Una tormenta de ideas de 24 horas para proteger el medio ambiente y combatir el cambio climático desde las ciudades. Esa podría ser la definición y el resumen del Climathon 2017, un evento que se ha celebrado recientemente en 111 ciudades, ocho de ellas españolas, de 55 países de todos los continentes y que va por su tercera edición. Es una iniciativa de Climate-Kic, entidad “asociación pública-privada, apoyada por el Instituto Europeo de Innovación y Tecnología, organismo de la Unión Europea, para abordar el cambio climático a través de la innovación e impulsar el emprendimiento para construir una economía de carbono cero”, según se presenta en su página web.
En el terreno de lo concreto, con los climathones se trata de reunir a diferentes actores sociales para exponer, intercambiar e impulsar ideas y soluciones para retos climáticos y ambientales concretos definidos por cada ciudad, enfocados a la mitigación del cambio climático y a la adaptación a sus efectos en las ciudades, que son las protagonistas de esta acción. Porque «en ellas es donde vive la mayor parte de la población mundial y donde se produce el mayor porcentaje de emisiones, el 80 por ciento- explica Celsa Monrós, responsable de Formación de Climate-Kic España-, por eso se van a tener que hacer grandes cambios, tanto en mitigación como en adaptación porque las circunstancias van a requerirlo».
De manera que cada ciudad primero decide en qué reto climático o ambiental se quiere centrar, y luego invitando a expertos, profesionales, estudiantes, a la ciudadanía, comparten sus puntos de vista y lo que saben y trabajan de manera colaborativa para encontrar posibles soluciones para ese reto».
En España, este año han participado Madrid, San Sebastián, Valencia, Murcia, Azuqueca de Henares, Burjasot y, por parte de Galicia, Vigo y Santiago de Compostela
Cada una de ellas «ha decidido decide en qué reto se quería centrar y qué resultados quería conseguir. Bien porque haya una preocupación real, bien porque está en su agenda. En unos casos, será para emitir menos, en otros para adaptarse al cambio climático, o, incluso, para empezar a concienciar a sus ciudadanos este tema concreto». Hay unas con temas muy técnicos, «con lo cual se busca más la participación de profesionales, empresas, emprendedores, que puedan aportar soluciones al tema específico que se plantea. Y otras veces se puede buscar más la concienciación y la participación ciudadana».
Retos y desafíos transversales en las ciudades españolas
Los enfoques y temas, por tanto, de los retos y desafíos elegidos por las ciudades españolas participantes en el Climathon 2017 son diversos y transversales. «Por ejemplo, en Donosti tienen muy claro que la alimentación sostenible es muy importante, y quieren ver cómo incorporarla a su agenda, para que sea también inclusiva, segura, resiliente, diversificada y de origen cercano».
En el caso de Murcia, «el año pasado se centró en la gestión del agua, y buscó la participación de expertos», y este año ha tratado de conocer la visión de sus habitantes para hacerla más resistente a los efectos del cambio climático de aquí a 2030. Y ha sido en Burjasot donde este año el agua era el objetivo y se trataba de encontrar metodologías innovadoras la gestión sostenible del agua usando la teledetección.
En Azuqueca de Henares la jornada se dedicó a buscar propuestas para promover el uso y disfrute por parte de sus ciudadanos de los espacios naturales cercanos.
En Valencia, que «en 2016 invitó a los ciudadanos a que aportaran cualquier solución para la mitigación y adaptación al cambio climático, porque se quería enfocar a la concienciación», este año se ha trabajado en identificar un modelo de negocio innovador para la producción descentralizada y local de energía renovable.
Por su parte, la organización del climathon madrileño propuso profundizar en el conocimiento de las diferentes formas de contaminación, -aire, agua y luz-, con especial atención a la contaminación lumínica, su relación con el clima y en cómo afectan a las personas y a los animales.
En Galicia se buscaban ideas innovadoras para reducir la vulnerabilidad de la región al cambio climático, pero también para aprovechar las oportunidades que la adaptación pueda hacer surgir. Allí definieron varias líneas de trabajo: turismo, ganadería, agricultura y sector pesquero y residuos.
En la práctica las jornadas se desarrollan con arreglo a un esquema común, como detalla Celsa Monrós: «hay una primera presentación del tema, luego se crean grupos de trabajo con facilitadores que ayudan a desarrollar las ideas. También puede haber charlas de expertos y se hacen conexiones con otras ciudades que puedan estar tratando temas similares. Se pueden poner documentales o hacer talleres prácticos. En realidad, nosotros, Climate-Kic, proponemos ideas y cada ciudad, según lo que se haya pensado y el tipo de público que va a participar, se adapta de una forma u otra».
El caso es que «durante 24 horas hay gente por todo el mundo, proponiendo soluciones, analizando las propuestas, elaborándolas. Y al final de esas 24 horas tenemos muchas ideas y propuestas de soluciones para la mitigación y adaptación al cambio climático».
La innovación tiene premio
Con la edición de 2017 recién celebrada, los resultados aún están por conocer, pero el año pasado surgieron 2330 ideas. ¿Qué pasa con ellas? «Dependerá, sobre todo, de la viabilidad práctica que tengan. No se pueden comprometer a que se vayan a implantar». Aunque, por ejemplo, en el caso de Murcia sí se ha anunciado ya que las mejores serán incluidas en el Plan de Adaptación al Cambio climático del Ayuntamiento de Murcia, «y en Valencia se trataba de buscar ideas realmente viables para ponerlas en marcha más adelante».
En cualquier sitio, algunas de esas propuestas pueden ser susceptibles de transformarse en negocio. «Nosotros, Climate-Kic, estamos atentos, ejercemos una labor de vigilancia tecnológica y, si vemos que esas ideas las que surjan de emprendedores, pueden tener un impacto, son viables, innovadoras, si aportan soluciones, son replicables, etc., las vamos a analizar y pueden ser elegidas para ser ayudadas. En Climate-Kit tenemos una aceleradora de empresas, de start ups y proyectos de innovación, y disponemos de una batería de herramientas para que las ideas realmente interesantes puedan llevarse a cabo. Aunque no hayan sido seleccionadas por el ayuntamiento en cuestión para incorporarlas a sus acciones».
Un Climathon desde dentro
En Santiago de Compostela el climathon se desarrolló durante todo el día con «un ambiente muy participativo. El entusiasmo es enorme y la gente está trabajando fenomenal», así, sin titubeos, describía la jornada durante una pausa Cristóbal Ramírez, periodista y profesor de la Escuela Universitaria de La Coruña, relator en la dinámica “Turismo sostenible y cambio climático”. «Están saliendo cosas que están muy bien y hay gente muy diversa, hay másteres, doctorandos… muy variado, hay polémicas, debates. Y hay mucho nivel, la gente lo preparó muy bien, aquí nadie ha venido en plan paseo. No sé qué saldrá, pero hay mucho movimiento de ideas». La agenda del día había transcurrido, según el relato de Ramírez, conforme a las propuestas de la organización: «tras las intervenciones de lo expertos, los grupos debaten y van fijando objetivos y proponiendo soluciones sobre las tres líneas de trabajo, que eran cómo afecta el cambio climático al turismo; al sector primario, la agricultura y la ganadería, que aquí son fundamentales; y a los residuos. Incluso ha venido un cómico que ha hecho un monologo sobre los residuos, con el que nos hemos reído muchísimo, y ha venido muy bien porque la gente ya empezaba a estar un poco cansada».
¿Cuál o cuáles de las propuestas que has escuchado podrían ser llevadas a la práctica? «No sabría qué decir. Hasta que no se hagan las conclusiones, que se harán al final, se elaborarán unas conclusiones sobre los tres vectores que se han trabajado aquí y que se le entregarán a la organización. Nuestra obligación es dales un documento, pero que se ponga en marcha alguna es algo que ya nos cae lejos a nosotros». Pero, como dice una cosa, dice otra: «si no le hacen caso, la gente puede muy bien decir, ‘oiga, para eso no haga nada’, así que yo creo que aunque solo sea por eso algo saldrá adelante. Ya veremos».
Ramírez, periodista tanto o más que profesor, al final nos hizo llegar las propuestas que salieron del climathon de Santiago de Compostela. Con un comentario: «diré que me sorprendieron. Fue mucho más interesante el trabajo y el debate que las conclusiones, que me parecen variopintas».
1/ Crear una flota de coches eléctricos bien los establecimientos hoteleros de un municipio, bien las propias cadenas hoteleras, a disposición de los clientes. 47% de respaldo.
2/ Diferencia de tarifas de peajes para vehículos de alta ocupación. 19% de respaldo.
3/ Que en los puntos de información turística se dé info de rutas sostenibles y de cómo reducir el impacto. 14% de respaldo.
4/ Generalización de la tasa turística. 14% de respaldo.
5/ Medidas de reducción del consumo de agua en hoteles, rebajando factura a quien use menos. Respaldo testimonial.