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Los neumáticos también son para el verano

Ahora que estamos en plena época estival conviene recordar algunos de las situaciones con las que nos podemos encontrar al tener que coger el coche. Hemos hecho una selección de los más comunes para que los tengas en cuenta, no sólo en verano sino siempre, especialmente cuando vayas a hacer largos recorridos.

Ahora que estamos en plena época estival conviene recordar algunos de las situaciones con las que nos podemos encontrar al tener que coger el coche. Hemos hecho una selección de los más comunes para que los tengas en cuenta, no solo en verano sino siempre, especialmente cuando vayas a hacer largos recorridos.

Los neumáticos sufren un mayor desgaste en verano. Cuando mayor es la distancia a recorrer y la temperatura a la que están sometidos mayor será el desgaste a los que estarán expuestos. Tienes que tener en cuenta que el asfalto normalmente se encuentra a una temperatura de 10 grados más respecto a la que marca el termómetro. Y es que si tienes los neumáticos muy desgastados (con un dibujo inferior a los 1,6 milímetros) puede suponerte una sanción de 200 euros. ¡Y eso por cada uno de los neumáticos que estén en mal estado! Además puede suponer un riesgo muy importante de pinchazo y colisión del vehículo.

La arena. En plenas vacaciones estivales es habitual ir a la playa y llevarnos adherida (no solo en los pies) la arena. Así es: la arena se acumula en la banda de rodadura haciendo que el neumático pierda parte de su capacidad de agarre durante los primeros metros. Por eso, recuerda que al coger el coche después de un día de playa no acelerar rápidamente para evitar derrapes.

La presión. Las temperaturas extremas (tanto en invierno como en verano) también tiene un impacto en la presión de los neumáticos. Además, la baja presión puede deberse a la pérdida de tapones de válvula por la que haya salido el aire de la cámara. En cuanto a la sobrepresión, viene dada muchas veces por el desconocimiento del usuario en cuanto a cuantas atmósferas tiene que ir el neumático. Puede ser motivo de baja adherencia al asfalto y aumento de la probabilidad de accidente. Puedes consultar en el manual del fabricante en el que se indica la presión a la cual deben ir los neumáticos. Y recuerda, ¡las ruedas delanteras no van a la misma presión que las traseras!

Deformaciones. No es solamente debido a las altas temperaturas. Las deformaciones pueden ser causadas, por ejemplo, por errores en la alineación que acaban produciéndolas y zonas de desgaste desigual en el neumático. Un extremo que puede incrementar la distancia de frenado cuando el suelo esté mojado o haya algún otro elemento deslizante.

Para evitar sustos, es recomendable que antes de emprender un viaje largo (o al menos una vez al año) vayas a tu taller de confianza a hacer una revisión del vehículo donde se incluyan, también, los neumáticos. De esta manera evitaras otros problemas y sustos que pueden reducir la vida útil de las gomas hasta un 50 %.

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