El miedo al aumento de la incidencia epidemiológica del coronavirus también ha marcado las vacaciones de Semana Santa. Los cierres perimetrales en casi todo el territorio nacional han restringido de forma significativa la movilidad de los españoles, pero, al mismo tiempo, ha supuesto una oportunidad para redescubrir los pueblos más cercanos de nuestro entorno. Lugares, en mucho casos, realmente bonitos que aúnan paisajes espectaculares con una gastronomía excelente y edificios históricos de gran valor artístico y cultural.