Si quedarse en casa ha resultado ser la medida más efectiva para frenar la expansión del coronavirus en el mundo entero, la incineración de residuos a más de 1.000 grados de temperatura es la principal recomendación de las autoridades sanitarias para eliminar hasta el último rastro que pueda dejar el virus Covid-19 en tejidos, restos de alimentos o productos contaminados, evitando así un efecto rebote de consecuencias impredecibles.