El próximo domingo 9 de junio, la ciudadanía española tiene la oportunidad de influir en el futuro de todo un continente que se enfrenta a grandes desafíos, tanto económicos como sociales, todos ellos marcados por un complejo problema transversal, el reto climático. No seremos los únicos. Más de 370 millones de electores de los veintisiete estados miembros están llamados a renovar el Parlamento Europeo y elegir a los 720 eurodiputados que hasta 2029 decidirán el rumbo más o menos sostenible de todo el continente. En España se elegirán 61 eurodiputados, dos más que en las elecciones celebradas en 2019.
Nos jugamos mucho, pero al mismo tiempo nos importa poco. Bruselas queda demasiado lejos, o al menos eso le parece al 39,3 por ciento de los electores españoles que en las anteriores elecciones se abstuvieron de votar en lo que, erróneamente, algunos consideran unas elecciones “de segunda categoría”. Por su parte, los partidos políticos españoles, inmersos en una creciente polarización, llegan a estas elecciones con una marcada visión local, más interesados en volver a medir sus fuerzas en su primera cita con urnas en toda España desde los comicios generales del 23 de julio del año pasado y los autonómicos de Galicia, País Vasco y Cataluña que en repensar Europa.
El medio ambiente marca la hoja de ruta
A pesar de que la sostenibilidad se ha convertido en una prioridad global para lograr un mundo más igualitario, justo y sano, no todas las corrientes políticas lo ven a sí. Fundamental, de pura supervivencia para las posturas de izquierdas y verdes, los partidos más conservadores priorizan el desarrollo económico mientras que la extrema derecha niega toda evidencia científica, tachando las políticas verdes como propias de una “secta climática”.
Más allá de esta falta de consenso, resulta evidente que el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la contaminación y la sobreexplotación de recursos naturales son problemas urgentes que requieren de acciones concretas y coordinadas a nivel internacional. En este contexto, Europa desempeña un papel fundamental, pues sus decisiones, hacia adelante o hacia atrás, tendrán repercusiones significativas en la dirección que tome el mundo en las próximas décadas, especialmente en cuanto al cumplimiento del Acuerdo de París que obliga a los Estados a mitigar y adaptarse al cambio climático; a acometer con urgencia la transición hacia una economía baja en carbono.
El resultado de las elecciones europeas tendrá por lo tanto consecuencias significativas para el futuro de la sostenibilidad en Europa y en el mundo. Si los partidos comprometidos con la protección del medio ambiente obtienen mayoría en el Parlamento Europeo, es probable que se refuercen las políticas destinadas a mitigar y adaptarse al cambio climático, al tiempo que a promover un desarrollo sostenible. Por el contrario, si los partidos euroescépticos y nacionalistas ganan terreno, existe el riesgo de que se debiliten los esfuerzos colectivos para enfrentar los desafíos ambientales, retrasándose e incluso revertiéndose el progreso logrado hasta ahora. Además, un Parlamento Europeo fragmentado y polarizado dificultaría la adopción de medidas efectivas y la cooperación entre los Estados miembros en materia de sostenibilidad.
33 candidaturas, 33 propuestas diferentes
Ante tan complejo escenario, es crucial examinar con detalle las propuestas de las 33 candidaturas españolas que este año se presentan a las elecciones europeas, 33 maneras diferentes de ver Europa.
¿Qué medidas proponen para abordar los desafíos ambientales y promover un desarrollo sostenible? ¿Cómo planean trabajar en colaboración con otros países y organizaciones para lograr resultados efectivos?
El panorama político europeo es diverso, con una amplia gama de partidos y coaliciones que ofrecen enfoques variados en materia de sostenibilidad. Desde los partidos verdes, que han hecho de la protección del medio ambiente su bandera, hasta los partidos más conservadores que priorizan el desarrollo económico, cada uno tiene su propia visión sobre cómo abordar estos problemas.
Los partidos de izquierdas capitalizan la creciente preocupación pública por el medio ambiente. Proponen medidas ambiciosas para reducir las emisiones de carbono, promover las energías renovables, proteger la biodiversidad y adoptar prácticas más sostenibles en la agricultura y la industria. Su visión se centra en la necesidad acometer un cambio radical en el modelo de desarrollo, priorizando la protección del medio ambiente sobre el crecimiento económico a cualquier precio.
Por otro lado, los partidos de centro y derecha tienden a favorecer un enfoque más equilibrado, que busca conciliar la protección del medio ambiente con el crecimiento económico y la creación de empleo. Proponen medidas para promover la innovación tecnológica, mejorar la eficiencia energética y fomentar la economía circular, pero sin comprometer el desarrollo económico.
En contraste, algunos partidos euroescépticos y nacionalistas han mostrado escepticismo hacia las políticas ambientales europeas, argumentando que estas imponen cargas económicas excesivas y limitan la soberanía nacional. Abogan por una reducción de la regulación ambiental y una mayor autonomía para los Estados miembros en la toma de decisiones sobre cuestiones medioambientales.
A continuación resumimos las propuestas ambientales de los dos partidos con más apoyo de votos en España, el PSOE y el PP.
Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
El PSOE obtuvo el mayor número de votos en las pasadas elecciones europeas de 2019, logrando 20 escaños en el Parlamento Europeo que sumó a los del grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D). La candidatura española está encabezada por Teresa Ribera Rodríguez, vicepresidenta tercera del Gobierno y actual ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, quien aspira a ser elegida comisaria europea y que en declaraciones a Climática ha destacado: “El sistema climático no entiende de elecciones ni de familias políticas”.
Los socialistas europeos aprobaron hace unos meses en Roma un manifiesto para las elecciones de este año que, entre otros objetivos, pretende aprobar un nuevo Pacto Verde y Social para una transición justa, con una energía limpia, segura y asequible, nuevos empleos de calidad en una economía circular verde y libre de carbono y en un planeta habitable.
Bajo el lema «Más Europa«, el partido que lidera Pedro Sánchez ha elaborado un abultado programa electoral (más de 100 páginas) donde desgrana diferentes medidas para una cita con las urnas que considera «decisiva». Y lo resume en una frase muy gráfica: “Agenda verde con corazón rojo”.
Sus principales propuestas medioambientales son las siguientes:
- Economía circular y neutra: El PSOE considera “prioritario” conseguir una economía circular y climáticamente neutra en 2050, con medidas de carácter trasversal que permitan alcanzar los objetivos del Pacto Verde Europeo. Dejar atrás un insostenible modelo lineal de producción y consumo, basado en extraer, producir, consumir, tirar, y transitar hacia un modelo circular que minimice el uso de recursos y la generación de residuos, maximizando el reciclaje.
- Quien contamina paga. Los socialistas españoles proponen avanzar en la «fiscalidad verde», aprobando un paquete de «impuestos medioambientales progresivos” para «promover un modelo económico más verde y sostenible”.
- Revolución industrial: Promover una industria basada en tecnologías circulares y de cero emisiones “que sea resiliente, diversificada y generadora de empleo de calidad”, reduciendo la dependencia con terceros países en materias primas fundamentales y sectores clave.
- Cero emisiones: Reducir en un 90% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2040, tal y como se indica en la Ley Europea del Clima. Para lograrlo, urgen en fomentar la descarbonización del sistema energético a través de la integración de fuentes de energía renovables, el almacenamiento y la eficiencia energética.
- Agricultura verde y sostenible. A través de una PAC que mantenga un presupuesto acorde con los retos climáticos, ambientales, económicos, sociales o geopolíticos, y sea capaz de garantizar la seguridad alimentaria en la UE, como se demostró en la pandemia.
- Más mundo rural. Frenar el abandono de las zonas rurales proporcionando servicios básicos, públicos y privados, y conectividad, que equiparen la calidad de vida en estos territorios a la de zonas urbanas.
- Impulso al Reglamento de Restauración de la Naturaleza. La norma establece objetivos de restauración del 20 % de los ecosistemas terrestres y marinos de la UE para 2030 y la totalidad de los ecosistemas degradados para 2050.
- Bienestar animal. Profundizar en los diferentes reglamentos de ámbito europeo, en especial, en el REACH, buscando acuerdos con el sector químico con el fin de limitar ensayos con animales, y priorizar la salud humana y medioambiental frente a los ensayos con animales.
Partido Popular (PP)
El PP consiguió 12 escaños en las anteriores elecciones, quedando como el segundo partido más votado, pero se integra en el Grupo del Partido Popular Europeo (PPE), mayoritario en el Parlamento Europeo. La candidatura europea está encabezada por Dolors Montserrat Montserrat, ex ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, actual eurodiputada, donde es miembro de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimenticia, además de presidenta del Grupo Popular en el Parlamento europeo.
Bajo el lema “Igualdad, libertad y futuro”, el PP ha publicado un manifiesto donde destaca que “la transición energética y la eclosión de la inteligencia artificial presentan tantas oportunidades industriales y económicas como desafíos democráticos y sociales”.
En su programa electoral para las elecciones europeas se centra en la promoción de un desarrollo económico compatible con la protección del medio ambiente y la búsqueda de soluciones innovadoras para los desafíos ambientales. De acuerdo con el Manifiesto del Partido Popular Europeo, suscrito por el PP, los ejes fundamentales de su política medioambiental para Europa son los siguientes:
- Promoción de la economía verde: El PP aboga por impulsar una economía verde y sostenible, que combine el crecimiento económico con la protección del medio ambiente. Esto incluye medidas para fomentar la innovación tecnológica, la eficiencia energética y el uso de energías renovables. Para lograrlo se requiere “mayores esfuerzos para avanzar en la tecnología de las baterías y su reciclaje, así como esfuerzos para reducir el consumo general de energía”.
- Lucha contra el cambio climático: Colaborar en la lucha contra el cambio climático a nivel internacional, cumpliendo con los compromisos adquiridos en el marco del Acuerdo de París. Esto incluye la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y la promoción de medidas de adaptación al cambio climático. “Queremos una Unión Energética Europea que nos lleve hacia un futuro neutro en carbono y respetuoso con el medio ambiente”, afirman en su manifiesto.
- Liderazgo verde. “Nuestra seña de identidad es el Pacto Verde Europeo”, afirman los populares. El Pacto Verde Europeo nació de la necesidad de proteger a las personas y al planeta. Pero también fue diseñado como una oportunidad para construir nuestra prosperidad futura. En 2022, por ejemplo, las emisiones de gases de efecto invernadero en Europa disminuyeron aproximadamente un 2,5%, mientras que la economía aumentó un 3,5%.
- Impulso a la economía circular: Promover la gestión sostenible de los residuos y la transición hacia una economía circular. Esto implica la promoción del reciclaje, la reutilización y la reducción de residuos, así como el apoyo a iniciativas empresariales que adopten prácticas más sostenibles. Utilizar las materias primas de manera responsable, estableceremos una economía circular de CO2 en toda Europa y promover empresas sostenibles, especialmente pymes.
- Mundo rural. La protección del clima, la biodiversidad y la conservación sostenible del paisaje sólo se pueden lograr con y no en contra de los agricultores. Ello pasa por reforzar la resiliencia de Europa ante las sequías y otras catástrofes naturales, que ponen en peligro los empleos de los agricultores y la seguridad alimentaria.
- Protección de la biodiversidad: “Proteger la biodiversidad y recursos valiosos como el agua, el aire y los bosques es nuestro seguro para el futuro”, defienden los populares. Pero al mismo tiempo, señalan que los grandes carnívoros representan una amenaza cada vez mayor para los agricultores y ganaderos y ponen en peligro el pastoreo tradicional en toda Europa. “Por lo tanto, necesitamos nuevas reglas para la gestión de grandes poblaciones de carnívoros, especialmente lobos y osos pardos, incluido el sacrificio cuando las densidades alcanzan niveles insostenibles”.
- Promoción del transporte sostenible: Desarrollar infraestructuras sostenibles que reduzcan el impacto ambiental y promuevan la movilidad sostenible. Esto incluye la mejora de la red de transporte público, la promoción del uso de vehículos eléctricos y la modernización de las infraestructuras de agua y saneamiento.
Otros partidos políticos
- Programa electoral Ciudadanos (Cs). Los eurodiputados de Cs se agrupan con otros partidos liberales y centristas de la Unión Europea en el grupo Renew Europe (Renovar Europa), donde también está el Partido Nacionalista Vasco (PNV).
- Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea (Verdes/ALE). En este grupo se integran los eurodiputados de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) y Bloque Nacionalista Gallego (BNG).
- Programa electoral de VOX. Sus eurodiputados forman parte del grupo Conservadores y Reformistas Europeos (ECR).
- Programa electoral de Sumar. Los eurodiputados de Comunes y Compromís elegirán el grupo de Los Verdes/Alianza Libre Europea, mientras que Izquierda Unida iría a The Left
- Programa electoral de Podemos. Sus eurodiputados forman parte del grupo The Left (GUE/NGL)
- Alianza Libre Europea. Agrupa a EH Bildu, Compromís, ERC, BNG y otros partidos nacionalistas de izquierda.
