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Estos son los primeros artistas ganadores de la convocatoria ‘Una Segunda Vida’

Dar al neumático reciclado un espacio en el arte. Ese es el objetivo del certamen ‘Una Segunda Vida’, convocado por SIGNUS y Traductores del Viento. Os mostramos el trabajo de los ganadores de esta primera edición.

Una Segunda Vida. Ayudas a la Creación desde la Sostenibilidad’ ha echado a rodar. La convocatoria, realizada por Traductores del Viento y Signus, y que pone en valor el reciclaje de los materiales de los neumáticos –caucho, acero y textil– tiene ya los ganadores de su primera edición, correspondiente al año 2022: Jesús Moreno JM YES, por una obra de viva expresión geométrica, y Francisco Pradilla, por un tríptico de objetos que fijan la memoria de los viajes.

“Desde Traductores del Viento en alianza con SIGNUS se crea la convocatoria de un Premio Anual partiendo de la recuperación de materiales provenientes de la recuperación de los neumáticos, una vez queda agotada su vida útil”. “Se dirige a la totalidad del sector de las artes plásticas, fotografía, ilustración, diseño gráfico, video-creación, libro de artista y arquitectura del espacio”.

Estos eran los primeros puntos de esta llamada a la creatividad. Se seleccionaron 12 proyectos entre los presentados. Y al final del camino resultaron ganadoras las obras de estos dos artistas madrileños. Así explican sus trabajos:

Esa pátina de vida que añade el paso del tiempo a los objetos

Jesús Moreno JM YES –Primer premio: 1.000 €– retoma sus pasos en el street art y los graffitis callejeros para componer un mural geométrico de fuerte expresividad, realizado con caucho reciclado y polvo de neumático: “Siempre ha estado en mi personalidad la idea de reutilizar, de aprovechar, de consumir lo mínimo para crear una obra nueva, de emplear pocos recursos, de hacer arte sostenible. Creo que, además, partir de elementos ya utilizados, de materiales encontrados, aporta un interés estético, por las texturas que se crean al estar esos materiales expuestos al paso del tiempo”.

“Desde mis inicios en la práctica artística, la línea de trabajo que he seguido ha ido muy ligada tanto a la búsqueda de lugares donde intervenir, como a la reutilización de materiales encontrados. En la mayoría de casos estos funcionaron como soporte para pintura, pero es sorprendente cuando a menudo es el mismo material quien hace que la obra funcione. En este caso, al encontrarme con un material reciclado en miles de trozos, he querido fusionarlo directamente con mi lenguaje y la menor pintura posible; aprovechar los tonos que aporta el neumático molido para crear una pieza en la que reconocer diferentes planos y texturas. Todo el material utilizado proviene también del reciclaje. El tablero procede de los sobrantes ya imprimados para una serie de pinturas anterior; el bastidor sobre el que está fijado, de un lienzo que fue desmontado para su envío en tubo; y el tono rojo que queda descubierto fue encontrado en la calle, posiblemente de la pintura de fachada sobrante de una obra. Para destacar la importancia de estos elementos, podemos reconocer, a través del dibujo abstracto y geométrico, caminos como los que podrían haber trazado infinidad de veces los neumáticos que estamos reciclando”.

El poso que dejan los viajes en nuestra memoria

Francisco Pradilla –Segundo premio: una residencia artística en el espacio de encuentro y creatividad que tiene Traductores del Viento en la antigua estación ferroviaria de Bustarviejo, en la sierra de Madrid–, artista muy experimentado en lo audiovisual, mira en esta ocasión hacia algo más matérico y compone un tríptico de objetos: un maletín, una pequeña vitrina y un libro, que hacen memoria, trazas (así se titula la obra) de lo que nos llevamos y lo que nos traemos, de cómo nos cambia la experiencia del viaje, concepto tan asociado al neumático. Pero, especifica el artista, del viaje de verdad, el no apresurado, el que se hace con tiempo, el que nos deja un poso, el que no consiste en visitar un listado de monumentos, sino el que nos permite empaparnos de ese nuevo lugar en nuestra biografía, y le dejamos que entre en nuestro yo.

“El viaje es una experiencia corporal, imaginativa, filosófica y estética. Metáfora de iniciación, de búsqueda, de evolución. De la misma manera que el reciclaje transforma elementos en otros distintos, el viajero en su deambular es transformado por el territorio y las experiencias que vive. Regresa con huellas emocionales de su paso y a la vez deja algo de sí mismo en cada lugar. Esas trazas, esos rastros, son aquí evocados con el material propuesto en forma de pequeñas marcas, rastros sensibles con los que materializar lo intangible, estados de ánimo y sensaciones que nos acompañan, que dejamos en el camino y que nos llevamos de vuelta. Junto a otros objetos propios de un viaje, fotografías, postales, souvenires, mapas, conforman la esencia de la que se nutren los recuerdos”.

“Los soportes son el espacio donde esos materiales se abrazan y cobran sentido. La maleta, el expositor y el libro. El resultado es un conjunto que quiere recrear un tiempo y espacio abstractos, un viaje donde no importa el punto de partida ni el destino, sino las emociones y experiencias, cómo las vivimos y cómo las recordamos”.

Y, atención, porque esos locos visionarios y sostenibles que son los Traductores del Viento ya están preparando la segunda edición de Una Segunda Vida. 2 X 2 en el 23. Pronto la anunciaremos desde Signus. Y esta vez, en palabras de Miguel Ángel Ivarato, director de Traductores del Viento, quieren arriesgar más, “apostar más por la experimentación, por nuevas formas de creación”, más identificadas con el material propuesto, esos neumáticos que llegaron, tras dar muchas vueltas, al final de su viaje… Pero ahora pueden experimentar una segunda vida… Y, además, entre las bambalinas del arte.

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