y de la mayor hembra de todas, la Madre Naturaleza. Esperanza tiene nombre de mujer es el título de una de estas columnas. Dice: “Si quieres conocer a una persona, no le preguntes lo que piensa sino lo que ama, decía san Agustín. Y más allá de las muchas cicatrices que infligimos a nuestra maltrecha naturaleza, incluso en estos espacios tan especiales nos queda el amor, inmenso amor, por sus montañas, selvas, cascadas, nubes y nieblas, lluvias, brisas, aves y mariposas, praderas; todo bellezas, en femenino. Nos queda Esperanza. Y es mujer. En femenino. Como la biodiversidad”.
César-Javier lleva consigo mucha de la sabiduría de los abuelos de pueblo. De viejo castellano, él que es de Burgos, y hace gala de ello tanto como de la tierra que le ha acogido desde hace dos décadas, con la energía del viento y las olas, la isla de Fuerteventura. Es un gran reciclador de charletas, chascarrillos, refranes, viejos consejos, historias de siempre. Muy de pueblo, en el mejor sentido de la palabra. Muy abuelo, muy pegado a la tierra y a los pueblos pequeños. Dice en Llanto por la España sin nadie: “Hemos viajado juntos y viendo el desprecio generalizado por el terruño español, ese terroir del que hacen gala los galos como seña de identidad más querida y nosotros medio ignoramos, medio destrozamos, ha acabado por entender el éxodo. Si los compatriotas no valoran tu trabajo, se niegan a pagar un precio justo por los productos locales y no te respetan y admiran, es normal que, como hizo mi padre, un buen día cierres la puerta de tu casa en el pueblo y te dirijas a esa ciudad donde hay tanto por perder y tan poco por ganar”.
Apúntate a la búsqueda activa de silencio
Profesionalmente, a César-Javier Palacios –licenciado en Geografía e Historia, doctor en Historia del Arte, periodista ambiental (escribe también en las revistas El Asombrario y Archiletras, y es colaborador del programa de RNE El gallo que no cesa), guía turístico– le podríamos calificar en dos palabras como animador ambiental (en paralelismo con lo de animador cultural). Es incansable, y a veces confiesa que le gustaría parar, detenerse y quedarse contemplando, más de lo que lo hace. Y veces lo deja por escrito, como en la columna Apúntate a la búsqueda activa de silencio: “Mi silencio está lleno de sonidos; esos del entorno y los de mis ideas burbujeando sin tregua en la cabeza. Estaré callado, pero no dejo de hablar conmigo. Me cuento lo que veo, reflexiones sobre lo que hice o haré o nunca hice y siempre echaré de menos. Para mí es pura medicina, puro poder creativo, además de una importante fuente de autoconocimiento. Cuando salgo al campo soy ante todo un buscador de silencio, admiro esos lugares callados de nuestros espacios protegidos donde encuentras pequeñas pausas en la vida siguiendo el vuelo tranquilo de un buitre, los chapuzones del martín pescador, el martilleo de un pájaro carpintero agujereando un tronco o los baños de sol de una lagartija. Pienso en halcones peregrinos. (…) Haz la prueba. No temas al silencio. Más allá de los auriculares hay todo un mundo por descubrir sin más ruidos que los de tu propia vida”.
Contra la ansiedad, baños de bosque
Sobre todo es un hombre amable y acogedor, que reivindica el sosiego, la sensatez, el ritmo pausado, el sentido común, la conversación tranquila, la amistad, el paisaje y el paisanaje. Y eso se nota cuando escribe. Contra la ansiedad, baños de bosque: “Son tan mágicos los bosques vetustos que hasta tienen extraordinarios poderes sanadores. ¿Te parece una exageración? Pues sigue leyendo. Los árboles muy viejos emiten al aire ciertas sustancias beneficiosas para nuestra salud. Está confirmado científicamente. Profesionales sanitarios e investigadores de la Universidad de Girona han comprobado mejorías en enfermos de fibromialgia, a quienes se propuso realizar ejercicios moderados en este tipo de bosques. Según dichos estudios, los paseos entre árboles centenarios tienen efectos terapéuticos, pues mitigan el dolor y combaten el insomnio de los pacientes. También se ha probado una reducción del estrés, la hipertensión y la ansiedad”.
Pero sobre todo el artista que nos ocupa va envuelto en un halo de optimismo y energía positiva, en una sonrisa enorme que le lleva a mirar lo bueno de cada instante. Le dotaron –no sé si sus padres o los astros y las estrellas– con un extraordinario buen humor, sin estridencias ni sabores ácidos. Escribe en Paseos que curan cuerpo y alma: “Marchas sazonadas con conversaciones relajadas, intrascendentes, camino arriba y abajo, aprovechando la fresca, saludando a unos y a otros, admirando proezas tan cotidianas como el movimiento de las nubes o las chácharas atropelladas de los árboles agitados por el viento, la carrera nerviosa de un conejo, el salto huidizo del corzo, la delicadeza del vuelo de una mariposa. Si el paseo es solitario, la conversación se transforma, como diría el inmortal Antonio Machado, en plática con ese buen amigo que nos enseñó el secreto de la melancolía: nosotros mismos”.
NaturalMente: no podemos caer en derrotismo
Vamos cerrando como empezamos. En femenino, porque los prólogos de NaturalMente y la presentación del libro en Madrid (en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, mejor casa imposible) han corrido a cargo de dos mujeres de mucho fuste natural: Asun Ruiz, directora de SEO-BirdLife, y Encarna Samitier, directora del periódico 20 minutos. Dejamos unas frases de cada una dedicadas a este hombre sabio y suave, que no teme mostrar emociones y delicadezas. Asun Ruiz: “A veces es tan difícil escribir de una manera sencilla, para que al leerlo te despierte emociones y te haga removerte en tu silla… Y este libro, que es una cura extraordinaria para enfrentarse a la patología del déficit de naturaleza, lo consigue”. Encarna Parmentier: “Es un poeta. Por algo el libro comienza con unos versos de Pedro Salinas: ‘Qué alegría vivir / sintiéndose vivido’. Y yo lo comparo con Josep Pla, que también hablaba de sensaciones, paseos, los sentidos, el sentido del humor, las cosas pequeñas, que decía: Percibir es mucho más difícil que opinar, por eso todo el mundo opina. Y César-Javier sabe percibir como nadie. Aporta cultura sin impostura. Con optimismo y sentido del humor. Aquí hay herrerillos, pero también están Neruda y Platón. Sabe divulgar, interpretar y entusiasmar. Como una buena depuradora de agua, Cesar Javier sabe filtrar bien, potabilizar la información, para que nos llegue limpia, fresca, clara, y nos apetezca seguir bebiendo”.
Y es que hay tanto ruido alrededor nuestro… Terminamos con unas palabras del autor cogidas al vuelo de su presentación en Madrid, reflexiones, casi haikus: “Hemos de reconectar con la naturaleza y con nuestras raíces”. “No podemos perder la capacidad de asombro”. “Hay que feminizar la sociedad”. “Nos perdemos tantas cosas por ir tan deprisa, tan a la carrera…”. “Es un libro muy optimista; no podemos caer en derrotismos”.
Y conectando con la filosofía del reciclaje, que es buena razón de ser de este blog, Palacios subraya: “Cuando lo nuevo es volver a lo viejo. Cuando lo más nuevo es reciclar, los sabores naturales del campo como los de las huertas de antaño, volver al campo…”.
Ahí, en la naturaleza, está todo. NaturalMente.