En los muros del colegio Peñalar de la localidad madrileña de Torrelodones hay un enorme grafiti pintado por el grupo de artistas urbanos Boa Mistura, responsable del tatuaje de numerosos espacios públicos en ciudades emblemáticas de todo el planeta (Madrid, Nueva York, París, La Habana o Sao Paulo). En él se puede leer: “La educación es la herramienta más poderosa para cambiar el mundo”. La frase de Nelson Mandela hace referencia a la capacidad de la educación para trasformar la sociedad desde la base, los niños.
Conscientes de ello, en este blog nos ha gustado siempre compartir experiencias educativas interesantes, y si están relacionadas con el medio ambiente, mucho mejor. Hoy nos hacemos eco del auge de los huertos urbanos en escuelas infantiles y colegios de primaria de toda España; una tendencia que no deja de crecer y encuentra en los neumáticos, botellas de plástico o cáscaras de huevo estupendos aliados para introducir a los más pequeños en la cultura del reciclaje y el consumo responsable.

Huertos urbanos para los más pequeños
Los huertos se han convertido en una poderosa herramienta para fomentar hábitos de vida saludable e inculcar valores ambientales entre los escolares. Cada vez son más los colegios y centros educativos que utilizan una gran variedad de materiales reciclados para construir originales semilleros o jardineras donde cultivar hortalizas, vegetales y flores de temporada..“La experiencia de los últimos años nos demuestra cómo se pueden trabajar conceptos como la economía circular, el reciclaje y el cuidado de la naturaleza a través de los huertos”, asegura la Fundación Global Nature, que desde hace tres años desarrolla junto a Ecoembes un programa de huertos en colegios y centros de educación ambiental de Castilla-La Mancha, Canarias y Comunidad Valencia, por el que han pasado hasta el momento más de 8.000 alumnos.

El principal objetivo de estos huertos es fomentar la economía circular, una nueva forma de concebir la vida de un producto basada en la regla de las seis ERRES (antes eran tres). El ciclo comienza por REducir la generación de residuos, luego sigue por REutilizar, REparar, REcuperar y REdiseñar, y finalmente, cuando ya no se puede utilizar más veces, termina con el envío a una planta de REciclaje.
Reutilizando materiales en los huertos escolares
Los huertos escolares son un lugar idóneo para reutilizar una gran variedad de productos presentes en nuestras vida cotidiana, desde botellas de plástico a cáscaras de huevo, pasando por neumáticos fuera de uso y otros muchos envases como la siembra de una lenteja con un algodón y agua en un yogur, entre otros.
Con la intención de sumarnos a este movimiento, a continuación te destacamos los tres residuos más utilizados en la creación de huertos urbanos en patios, jardines y terrazas de muchos colegios.

1. ¡No tires a la basura las botellas de plástico!
Si hay un residuo que representa mejor que ningún otro el modelo tradicional de consumo de “usar y tirar” ese es la botella de plástico. Según datos de Euromonitor International, especialistas en investigaciones de mercado, cada minuto se compra un millón de botellas de agua en todo el mundo, es decir, la cantidad de plástico equivalente a la mitad de la Torre Eiffel de una altura de 324 metros.
“A través de una botella de plástico conseguimos mostrar a los alumnos cómo un residuo puede transformarse en diferentes recursos: semillero, huerto vertical, regadera o un sistema casero de riego por goteo”, nos señalan los responsables del proyecto Huertos de biodiversidad de la Fundación Global Nature.

Utilizar las botellas de plástico como regadera es muy sencillo: tan solo requiere hacer dos o tres orificios con una aguja muy fina en la parte inferior de la botella que sirve como goteo y otro más en la parte superior para que respire. Una botella de dos litros puede regar entre 4 a 12 horas, preferiblemente por las tardes para evitar que el agua se caliente en exceso.
También podemos improvisar un sistema de riego casero quitando el tapón y enterrando la botella invertida a una profundidad de entre 8 a 12 centímetros. De esa manera la tierra se mantendrá húmeda durante al menos tres días.
2. Jardines de neumáticos
El neumático es un material idóneo para emplear como jardinera o macetero. El calor no lo deteriora y hace la función de contención necesaria para plantar una amplia variedad de verduras, hortalizas o flores. Además, mantiene la humedad de la tierra durante más tiempo, lo que nos permite emplear una menor cantidad de agua en estas superficies.

Los neumáticos se ubican en el lugar definitivo del patio o jardín del colegio en el que se quiere llevar a cabo la actuación antes de llenarlos de tierra; se recomienda usar un sustrato compuesto por tierra negra (80 %), abono orgánico (10 %) y humus de cáscara de arroz (10 %), un fertilizante orgánico que duplica la producción de cultivos. En él se pueden sembrar cultivos como cebolla, cilantro, rábano, lechuga, remolacha, zanahorias, apio y tomates y otros, dependiendo del área del neumático (30 centímetros cuadrados si se trata de una llanta mediana o 45 en el caso de las llantas grandes).
La Escuela Infantil Juan Farias de Villaviciosa de Odón (Madrid) es uno de los muchos centros educativos que cuenta con un huerto escolar propio. Lo que comenzó con unas pocas verduras de temporada, actualmente se ha convertido en todo un jardín de neumáticos. «Está siendo una experiencia fabulosa, una excelente manera de enseñar a los niños cuál es el origen de los alimentos, cómo cultivarlos y cuidarlos”, afirma Paloma Rodríguez Gaitero, directora de la escuela.
3. Cáscaras de huevo como semilleros
Uno de los grandes problemas de la germinación de hortalizas y verduras es la falta de calcio. Para solucionarlo, podemos utilizar cáscaras de huevo. Un básico en cualquier cocina que en lugar de tirarla a la basura deberemos romper con mucho cuidado con la ayuda de una cuchara para obtener un estupendo semillero. Después sólo habrá que colocar el sustrato de tierra y la semilla dentro y a esperar unos días hasta que germine. Lo mejor de la cáscara de huevo es que es un producto biodegradable y, por lo tanto, se puede quedar en la tierra para que la planta absorba todas sus propiedades durante el crecimiento. No olvides hacer un pequeño agujero de drenaje en la parte inferior. La misma huevera te puede servir de base.
Si te animas a intentarlo, puedes seguir este tutorial que encontrarás en el canal Cultivo Paso a Paso en Youtube
Me encanta el semillero. Útil, sencillo para los peques y creativo 👍👍😊😊
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