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Ciervo pintado en un mural en un edificio deGeldo Ciervo pintado en un mural en un edificio deGeldo

Murales que devuelven cariño a nuestros compañeros peludos

Hoy conocemos a Xokala, un reconocido artista «urbano» -tres de sus murales han sido elegidos entre los 18 mejores grafitis de España (y los 100 del mundo) del año 2021- que nos ha impactado por su arte realista de exaltación de los animales.

En la serie ‘Artistas en Verde’, estábamos echando de menos traer a algún artista urbano, de los que pintan grandes murales en muros y medianeras de edificios en pueblos y ciudades. Y hemos encontrado a Xolaka, que nos ha impactado por su arte realista de exaltación de los animales y de nuestra tierna relación con ellos. Comenzó en 2013 y se declara orgulloso de lo que ha conseguido en este tiempo con su grandes figuras de fauna autóctona. Nos nos extraña. Tres murales de Xolaka han sido elegidos entre los 18 mejores grafitis de España (y los 100 del mundo) del año 2021. Seleccionados por la mayor comunidad de aficionados al arte urbano: Street Art Cities. Todo un logro para un artista urbano español

“Es que muchas veces nos vamos a animales exóticos, lejanos, y yo lo que quiero es reivindicar lo bonitos que son nuestros animales, los de aquí, los más cercanos a nosotros”, me explica. Así que ahí tenemos sus osos, ciervos, zorros, caballos, su señora con las gallinas o las ovejas, sus muchachas con gatos, sus abuelos con perros o sus aves, como el trepador azul y el arrendajo, pintados en Torrellas (Zaragoza). Toda una exaltación del mundo animal, que incluye a nuestros compañeros peludos.

Además, Xolaka es de los que opinan que “hay mucha gente muy despistada con el cuidado del planeta y del medioambiente”. Y añade: “Tenemos que poner de nuestra parte. Entre todos, con pequeñas acciones podemos conseguir grandes cosas; por ejemplo, reciclando y comprando en las tiendas del barrio o del pueblo”.

Presencia en el día a día

Con sus sprays, en su día a día, él hace que no nos olvidemos de nuestros compañeros no humanos, que nos dan vidilla, ternura y cariño.

Nació en 1982 en l’Alcúdia de Crespins (Valencia) y ahora vive en Albacete. Se llama Ángel, pero prefiere el anonimato, no mostrar su cara y ser conocido por Xolaka, el apodo que se puso cuando comenzó como grafitero en la década pasada. Una reivindicación del nombre artístico frente al oficial, muy habitual en los artistas urbanos.

Desde pequeño le gustó dibujar. “En mi pueblo a los niños nos apuntaban a clases de dibujo, kárate, mecanografía o fútbol. Como no me gustaba el fútbol, tuve la suerte de que desde bien pequeño empecé a dibujar y pintar. Con 11 años ya pintaba al óleo”. Afición que le llevó a estudiar Bellas Artes en Valencia y a pintar cuadros cuando se licenció en 2007. “Hasta que noté que el cuadro se me quedaba pequeño, que me aburría y que además luego casi nadie veía mi obra”.

Así que salió a la calle, a los muros de la calle, y rápidamente pasó del grafiti de tipografías al mural de figuras realistas, a encargos que desde entonces le han permitido vivir de esto. “Realistas, eh; no hiperrealistas, como dicen algunos. Que el hiperrealismo queda tan rechupado y repulido que parece una fotografía; a mí me gusta que se note la huella de la herramienta, de la pintura. Por eso digo que es realismo y no hiperrealismo”.

De los camiones a los osos y zorros

Entre los murales realizados por Xolaka que más repercusión han tenido, el gato y la zorra de nada menos que 23 metros (“raposa, como dicen allí) que ha pintado en Lugones y en Pola de Siero (Asturias), y el ciervo de Geldo (Castellón).

Entre los últimos, el oso que realizó en enero para Delgo, Operador de Transportes, empresa en Massalfassar (Valencia). Nos dice: “Delgo apuesta por la ecología en su empresa con sus camiones de gas y querían que esta premisa se viera reflejada en el mural”. “La mayoría de las veces, solo me dan una consigna, una temática; por ejemplo, me dicen: ecología. Y luego yo ejerzo mi libertad de artista”. Siempre a partir de fotografías y con trabajos que pueden prolongarse 7 o 9 días para una medianera de un edificio de cinco plantas.

Por cierto, que sus comienzos en este arte están muy ligados al mundo de las ruedas y el motor que nos da soporte aquí en Signus Ecovalor: un mural con camiones que pintó en su pueblo, l’Alcúdia de Crespins.

De los camiones Xolaka pasó a centrarse en expresivos primeros planos de rostros humanos, pero últimamente son los animales los que centran casi todos sus proyectos.

Olivos centenarios, abuelos y abuelas

Entre sus próximos trabajos, le esperan dos olivos centenarios que tiene que trasladar a los muros de dos cooperativas en Periana, pequeño municipio de 3.000 habitantes en Málaga, donde en diciembre pintó a una mujer con un perro, mural al que puso este sentido texto cuando lo subió a Instagram: “Cuando pintas en la calle, siempre se te acerca gente para darte la enhorabuena, gente que se siente atraída por el mural o gente que te pregunta sobre su significado. En este mural, como en el anterior, El abuelo y su compañero, se me acercaron personas y me comentaron cómo estos fieles compañeros les ayudaron a superar etapas difíciles en sus vidas. Y le debían mucho a estos animales. Como decimos todos los del gremio, la pintura mural no es sólo pintar, los muros siempre vienen acompañados de historias, sensaciones y experiencias que nos forjan como artistas y nos dan motivos para seguir pintando. Por eso este mural va dedicado a los animales, por darnos tanto en nuestras vidas y a esas personas que se acercan a nuestros muros con bonitas palabras hacia nuestras obras”.

El anterior mural, El abuelo y su compañero, en Riola (Valencia) –un precioso montaje de los ojos y las manos de un señor mayor, más su perrito a sus pies– tenía este texto: “Algunas personas mayores en ocasiones pueden sentirse amenazadas por el fantasma de la soledad; es por ese motivo que muchos mayores acogen en su hogar a un nuevo amigo. Todos los que tenemos a nuestro lado un peludo sabemos la suerte que tenemos, porque son una fuente de cariño, compañía y alegría. Tener un fiel amigo contribuye a mejorar su salud, tanto mental como físicamente. Nunca van a estar solos, porque siempre van a tener a alguien que les está esperando, alguien que les va a sacar una sonrisa”.

Sirva este artículo pues como homenaje a las personas mayores y a sus compañeros peludos.

Un deseo, Xolaka…

“Poder morirme haciendo esto, poder hacer esto toda mi vida”.

¿Y no echas de menos pintar cuadros?

“Bueno, algo hago, sobre todo durante los meses más duros de la pandemia, con las restricciones, pero me gusta la calle, viajar, ir a pueblos y ciudades distintos, el contacto con la gente, que me vean trabajar, el proceso, y que luego esa obra la vea tanta gente, pase a formar parte de la vida cotidiana de esa localidad”.

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