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Tecnología en la lucha contra la deforestación

Europa implanta una normativa para controlar el origen de productos como el aceite de palma, la soja, el café o el cacao

A partir del 30 de diciembre las grandes empresas europeas deberán cumplir con la directiva europea sobre deforestación, mientras que el resto, estarán obligadas a su cumplimiento desde el 30 de junio del año que viene. El objetivo de esta normativa es el de frenar la deforestación asociada con la producción y el comercio de productos agrícolas.

Según los datos que proporciona la FAO hasta el año 2020 se perdieron aproximadamente 420 millones de hectáreas de bosques en todo el mundo. China es el mayor responsable de esta deforestación mientras que Europa, es el segundo mayor importador de productos relacionados con la deforestación. Por eso, la UE desarrolló esta directiva para frenar este problema. La normativa, aunque se aplicará dentro de la Unión Europea, tendrá un impacto en otros países ya que afectará también a los proveedores de fuera del ámbito europeo que tienen relaciones con las empresas del Viejo Continente.

El objetivo es que la cadena de suministro tenga una transparencia y trazabilidad total y afecta a productos agrícolas como el aceite de palma, la soja, el café, el cacao, la madera y el ganado. Esto implica que las empresas del sector retail, mobiliario o editorial, que hasta ahora no habían constatado el origen de sus materias primas afectadas por la nueva regulación, estarán obligadas a poner en marcha todos los procesos necesarios para cumplir con la nueva normativa comunitaria.

Qué se exige

En primer lugar, las empresas deben demostrar que sus productos no están asociados con la deforestación o la degradación forestal. En caso de incumplimiento, se exponen a sanciones que pueden alcanzar hasta el 4% del volumen de negocio anual neto de la empresa o incluso la prohibición de importar productos.

En este sentido, la normativa establece definiciones precisas de los términos deforestación y degradación forestal, para que la aplicación de la misma sea lo más rigurosa posible. Se establece que la deforestación consiste en la conversión de bosques primarios o naturales en plantaciones agrícolas, la tala de bosques para la construcción de infraestructuras o cualquier actividad que conlleve la eliminación total de la masa arbórea, sin que existan planes de reforestación. Por su parte, la degradación forestal implica la reducción del número de especies de flora y fauna; la pérdida de biomasa forestal debido a prácticas de tala selectiva, la explotación maderera ilegal y la fragmentación de hábitats, que puede llevar a la disminución de la conectividad ecológica y afectar a las especies dependientes de los bosques. Con estos dos conceptos la UE pretende ofrecer a las empresas un marco claro para que puedan asegurarse de que sus prácticas no están contribuyendo a la deforestación o la degradación forestal.

Cumplir con la normativa puede ser difícil para las empresas, sobre todo, para aquellas más pequeñas que tendrán que cumplir con la legislación a partir del año que viene. Las dificultades viene por la dificultad de llevar a cabo una trazabilidad completa de la cadena de suministro, la recopilación y verificación de datos o el incremento de los costes que significa adaptarse a la nueva regulación.

Tecnologías para cumplir con la directiva

La tecnología ofrece numerosas herramientas y soluciones que van a permitir que las organizaciones puedan cumplir con la legislación. Por ejemplo, los Sistemas de Información Geográfica (SIG) y la tecnología de sensores remotos, como los satélites, son algunas de las soluciones más habituales para monitorizar los cambios que se están produciendo en la masa forestal en tiempo real. Asimismo, el uso de estos sistemas permiten verificar el origen de los productos agrícolas y asegurarse de que no provengan de áreas deforestadas y también permiten evaluar el impacto ambiental de las operaciones agrícolas lo que ayuda a las empresas a implementar prácticas más sostenibles.

Otra de las tecnologías más empleadas y que permiten cumplir con la nueva norma de la UE es blockchain ya que permite que las cadenas de suministro tengan una mejor trazabilidad y transparencia. Esto es posible gracias a que los registros en blockchain son inmutables y transparentes, lo que permite garantizar una trazabilidad clara y verificable de los productos desde su origen hasta el consumidor final. Asimismo blockchain dificulta la falsificación de los datos lo que ayuda a prevenir el fraude en la cadena de suministro.

Además, el uso de las aplicaciones móviles y las plataformas de datos compartidos permiten recopilar la información entre los diferentes actores que forman parte de la cadena de suministro de una empresa. Con su uso, las empresas pueden recolectar datos en tiempo real sobre las condiciones de producción y el origen de los productos y mejorar el trabajo y la colaboración entre productores y distribuidores, además de proporcionar a los consumidores una información detallada sobre el origen y la sostenibilidad de los productos que compran.

Y por supuesto… la IA

En un momento en el que la Inteligencia Artificial ocupa todos los titulares relacionados con la tecnología, no podía faltar en el impacto que puede tener para cumplir con la nueva regulación europea. La gran característica de la IA es su capacidad para analizar grandes volúmenes de datos. En este caso, su aplicación habitual es el de analizar patrones históricos y datos actuales para predecir áreas en riesgo de deforestación lo que permite a las empresas tomar medidas preventivas.

Además, juega un papel importante en la optimización de la cadena de suministro lo que permite reducir la huella de carbono y asegurar que los productos provengan de fuentes sostenibles. Asimismo, la IA puede identificar irregularidades en los datos de la cadena de suministro, alertando a las empresas sobre posibles problemas de cumplimiento.

En definitiva, al incorporar la tecnología las empresas podrán cumplir con la nueva directiva europea, pero además les servirá para mejorar sus políticas de sostenibilidad y luchar contra el cambio climático y la protección de los bosques.

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