La actual crisis climática es de tal envergadura que cualquier medida, por pequeña o curiosa que parezca, sirve. Es lo que podrían pensar los responsables de originales iniciativas que están surgiendo en todo el mundo, como usar la ropa sin planchar, enseñar fotos en las redes de cómo desaparecen los glaciares, no tener hijos, u obligar a los estudiantes a plantar árboles para conseguir su título.