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Cómo te vistes afecta tu estado de ánimo y bienestar

Nuestras elecciones a la hora de vestirnos pueden moldear nuestra percepción de nosotros mismos.

Aunque muchos renieguen de ello, la moda es una industria a la que todos estamos sometidos, y lejos de ser (sólo) una capa de tela que sirve para taparnos, es una manera más de expresar quiénes somos y cómo nos mostramos al mundo: nuestra personalidad y nuestro estado de ánimo. La conexión entre la ropa y la mente ha sido un tema de creciente interés en la psicología en los últimos tiempos, revelando cómo nuestras elecciones a la hora de vestirnos pueden moldear nuestra percepción de nosotros mismos.

Moda y autoestima: más allá de lo superficial

El acto de vestirse es una decisión que afecta nuestra autoestima y confianza, además de, evidentemente, prepararnos para un determinado clima, rol o acto social. Cuando nos vestimos con prendas que nos hacen sentir bien, ya sea por su color, estilo o ajuste, esto se refleja en nuestra actitud y nuestro comportamiento. Este fenómeno, conocido como «enclothed cognition» (cognición vestida), sugiere que la ropa no sólo influye en cómo nos ven los demás, sino en cómo nos vemos a nosotros mismos.

Por ejemplo, un estudio realizado en 2012 por la Universidad Northwestern demostró que las personas que vestían batas de laboratorio, asociadas con la inteligencia y la sabiduría, mostraban un mejor desempeño en tareas de atención y concentración. Este hallazgo sugiere que la ropa que utilizamos en ciertas ocasiones puede activar diferentes estereotipos y expectativas, no solo en los demás, sino también en nosotros mismos, influyendo en cómo actuamos y nos sentimos.

El poder de los colores en el estado de ánimo

Los colores tienen un impacto profundo en nuestras emociones y estado de ánimo. La psicología del color es un campo de estudio que examina cómo los distintos tonos pueden evocar emociones específicas. Por ejemplo, el azul se asocia con la calma y la tranquilidad, mientras que el rojo puede provocar sensaciones de alteración o agresión. Así, muchas personas optan por ciertos colores a la hora de vestirse para influir en su estado de ánimo o bien para mostrar al mundo cómo se sienten anímicamente.

Ropa como escudo y refugio de cara al exterior

En muchas ocasiones, la ropa actúa como una especie de armadura psicológica. Esto es particularmente evidente en situaciones donde se requiere confianza o en contextos en los que nos vemos obligados a salir de nuestra zona de confort, como una entrevista de trabajo o una presentación importante. Optar por ir de traje a un evento puede ayudarnos a sentirnos más seguros y competentes en el ámbito laboral por ejemplo, ya que socialmente se ha asociado esta prenda a la profesionalidad y a un alto nivel de competencia y seriedad.

El impacto de la moda y las tendencias en nuestro estado de ánimo

La relación entre la moda y el bienestar es compleja. Si bien seguir las tendencias puede ayudarnos a tener la sensación de estar cuidando de nuestra imagen y de ser aceptados en nuestros respectivos círculos sociales, también puede ser una fuente de estrés, sobretodo en los últimos años en los que nos vemos algo esclavizados por las tendencias virales y las constantes novedades en las grandes cadenas de fast fashion.

Esto puede llevarnos a desarrollar una relación tóxica con la moda, por lo que nunca está de más parar, reflexionar con criterio y considerar fríamente nuestros hábitos de consumo antes de comprar por impulso por el simple hecho de querer encajar socialmente en un momento determinado.

Moda y amor propio

Tomarnos el tiempo necesario para elegir un look que nos haga sentir bien, sin importar si vamos a salir de casa o no, puede tener un impacto positivo en nuestro estado de ánimo, ya que es considerado una de las normas básicas del autocuidado.

Un armario cuidadosamente elegido, que refleje nuestra personalidad y nuestros valores, es una inversión en nuestro bienestar, ya que esa ropa será la que nos acompañe en los días en los que no nos apetezca arreglarnos, y aun así nos veamos en la obligación de, a través de esta armadura psicológica que es la moda, presentarnos al mundo como alguien profesional, divertido, popular, o seguro de sí mismo.

La moda como herramienta para trabajar en nuestro bienestar

Vestirse no es soló una cuestión de estilo o conformidad, sino una forma de cuidar de nuestra mente y de expresar nuestras emociones. Una vez somos conscientes de las elecciones de vestimenta y su impacto en nuestro bienestar, podemos utilizar la moda de manera consciente como herramienta que nos ayude a regular nuestras emociones.

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