Son numerosas las ocasiones en las que no caemos en la cuenta del papel que juegan en la sostenibilidad aquellos elementos que nos rodean. Sí, sabemos la importancia que juegan los vehículos de combustión en la reducción de emisiones o el valor que tiene el reciclaje. Pero seguramente, son muy pocos los momentos en los que hemos pensado el papel que juegan las construcciones que vemos a diario. Y sin embargo, juegan un rol fundamental. Por eso, los nuevos edificios sostenibles están empezando a cobrar la importancia que se merecen.
Aunque otros sectores son los que se llevan habitualmente el sambenito de ser los más contaminantes, la realidad es que el de la construcción es uno de los más contaminante. Concretamente genera el 39% de todas las emisiones mundiales de CO2 según un estudio del programa de la ONU, GlobalABC. Según ese informe, cada mes se realizan construcciones que ocupan la totalidad de la superficie de Nueva York y desde hace dos años, los objetos que producimos superan a la biomasa de la Tierra por lo que es imprescindible que la construcción trabaje con nuevos procesos que cambien esta tendencia destructiva.
Cambiar el foco para hacer edificios sostenibles
Cuando hablamos de construcción y de edificios sostenibles, habitualmente pensamos en la reducción de consumos energéticos. Tanto en los hogares como en las oficinas y en la industria la tecnología ha ayudado a que esos consumos sean más eficientes y se reduzcan de paso los costes derivados. Las nuevas construcciones se realizan siguiendo esos parámetros de reducción de consumos energéticos y cada vez se apuesta por la incorporación de tecnologías como la implementación de paneles solares o la apuesta por la geotermia. Asimismo se incorporan diferentes tecnología domóticas como termostatos o persianas inteligentes para reducir esos consumos. Se trata de un puntos importantes, pero el sector de la construcción debe mejorar e ir un paso más allá y empezar a pensar en las emisiones que se generan, por ejemplo, en el proceso de fabricación de los materiales o en el degradado que van a sufrir con el paso del tiempo.
Uno de los próximos objetivos en el que deben centrarse las empresas del sector de la construcción para construir edificios sostenibles debe pasar precisamente por este punto. Se trata de que se evaluar cada uno de los materiales que se necesitan en una construcción. Alargar el ciclo de vida de cada uno de ellos debe convertirse en una prioridad. La ecuación es sencilla: si una tubería alarga su vida útil no será necesario sustituirla, por lo que estaremos contribuyendo a mejorar la sostenibilidad.
Según el informe de referencia la vida media de un edificio comercial se sitúa en torno a los 50 años. Aumentar ese tiempo y realizar una correcta gestión de los componentes del mismo reduciría un 11% las emisiones de CO2 y asimismo, se reduciría la demanda de nuevos edificios alrededor de un 20% de aquí al año 2050. Es decir, el objetivo no debe ser el de construir nuevos edificios por muy sostenibles que éstos sean, sino el de aprovechar al máximo los ya construidos.
Tecnología para ayudar a construir edificios sostenibles
Hay que cambiar la forma en la que se vienen construyendo los edificios. De la misma forma que otros sectores ya se han marcado el objetivo de conseguir las cero emisiones, la construcción debe cambiar su operativa desde la fase de diseño de un edificio. Este primer paso dará lugar a que se puedan construir y gestionar edificios sostenibles. No se trata de incorporar sólo tecnologías para la reducción de los consumos energéticos sino de apostar también por otro tipo de tendencias TIC que logre el objetivo de reducir las emisiones desde que se empieza una obra hasta que es disfrutada por su propietario.
Entre esas nuevas tecnologías que ayudan a la consecución del objetivo se encuentran el Big Data, el Machine Learning y por supuesto, la Inteligencia Artificial. Gracias a la potencia que ofrecen los entornos y plataformas cloud, los estudios de arquitectura, las constructoras y los proveedores tienen acceso a infinidad de datos que analizados previamente permiten una toma de decisiones en tiempo real que favorecen a la economía circular, el uso eficiente de los recursos y mejoran la sostenibilidad de la totalidad de procesos.
Son numerosos los sectores que están incorporando la analítica de datos y la IA para mejorar sus procesos productivos que además de reducir los costes, les permita ser más sostenibles. De la misma forma que lo hacen estos sectores, el de la construcción puede hacer uso de la Inteligencia Artificial para detectar patrones y comprender datos de forma eficiente y rápida. Con su empleo, los edificios sostenibles al 100% pueden ser una realidad. Las empresas constructoras no sólo mejorarán su índice de emisiones sino que además, podrán realizar obras que mejoren otros factores como el de tener edificios más seguros. Asimismo, podrán reducir el consumo y optimizarán los materiales que se emplean, lo que incrementará la productividad y mejorará la eficiencia. Por ejemplo, podrá conocer al detalle el número de ladrillos necesarios para construir una casa o cuál es el mejor momento para realizar un pedido.
La transformación digital en la que están imbuidas la mayoría de las organizaciones también debe incorporarse al sector de la construcción que debe ir, poco a poco, dejando de lado los procesos de construcción más tradicionales que son menos sostenibles y más costosos. La gran ventaja de la utilización de la inteligencia artificial en los procesos de construcción es que impacta en toda la cadena de valor: desde la producción de los materiales hasta el desarrollo y la gestión de la obra.
Dónde aplicar la IA en arquitectura
El encargado de la obra es un elemento fundamental en el buen desarrollo de la misma. El problema es que, en numerosas ocasiones, tiene que lidiar con tareas monótonas y repetitivas que requieren de mucho tiempo. Eliminar de su jornada laboral esas tareas para que se dedique más en profundidad a aquellas más vitales para el desarrollo de una obra es uno de los objetivos que pretenden conseguir las constructoras que han empezado a utilizar plataformas de IA para mejorar los tiempos de construcción, reducir los costes e incrementar la calidad de los procesos que conforman la construcción de un edificio sostenible. Gracias al uso de la Inteligencia Artificial, estos empleados ven reducida la posibilidad de cometer errores y sobre todo, puede eliminar las sobrecargas laborales.
Asimismo, la Inteligencia Artificial se está empleando por estudios de arquitectura en el denominado diseño generativo, que permite explorar diferentes versiones de un determinado modelo para encontrar la opción más sostenible y que ofrece un menor coste para la constructora. Gracias a ello, la IA explora infinidad de posibilidades y ofrece al arquitecto la posibilidad de introducir cambios para hacer el diseño más seguro, más económico, más sostenible y más barato.
Finalmente, el otro punto en el que el sector de la construcción empieza a observar las posibilidades que le ofrece la IA es el uso de vehículos autónomos. Aunque todavía incipiente, algunas de las principales organizaciones del sector han empezado a invertir en máquinas de construcción autónomas que realizan tareas simples para que los empleados puedan dedicarse a tareas que requieren de una mayor complejidad. Algunas de esas máquinas se emplean en el vertido de hormigón, la soldadura de elementos o la colocación de ladrillos.
En definitiva, tecnologías como la Inteligencia Artificial o el Big Data ayudarán a mejorar los procesos productivos para avanzar hacia una construcción más inteligente que permita la creación de edificios sostenibles reales.
