En los últimos años, la preocupación por la salud de los océanos ha ido en aumento. Los océanos habían sido el vertedero favorito de los humanos sin importar las consecuencias. Los diferentes estudios que, sobre todo en el siglo XXI, han ido apareciendo ha posibilitado que, poco a poco, tomemos conciencia del valor que tienen para la subsistencia del Planeta.
Los datos hablan por sí solos y son alarmantes. Si hablamos del problema más conocido por todos, el de los plásticos que acaban en el mar, la ONU estima que en estos momentos hay circulando por todos los mares entre 75 y 199 millones de toneladas de plásticos y residuos. El problema se agrava porque, según el propio Organismo, cada año se añaden otros 15.000 millones de kilogramos adicionales. El dato más alarmante: se pronostica que para 2050 el peso de todo el plástico que se encuentra en el mar superará al de todos los peces que lo habitan.
El problema de los plásticos es sólo una parte del conjunto. Por ejemplo, la sobrepesca está reduciendo de forma alarmante las poblaciones de peces en todo el mundo. La ONU estima que actualmente el 90% de las poblaciones de peces están sobreexplotadas o agotadas, de tal forma que especies como el atún rojo, el bacalao o el salmón salvaje han visto reducir sus poblaciones al mínimo. El problema es que está reducción desequilibra los ecosistemas.
A todo ello hay que sumarle el impacto del cambio climático que está produciendo un aumento de la temperatura del agua provocando un blanqueamiento masivo de los corales, el desplazamiento de especies marinas hacia aguas más frías y la alteración de los patrones de migración y reproducción. Además, el derretimiento de los glaciares y las capas de hielo contribuye al aumento del nivel del mar, amenazando las comunidades costeras.
Tecnología para paliar la contaminación marina
Lo expuesto anteriormente define los problemas más acuciantes y, dado que la resolución inmediata de ellos es imposible la investigación y la tecnología han desarrollado numerosos avances para reducir la contaminación de las aguas. Algunas de las más conocidas es el desarrollo de hongos, bacterias o gusanos que se alimentan de plástico, pero en el campo de la robótica también se están produciendo innovaciones que pretenden luchar contra la contaminación de los océanos.
Siguiendo con los plásticos y los residuos, unos de los mayores problemas es que un 70% de ellos no está a la vista sino que se encuentra en áreas profundas y difícilmente detectables. Y es en este contexto donde aparecen los robots submarinos.
Uno de los apartados en los que más ha avanzado la tecnología es en la robótica submarina. Estos robots especializados tienen como gran ventaja su capacidad para acceder a zonas remotas, peligrosas y hasta ahora inexploradas. Denominados como Vehículos Operados Remotamente (ROVs) o como Vehículos Submarinos Autónomos (AUVs) tienen como función monitorizar, mapear y, en algunos casos, restaurar los ecosistemas marinos. La gran mayoría de ellos cuentan con cámaras de alta resolución, sensores ambientales, láseres y sistemas acústicos y su gran característica es que son capaces de trabajar durante largos periodos de tiempo a profundidades que hasta ahora eran inalcanzables. Gracias a la cantidad de sensores y equipamiento tecnológico con el que cuentan, son capaces de recopilar grandes cantidades de información y realizar tareas con una precisión muy elevada.
Casos de uso de robots submarinos
Un caso del uso de estos robots es el de la iniciativa japonesa Ocean Census. El objetivo de la misma es el de descubrir nuevas especies marinas con el uso de robots submarinos que puedan explorar las aguas más profundas. La misión nipona pretende encontrar un total de 100.000 especies nuevas de aquí a 2035 con el fin de mejorar las estrategias de conservación de los océanos. Los robots de Ocean Census, asimismo, monitorizan todos los ecosistemas por los que navegan para comprender el impacto de la acción humana en los mares.
Además ya se han desarrollado robots submarinos para la restauración de ecosistemas. Un ejemplo innovador son los robots que, imitando el movimiento de peces, pueden infiltrarse en bancos y observar especies tímidas o raras sin alterar su comportamiento natural. El robofish SoFi, desarrollado por el MIT, es un ejemplo de cómo la ingeniería puede integrarse a la investigación y conservación, permitiendo la observación cercana de especies vulnerables en su hábitat. SoFi está diseñado para imitar los movimientos y la apariencia de un pez real lo que le permite registrar visualmente la presencia de plásticos o la degradación de los hábitats marinos y ver cuál es el comportamiento de los bancos de peces ante la contaminación.
También en España
Nuestro país, al encontrarse en una península, depende en buena medida del mar y por ello, también es uno de los pioneros en el uso de robots submarinos para combatir la contaminación marina. Uno de los proyectos más interesantes es el llevado a cabo en el puerto de Castellón por la Universitat Jaume I y el Centro de Investigación en Robótica y Tecnologías Subacuáticas (CIRTESU). Allí, se ha implementado un laboratorio de innovación en el que se realizan inspecciones y monitoreos del fondo marino con robots submarinos. Estos robots permiten detectar contaminantes, evaluar la calidad del agua y contribuir de manera directa a la sostenibilidad y restauración del entorno, en una iniciativa de colaboración público-privada. El robot puede operar tanto de forma autónoma como teledirigida y está equipado con cámaras 2D y 3D, para realizar inspecciones detalladas de las estructuras sumergidas del puerto. El proyecto también ha desarrollado un pez robot capaz de valorar el bienestar de los peces que le rodean con el fin de utilizarlo en proyectos de acuicultura a fin de evitar la sobrepesca.
En definitiva, aunque acabar con la contaminación marina puede parecer un imposible, la tecnología, a través del desarrollo de robots submarinos con diferentes funcionalidades, pueden aportar ese granito de arena tan necesario para paliar el impacto ambiental que el ser humano genera en los océanos.