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Cementeras mejor que cementerios de neumáticos

Cuando se cumplen cuatro meses del incendio de Seseña, las labores de limpieza de la zona afectada nos recuerdan lo peligroso que resulta mantener un cementerio de neumáticos abierto, tanto para la salud como para la protección del medio ambiente. La principal alternativa al vertedero es, actualmente, la industria cementera, que utiliza grandes cantidades de neumáticos fuera de uso como combustible en la fabricación de clínker (cemento sin moler). Conozcamos mejor esta opción prioritaria en toda Europa.

Cuando se cumplen cuatro meses del incendio de Seseña, las labores de limpieza de la zona afectada nos recuerdan lo peligroso que resulta mantener un cementerio de neumáticos abierto, tanto para la salud como para la protección del medio ambiente. La principal alternativa al vertedero es, actualmente, la industria cementera, que utiliza grandes cantidades de neumáticos fuera de uso como combustible en la fabricación de clínker (cemento sin moler). Conozcamos mejor esta opción prioritaria en toda Europa.

El sector cementero lleva más de 30 años empleando neumáticos usados en sus procesos de fabricación (en España esa experiencia es ya de 15 años). Según datos de la asociación europea de fabricantes de neumáticos y caucho, cada año se generan en Europa aproximadamente 3,2 millones de toneladas de neumáticos usados, de los cuáles el 49% se recuperan en fábricas de cemento, un porcentaje similar al de nuestro país.

A la cabeza de los países que utilizan residuos (no sólo neumáticos) en sus fábricas de cemento está Holanda, Austria, Alemania o Suecia. “Resulta significativo que los países con mayores tasas de sustitución de combustibles fósiles por combustibles derivados de residuos en su industria cementera, sean aquellos con los mayores estándares de protección ambiental y con las sociedades más ambientalmente concienciadas, incluso partidos verdes con responsabilidades políticas, tal y como ocurre en Alemania o Austria”, recuerda Dimas Vallina García, director gerente de la Fundación Laboral del Cemento y el Medio Ambiente (CEMA).

cementeras

Las principales razones por las que los europeos prefieren las cementeras frente a los cementerios son las siguientes:

UNA ACTIVIDAD AVALADA POR LA UNIÓN EUROPEA. En la Directiva Marco de Residuos de (2008/98/CE), la Unión Europea ya marcaba las pautas de una nueva cultura en la gestión de los residuos, basada en el concepto de “vertido cero”, que antepone la reutilización, el reciclado y la valoración energética al vertedero. Cinco años después, en abril de 2013, el Documento de referencia sobre Mejores Técnicas Disponibles para la fabricación de cemento (BREF), publicado por la Comisión Europea, especifica que el uso de residuos como combustible es una “mejor técnica disponible”.

UNA ACTIVIDAD SEGURA PARA LA SALUD Y EL MEDIO AMBIENTE. La quema de cualquier material en abierto, debido a las bajas temperaturas y a la mala mezcla del oxígeno, emite compuestos contaminantes muy peligrosos para la salud y la protección del medioambiente. Algunos de ellos cancerígenos como el hollín del incendio de Seseña, según señalaba el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) durante los primeros días de la crisis. Por contra, los hornos de cemento trabajan a temperaturas mucho mayores (1.000-2.000 oC), necesarias para fabricar el clínker.

hornoLos gases permanecen a muy alta temperatura, lo que permite la completa destrucción de los compuestos orgánicos del combustible, incluso de los más persistentes. “Numerosos estudios científicos nacionales e internacionales ponen de manifiesto que el uso de neumáticos en fábricas de cemento no modifica las emisiones de nuestros hornos ni genera riesgos añadidos para la seguridad y salud de las personas”, asegura el director de la Fundación CEMA. “Además, en el horno de una planta de cemento hay una gran cantidad de cal, necesaria para la fabricación del cemento. La cal es un material con gran poder de limpieza y filtración que neutraliza los gases ácidos (óxidos de azufre y cloruro de hidrógeno). Esta cal supone un sistema de limpieza en sí mismo, que no está presente en otras instalaciones industriales, adicional a los filtros existentes en todas las fábricas”, añade.

UNA ACTIVIDAD QUE DA VALOR A LOS RESIDUOS. El alto poder calorífico del neumático, le convierte en un buen combustible para instalaciones industriales de grandes consumos energéticos como la industria cementera. Pero es que además de energía, cuando se emplean neumáticos en el horno de una fábrica de cemento, también se están recuperando otros materiales presentes en su composición como hierro o aluminio, ambos necesarios para fabricar cemento. Así pues, dentro de la jerarquía de gestión de residuos señalada por la Unión Europea, la recuperación de residuos en fábricas de cemento o “co-procesado”, se sitúa entre el reciclado y la valorización energética.

UNA ACTIVIDAD QUE REDUCE LAS EMISIONES DE CO2 EN LA INDUSTRIA CEMENTERA. A estas ventajas hay que añadir la disminución de las emisiones de CO2 debido al origen renovable del contenido de caucho natural del neumático. El dióxido de carbono que las plantaciones de árboles de caucho (Hevea brasiliensis) absorben durante su crecimiento es prácticamente el mismo que emiten durante su combustión. Por esa razón la Comisión Europea considera que el uso de residuos como combustible en cementeras es una práctica eficiente que reduce las emisiones de CO2, los costes energéticos y da una solución ambientalmente correcta a los residuos.

  1. No creo que la utilización de los NFU como combustible en las cementeras sea la solución para evitar depósitos de neumáticos. Estos son todos ilegales y existen por la dejadez de nuestras administraciones públicas como todos sabemos en este sector. El reciclado de los neumáticos aprovechando sus componentes como materia prima para otros usos en la industria es sin duda el procedimiento más limpio y el que genera mayor riqueza y puestos de trabajo. Se pueden reciclar el 100% de los neumáticos que se generan si se hace un esfuerzo para ello y se implica a las administraciones en promocionar el empleo de estos materiales en sectores como el de las carreteras al que se han dedicado muchos esfuerzos y que van a acabar por olvidarse ante la pasividad de las autoridades competentes en la materia que parecen atender más a los intereses de las empresas proveedoras de productos y servicios que al ciudadano que en definitiva es el que paga por el servicio y quiere que se haga bien y no de la manera más fácil y económica a costa de su salud.

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