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Un Mundial de fútbol sostenible (¿en Qatar?)

Mucho se ha hablado estas semanas sobre los estándares sociales de Qatar. Sin embargo, poco o nada se ha dicho sobre los aspectos ambientales del Mundial. ¿Es posible hablar de un Mundial sostenible? Vamos cuáles son los datos. ¿Las conclusiones? Poco lugar a dudas.

¿Qué tiempo hace en Qatar?

Uno de los aspectos que más está llamando la atención del Mundial es el aire acondicionado presente en cualquier rincón de la capital, Doha. Más allá de los lugares más habituales, como hoteles y centros comerciales, el aire acondicionado se ha llegado a instalar en plena calle, al aire libre, en el distrito Katara Cultural Village o en los mismos estadios de fútbol. Ambas decisiones muy cuestionables desde el punto de vista económico y ambiental.

¿A qué se debe esta proliferación de aire acondicionado? Si echamos un vistazo al tiempo que hace en Qatar nos podemos hacer una idea de los retos a los que se enfrenta su capital construida en medio del desierto. En esta web podemos observar la media de temperatura anual durante todo el año. Este mes de noviembre, sin ir más lejos, la oscilación térmica media va de los 24 grados de mínima a los 29 de máxima, con un solo día de lluvia. De hecho, de media durante todo el año solamente llueve seis días de 365 (de media, 71 litros por metro cuadrado anuales) y la mayoría de meses la temperatura máxima supera los 30 grados centígrados. 

A pesar de este régimen pluviométrico y contrariamente a lo esperado, el consumo de agua en Qatar se sitúa entre los más elevados del mundo “estimado en más de 500 litros persona y día” según explica el Qatar Tribune .

¿De dónde sale tanta agua?

Pues de las 12 plantas desalanizadoras de agua que tiene distribuidas por todo el país y generan el 61 % del agua que consume el país. Una ingente cantidad de líquido que requiere, a su vez, una gran cantidad de energía eléctrica para producirla. Y es que la energía necesaria para mover el país es, al 100 %, de origen no renovable. El pequeño país asiático, que debe su inmensa fortuna a los yacimientos de petróleo y de gas, esas mismas fuentes energéticas son las que también se utilizan para mover la economía del país. Si echamos un vistazo a los datos del Mundial vemos que la generación de energía renovable no llega al 0,05 % del total producido.

Otro de los aspectos que preocupan, y mucho, son las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que suponen y supondrán el Mundial de Qatar. Por ello, la FIFA elaboró un informe sobre los gases emitidos tanto durante la etapa 1 de preparación, la etapa 2 de desarrollo del Mundial de fútbol y la etapa 3 de post Mundial. Te puedes descargar el informe aquí. El informe indica que en la primera etapa se emitieron el 24,48 % del total de GEI, mientras que en la fase 2 le correspondería el 74,69 % y en la etapa 3, el 0,83%. “Se ha calculado que el Mundial de Qatar emitirá, en sus tres etapas, 3.631.034 toneladas de CO2 equivalentes”, explica el informe Greenhouse gas accounting report, elaborado por la FIFA.  ¿Y de qué forma pretende la FIFA reducir el impacto ambiental? En el documento Sustainability strategy indica cuáles serán sus líneas de trabajo: construcción sostenible, contaminación atmosférica, control de emisión de GEI, procedimientos sostenibles, gestión de residuos y el buen uso del agua.

Greenwashing para el Mundial

Escarbando en los informes, se puede observar que los datos de la FIFA, al menos desde el punto de vista ambiental, son más que cuestionables. Es el caso de, por ejemplo, la cuantificación que realiza de los gases de efecto invernadero imputables a la etapa 1, la correspondiente a la preparación y construcción, que solamente le asigna el 24,48 % del total del evento.

Echando un vistazo a las infraestructuras que se han construido durante los 12 años desde que Qatar consiguió los derechos de organización en diciembre de 2010, es poco creíble que solamente se le imputen el 25 % de los GEI del acontecimiento. Sin ir más lejos, los 8 estadios que puedes consultar aquí , además de otras infraestructuras como hoteles o carreteras hechos para la ocasión superan de largo ese porcentaje. Además, el análisis que realiza la FIFA sobre la gestión de residuos o el ahorro del agua son tan pobres que solo puede ser clasificado de una forma: greenwashing de libro.

¿Es el Mundial de Qatar un mundial sostenible desde el punto de vista ambiental cuando es el petróleo y el gas el combustible que lo mantiene en movimiento? Difícilmente.

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