Si bien con cifras muchísimo menores que las del mercado de neumáticos para turismos, que está por encima del millón al mes, el de neumáticos agrícolas supone un área de negocio que los fabricantes cuidan y en la que también invierten en I+D+i para dotarlos de mejores prestaciones y rendimientos.
Este mercado de neumáticos agrícolas está catalogado por los fabricantes como de productos comerciales y abarca también los de camiones y los industriales. Los neumáticos para coches, motos o furgonetas son el mercado de productos de consumo. «Los productos comerciales representan en torno a un 10 por ciento de todos los productos. En el total de nuestra compañía, suponen poco más de un 1 por ciento de la cifra de negocio. Esto son cifras de España», explica José Palomares, jefe de Producto Agrícola y Off the road de Firestone España.
«En nuestras estimaciones, calculamos que en España se comercializan en torno a 200.000 neumáticos agrícolas al año, de las marcas principales y también de las de importación, en total entre 15 y 20 marcas, con distintas cuotas de mercado. De ellos, unos 150.00 serían los vendidos por reposición y 50.000 de manera indirecta a través de los tractores nuevos». Y aquí se incluiría todo tipo de neumático agrícola, «ya sean tractores, cosechadoras, remolques u otro tipo de maquinarias agroindustriales, y también los de construcción radial y diagonal».
Se mueven con estimaciones propias porque «no hay una entidad pública que recopile los datos sobre producción o venta de neumáticos. Los fabricantes tenemos Europool, de la ETRMA (Asociación Europea de Fabricantes de neumáticos y caucho, en sus siglas en inglés), que da referencia del número de neumáticos vendidos por los fabricantes cada mes». Aunque ahí no están todas las marcas. No están, por ejemplo, una serie de fabricantes indios, turcos o chinos, «que no son los principales, pero están ganando cada vez más peso en el mercado».
Pero la agricultura es una actividad que requiere trabajos muy diversos. No se trata solo de que hay muchos tipos de cultivos, también muchas labores agrícolas diferentes, no todas directamente relacionadas con el trabajo directo de la tierra, sino posteriores como cosechar, podar, regar, aplicar tratamientos, etc. «hay tantas variedades de trabajo agrícola, o industriales relacionadas con la agricultura, que las máquinas requieren neumáticos específicos, capaces de responder a exigencias un poco más concretas según las aplicaciones que vayan a tener. Por eso, dentro de los neumáticos agrícolas, los fabricantes tenemos distintas gamas que están orientadas a cada uno de esos usos, pero también, incluso, a diferentes tipos de clientes dentro de los mismo usos».
Es decir, que además de en qué máquinas van a ir montadas, «hay que tener en cuenta las prestaciones del motor y en qué trabaja el agricultor». Por ejemplo, un tractor o una máquina para aplicar tratamientos (fumigación o herbicidas) en viñedos o frutales. «En esos campos las hileras de las plantas del cultivo pueden estar muy próximas y aquí se requieren neumáticos más estrechos, para pasar entre esos hilos sin pisar ni dañar los cultivos». Para esos casos, según nos cuenta José Palomares «es muy habitual que un tractor tenga su juego de neumático normal y su juego de neumático estrecho».
Como ejemplo de tractor utilizado para un cultivo muy específico y, por tanto con necesidades particulares, está el dedicado al arroz. «Como el arroz crece en terrenos encharcados, las ruedas que se ponen atrás tradicionalmente son metálicas. Nosotros tenemos unos neumáticos que tienen la característica de que tienen las barras muy altas, mucho más de lo normal, y con una orientación específica, para que el tractor pueda trabajar en esos terrenos encharcados, para que tenga mejores rendimientos, mejor agarre y tracción y menor compactación del suelo, ya que los terrenos húmedos son más complicados en este sentido». Sin embargo, este tipo concreto de neumáticos para terrenos húmedos «que es como se denominan habitualmente, Firestone los fabrica dentro de su gama agrícola americana. Lo que pasa es que en Europa hay determinados clientes que nos los piden, porque también son diferentes: allí los tractores apenas van por carreteras».
Inesperadamente aparece una diferencia en las características de los neumáticos agrícolas según su mercado de destino sea el de Estados Unidos o el europeo. «En Estados Unidos el tractor nace y muere en el campo. Apenas hace labores de acarreo, de transporte. Por tanto, el diseño de los neumáticos para aquel mercado digamos que es más sencillo, no tiene que tener ese equilibrio entre carretera y campo. La carretera desgasta más el neumático, así que hay que restar de un lado y ponerlo en otro, por decirlo así».
Sin embargo, en España «como en general en toda Europa, independientemente de la estructura del sector agroalimentario de cada país, es común que los tractores hagan labores tanto de puro trabajo agrícola como de transporte, de aperos, de remolques, etc. En definitiva circulan bastante por carreteras. Por eso los fabricantes solemos tener centros para diseñar neumáticos y fábricas para el mercado europeo y para el americano».
Dentro de cada mercado, de cada tipo de máquinas y funciones, y de cada tipo de cultivo, además, también tipos de clientes. Palomares conoce bien este ámbito «Básicamente hay tres tipos diferentes de usuarios: el agricultor que mira sobre todo el precio; el que hace sus cálculos de rendimientos, de costes horarios, etc.; y el tercer tipo sería una empresa de servicios o de producción agrícola que contempla tanto la cuenta de resultados de su compañía, como los costes, la producción, los impactos, la conservación del suelo, etc.». Uno u otro va a «tener exigencias diferentes y las prescripciones que les hagamos variarán también. De centrarnos solo en los mínimos de capacidad de carga, a tener en cuenta el trabajo intensivo en miles de hectáreas al año que hace una empresa agraria y los ahorros que les pueda suponer una inversión en neumáticos de gamas más altas».