Europa se enfrenta a grandes retos medioambientales en el siglo XXI. Uno de ellos es, sin duda, el desarrollo de un modelo de producción y consumo que permita disminuir el uso de recursos naturales y reducir la generación de residuos. O dicho de otro modo, un modelo de desarrollo que apueste por la economía circular en los procesos productivos.
Entre las innovaciones tecnológicas más significativas relacionadas con la economía circular, hoy traemos al blog de SIGNUS la pirólisis como una alternativa sostenible para abordar el problema cada vez mayor de los neumáticos usados al final de su vida útil. Muy especialmente en un momento en el que la Comisión Europea parece decidida a prohibir el uso de granulado de caucho reciclado en los campos de fútbol de césped artificial, que ha sido durante mucho tiempo uno de los productos derivados de los neumáticos al final de su vida útil (NFVU) más demandados del mercado.
En este contexto, la pirólisis se abre paso como una solución viable para reciclar y valorizar los miles de toneladas de neumáticos que se generan anualmente en España. Pero conozcamos un poco mejor esta tecnología que permite dar una nueva vida a los neumáticos gastados: ¿qué es la pirólisis? ¿Por qué puede resultar tan útil en el sector de los NFVU?
Aceite pirolítico para producir electricidad
La pirólisis se define como la degradación térmica de una sustancia en ausencia de oxígeno. Este proceso produce un gas que, al enfriarse y condensarse, se transforma en un aceite pirolítico de gran utilidad en la producción de energía eléctrica o térmica; la fracción que no se condensa se emplea como gas para autoabastecer a la propia planta pirolítica.
La pirólisis de neumáticos deja, además, dos fracciones sólidas fácilmente reconocibles: el negro carbón y el alambre de acero. Ambos son recuperados y utilizados como materias primas en procesos industriales.
La valorización energética contribuye a los objetivos de la UE para 2030 de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al menos un 55% con respecto a 1990 y al menos un 32% de energías renovables en el consumo de energía, y así avanzar hacia una economía circular de bajo consumo en carbono.
Las cualidades del negro de carbón
El negro de carbón, conocido en inglés como carbon black, es esencial en la fabricación de neumáticos (el 22% de su composición) y se obtiene tradicionalmente de materias primas fósiles. Se compone de partículas de carbono altamente refinadas y se utiliza principalmente para fortalecer el caucho del neumático, lo que mejora su vulcanización y aumenta su resistencia a la tracción, torsión y desgaste. También actúa como pigmento, así como estabilizador de rayos ultravioleta, lo que da como resultado el característico color negro de los neumáticos. El acero, por su parte, se envía a las acerías donde se vuelve a utilizar en el proceso de elaboración de acero.
“Por lo general, el negro de carbón reciclado y la industria de pirólisis de neumáticos están recibiendo mucha atención actualmente, porque grandes empresas como Michelin y BASF han realizado importantes inversiones y acuerdos de desarrollo conjunto con empresas de pirólisis de neumáticos”, señala Martin von Wolfersdorff, experto mundial de reconocido prestigio especializado en el reciclado de neumáticos y la recuperación de neumáticos.
Entre estas inversiones, destaca la reciente adquisición de la planta pirolítica de Murfitts en Reino Unido por parte de la empresa de servicios de automoción European Tyre Enterprise Ltd (ETEL), un grupo internacional que aglutina a minoristas y mayoristas de neumáticos en varios países de Europa. De esta forma, ETEL apuesta por el desarrollo de tecnologías innovadoras que permiten recuperar los materiales utilizados en la producción de neumáticos y reutilizarlos para la fabricación de productos industriales.
Conferencia de negro carbón en Barcelona
El reciente interés por el negro carbón reciclado se debe a su potencial en la industria de los neumáticos y otros sectores productivos. Sin embargo, este recurso escasea en el mundo occidental. “Menos del 1% de los NFU de Europa y los Estados Unidos se reciclan mediante pirólisis. Es una tremenda oportunidad de mercado”, destaca Wolfersdorff, que ha participado en Recovered Carbon Black Conference 2023, celebrado en Barcelona del 6 al 8 de noviembre.
Este encuentro es el principal evento de la industria del negro carbón reciclado en Europa, que por primera vez se ha centrado fundamentalmente en la pirólisis de neumáticos. La conferencia ha reunido a más de 380 representantes del sector para dar a conocer las tendencias mundiales, las nuevas tecnologías y los avances más recientes en este mercado.
Fabricación de neumáticos nuevos
Durante los tres días de conferencia, se ha destacado el papel de la pirólisis como una opción sostenible para solventar el grave problema de los neumáticos usados en el mundo, pero también como una gran oportunidad para aumentar la cantidad de materiales reciclados en la industria de la automoción, y más concretamente en la fabricación de neumáticos. Los expertos estiman que más del 90% de la producción de pirólisis de neumáticos se podría destinar a la producción de neumáticos nuevos.
Esta tecnología ayudará a promover las iniciativas de sostenibilidad de la industria del neumático al sustituir una de las principales materias primas de los neumáticos, el negro carbón, por un producto reciclado.
En palabras de Mark Murfitt, fundador de Murfitts Industries, empresa británica dedicada al tratamiento de neumáticos usados: “la sociedad está cada vez más pendiente de lo que ocurre con los productos fuera de uso, una vez que han cumplido su vida útil. Por eso debemos seguir invirtiendo en programas de innovación y desarrollo en torno a la pirólisis de los neumáticos. Esta tecnología podría cambiar las reglas del juego a la hora de reducir los residuos y recuperar materias primas aún más valiosas».
Plantas pirolíticas en España
En nuestro país, Greenval Technologies, empresa aragonesa pionera en la valorización y recuperación de residuos a través de la pirólisis de neumáticos fuera de uso con tecnología propia codesarrollada con el CSIC, va a construir cuatro plantas pirolíticas en diferentes comunidades autónomas de España. Estas plantas serían las primeras de su tipo en el país y situarían a España a la vanguardia europea en el número de plantas de Pirólisis de NFVU. Se espera que estén ubicadas estratégicamente cerca de las instalaciones de tratamiento y reciclaje de neumáticos, optimizando los recursos y promoviendo la economía circular. Cada planta tendría una capacidad de tratamiento de 10.000 toneladas de neumáticos fuera de uso al año, con un diseño modular y una inversión total de 12 millones de euros por planta.
Reciclar el caucho es una gran forma de contribuir a la preservación del medio ambiente. Sus múltiples usos lo hacen una solución sostenible para grandes proyectos. De hecho, conozco también a Caepa en Panamá, quienes realizan una gran labor con el reciclaje de llantas. https://caepapanama.com/
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