La industria de la belleza ha hecho un gran progreso en los últimos años al volverse más consciente y sostenible. Este cambio no sólo aborda la creciente preocupación de los consumidores sobre la huella ambiental y social de los productos que utilizan, sino también una nueva generación de start-ups que han luchado por redefinir la belleza y que se han convertido en pioneras de la actual revolución en la industria de la belleza consciente.
Belleza intencionada: aquí para quedarse
El movimiento de la belleza consciente defiende el uso de ingredientes naturales y la transparencia en los procesos de producción junto con el respeto por los derechos humanos y la sostenibilidad ambiental. Una respuesta bastante simple es que aquí es donde las start-ups están capitalizando, ofreciéndose cada vez más como alternativas a las grandes conglomeradas que han dominado este mercado en los últimos años.


Los principios que siguen las start-ups de belleza consciente
Ingredientes sostenibles y limpios
El enfoque en ingredientes limpios y sostenibles es una característica clave de las empresas emergentes en el espacio de belleza consciente. Otras, como Biossance e Ilia Beauty, están creando productos libres de toxinas y seguros para las personas y el planeta. Estas marcas usan bases de ingredientes como el escualano derivado de la caña de azúcar, pigmentos de origen natural y conservantes de bajo impacto.


Educación y transparencia del consumidor
Una de las grandes tendencias dentro de la sostenibilidad es la transparencia. Muchas start-ups de belleza consciente divulgan detalles sobre sus ingredientes, procesos de producción y prácticas comerciales y trazabilidad de su cadena de valor. Marcas como Versed y RMS Beauty han consolidado su reputación en la confianza del consumidor, enseñando a su audiencia los beneficios de usar productos más limpios y fomentando la educación sobre el consumo informado.


Compromiso con el medio ambiente
El impacto ambiental está muy presente en el corazón de estas empresas. Algunas start-ups están adoptando packaging reciclable y/o reutilizable, eliminando los plásticos de un solo uso e implementando procesos de manufacturación de bajas emisiones. Por ejemplo, Plaine Products, que se especializa en empaques rellenables para minimizar los desechos, Aether Beauty, que elimina espejos e imanes en sus paletas de maquillaje para que sean más fáciles de reciclar, o Biodiverso, cuyos productos están elaborados con ingredientes derivados de frutas y verduras, como por ejemplo su crema facial antioxidante, realizada a partir de la semilla de la uva.


Las start-ups, siempre a favor de la innovación
La innovación es uno de los pilares fundamentales para este tipo de start-ups emergentes, y se centran en la investigación y desarrollo de nuevas fórmulas o adoptando tecnologías sostenibles. Algunas llegan al extremo de utilizar la biotecnología para crear ingredientes sintéticos que puedan imitar los beneficios de los ingredientes naturales sin dañar los ecosistemas ni tener que experimentar con animales. Un ejemplo es Geltor, una start-up de biotecnología que fabrica colágeno vegano.
Retos para estas empresas
Aunque el panorama es alentador, uno de los mayores desafíos que enfrentan estas empresas es la competencia con las grandes marcas consolidadas, que están comenzando a incursionar en el mercado de la belleza consciente. La naturaleza costosa de los ingredientes éticos y las certificaciones también puede ser una barrera sustancial para los nuevos emprendimientos con poco capital.


La educación del consumidor es otro gran desafío. La mayoría de las personas todavía no entienden los beneficios de la belleza consciente, o no se pueden permitir destinar un mayor presupuesto a este tipo de productos. Por estas razones, estas marcas no pueden permitirse no tener estrategias de marketing en la etapa inicial y comunicar de manera efectiva su propuesta de valor y la ventaja de sus productos.
Impacto social: belleza consciente
Además del impacto ambiental, las start-ups de belleza consciente también se enfocan en el impacto social. Varias de estas empresas se asocian con comunidades locales para asegurar que sus ingredientes se obtengan de manera ética, proporcionando empleos locales y mejorando las condiciones de vida de las personas involucradas en los procesos de producción. También hay un creciente énfasis en la inclusividad, con marcas como Fenty Beauty y Prose creando productos para diferentes tonos de piel y tipos de cabello.


Un nuevo concepto de belleza consciente
El espacio de la belleza consciente es prometedor ya que los consumidores se inclinan cada vez más hacia prácticas sostenibles y éticas. El éxito a largo plazo requerirá una asociación entre corporaciones que inviertan en tecnología a mayor escala y no se aparten de las virtudes de sostenibilidad e inclusividad.
Sin embargo, en medio de este profundo cambio, las start-ups tienen una oportunidad única de ser las que lideren dicho cambio y definan nuevos estándares para la industria de la belleza. Mientras tanto, los consumidores también tienen un papel que jugar, respaldando a estas empresas y comprando productos alineados con sus valores.